Cinco juegos de pataleo en la piscina para enseñar a los niños que todavía no saben nadar

Cinco juegos de pataleo en la piscina para enseñar a los niños que todavía no saben nadar
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El pataleo ayuda a los niños a mejorar la coordinación motora para moverse dentro el agua y les ayudará a ganar confianza para cuando se larguen a aprender a nadar sin manguitos ni flotadores.

Para que puedan ir practicando este movimiento, hemos pensando algunos juegos de pataleo ideales para los niños pequeños que todavía no saben nadar y así puedan ir familiarizándose con el agua sin miedo y de forma entretenida.

Hacedlos en la parte más baja de la piscina, donde los niños puedan mantenerse de pie sin que les cubra, aunque lógicamente tienen que hacerlos con un adulto.

1. Tirar una pelota e ir a buscarla

El niño estará con manguitos o flotador dentro del agua, boca abajo, mientras un adulto lo sostiene de la barriga para que no se hunda, pero dejándole libertad de movimientos.

El juego es muy simple. Consiste en tirar la pelota unos metros, distancia que podremos ir aumentando a medida que gane confianza, e ir a por ella lo más rápido posible.

2. Pilla-pilla tiburón

Podemos jugar con hermanos, primos, o con otros niños que sepan nadar. Con la misma técnica que antes, el juego consiste en perseguir a los demás como si el niño fuera un tiburón. Tendrá que alcanzar a uno de los niños, que una vez pillado pasará a ser tiburón.

pataleo-juegos

3. La batidora fuera del agua

Sentar al niño en el borde de la piscina, con manguitos puestos, lo más al borde posible para que pueda alcanzar bien el agua con los pies.

Realizar movimientos de pataleo en el agua con la punta del pie estirada y el tobillo relajado, haciendo espuma como si fuera una batidora.

4. La batidora dentro del agua

Igual que el anterior, pero el niño agarrado del borde de la piscina o sobre una tabla de aprendizaje, tiene que mantenerse en posición horizontal (podemos ayudarle sujetándole la barriga) y patalear con fuerza.

5. El barquito

Con el niño colocado boca arriba, sujetarlo por la parte baja de la espalda para que se mantenga en posición horizontal (y no se hundan las piernas) y pedirle que patalee muy fuerte salpicando como si fuera un barco a motor.

Con estos sencillos ejercicios a modo de juego, el niño irá ganando confianza y seguridad dentro del agua para cuando llegue el momento de aprender a nadar.

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