Pensamientos suicidas y suicidio en el embarazo y postparto, una dura realidad que es necesario visibilizar

Según datos de la OMS, 800.000 personas se suicidan cada año en el mundo, siendo la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 y 19 años. Pero esta dura realidad también puede darse en etapas de la vida consideradas socialmente como "las más felices", como es el caso del periodo perinatal, etapa que abarca desde el embarazo hasta un año después del parto.

Así lo ha manifestado Susana Al-Halabí, profesora del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo y coordinadora de los simposios "Tratamientos psicológicos empíricamente apoyados: revisión y reflexión" y "Conducta suicida: mejorar el continuum de intervención para reducir las brechas", celebrados en el marco del V Congreso Nacional de Psicología (CNP2021 Virtual).

La experta alerta de que el suicido es la primera causa de muerte de las mujeres en el periodo perinatal y apunta la necesidad de que todos los profesionales sanitarios en contacto con la mujer en estas etapas sensibles de la vida cuenten con formación integral en conductas suicidas, a fin de detectar cualquier signo de alarma e intervenir de forma precoz.

Embarazo y postparto, dos etapas de la vida especialmente sensibles

El embarazo y el postparto son dos etapas de la vida especialmente sensibles y vulnerables, pues entran en juego múltiples factores como cambios hormonales, transformación del propio cuerpo, miedos y dudas por la nueva etapa que se comienza, cansancio, estrés, nuevas responsabilidades, cambios en el estado anímico... Todo ello, unido a otros factores de riesgo propios de cada mujer, podría acabar derivando en cuadros de ansiedad y depresión, las complicaciones de salud más comunes durante y después del embarazo.

Así, las investigaciones sugieren que una de cada cuatro mujeres padece depresión y ansiedad durante el embarazo, mientras que una de cada siete padece depresión tras dar a luz. Médicos, ginecólogos y profesionales de la salud mental llevan tiempo alertando de esta dura realidad, que se ha visto especialmente agravada en este último año de pandemia.

Desgraciadamente, en algunas ocasiones la depresión llega acompañada de pensamientos suicidas. En concreto, durante el postparto los estudios realizados han llegado a identificar hasta un 6,6% de mujeres con riesgo de conductas suicidas, aunque estos pensamiento pueden comenzar a darse incluso desde el embarazo.

No en vano, según apunta Susana Al-Halabí en su artículo "Conducta suicida y periodo perinatal", durante la gestación la prevalencia de ideas suicidas puede ser incluso mayor que en el resto de la población, además de resultar un factor predictivo de lo que puede ocurrir después en el postparto.

A pesar de los datos, la depresión y el suicidio siguen siendo un tema tabú, más aún cuando afecta en el embarazo y el postparto, dos etapas consideradas como "las más felices" en la vida de una mujer.

Por eso, los expertos en salud mental como Susana Al-Halabí, buscan poner el foco en esta realidad desde dos puntos de vista. Por un lado, concienciando a la sociedad y a todos los profesionales sanitarios (no solamente a los psicólogos o psiquiatras ) sobre la relación entre suicidio y maternidad, porque desgraciadamente existe, aunque se hable poco de ello. Y por otro lado, es imprescindible trabajar en intervenciones preventivas durante este periodo de la vida de las mujeres, con el fin de detectar de forma precoz signos de depresión y conductas suicidas.

La depresión postparto, signo de alerta

El nacimiento de un hijo es algo maravilloso, pero también suele suscitar tristeza, preocupación y sobre todo, cansancio. Es normal que la mayoría de las mujeres experimenten lo que se conoce como "baby blues" o melancolía después del parto, que suele durar unas pocas semanas. Se caracteriza por sentimientos de malestar, irritabilidad, melancolía o ansiedad en los primeros días posteriores al parto

Sin embargo, cuando este sentimiento persiste en el tiempo puede desencadenarse una depresión postparto, un trastorno más habitual de lo que creemos, que afecta a una de cada seis mujeres que dan a luz. Lo que hay que comprender es que no se trata de un pensamiento superficial, sino que la depresión comprende cambios neuroquímicos y hormonales que cambian la forma de funcionar del cerebro.

Según la OMS:

"Las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio."

Cuando una mujer sufre depresión postparto siente una gran preocupación por la seguridad, salud y bienestar del recién nacido, surgen ideas obsesivas y miedo de dañar al bebé, así como pensamientos sobre su capacidad en su nuevo rol de madre. También puede presentarse desinterés y apatía y en algunas ocasiones, incluso deseos de quitarse la vida.

Hay estudios que indican la presencia de determinados factores de riesgo que podrían complicar el cuadro de depresión postparto, llevándolo un paso más allá y desembocando en ideaciones suicidas. Entre ellos destacan el haber sufrido abusos en la infancia, haber tenido (antes o durante el embarazo) una depresión mayor, el consumo de alcohol y el abuso de sustancias, tener o haber tenido trastornos de ansiedad o un trastorno bipolar.

¿Cómo ayudar a una mujer con depresión durante el embarazo o el postparto?

Puesto que no siempre la madre es capaz de reconocer el problema y/o pedir ayuda -ya sea por miedo a la incomprensión, estigmatización o rechazo social, o por otras causas-, los profesionales sanitarios que la atienden durante el embarazo y postparto deberían no solo velar por su salud física y la del bebé, sino también por la salud emocional.

Igualmente, es importante que el entorno de la mujer esté atento a posibles signos de alerta que pueda indicar la existencia de una depresión. En esos casos, es fundamental apoyar física y emocionalmente a la madre (ofreciéndose para cuidar al bebé y que ella pueda descansar, ayudándole con la logística del día a día, haciendo tribu en la crianza de los hijos, animándola a expresarse desde la empatía y sin juicios..), además de buscar ayuda profesional.

Pero si además, se detectan pensamientos suicidas, ya sea en forma de ideas verbalizadas o manifestaciones explícitas del deseo de “acabar con todo”, se debe actuar de inmediato poniendo el caso en conocimiento del médico de cabecera, la matrona o un profesional de la salud mental.

En definitiva, el periodo perinatal es una etapa compleja que podría afectar a la salud mental de la mujer. Por ello, es imprescindible estar concienciados con esta realidad, no juzgar a las madres, ayudar y estar atentos a cualquier signo de alarma que permita la intervención precoz.

Vía | Redacción Médica

Más información | Conducta suicida y periodo perinatal: entre el tabú y la incomprensión

En Bebés y Más | Una madre muestra lo que se aparenta y lo que es en realidad su lucha contra la depresión postparto, La depresión en el embarazo y el postparto eleva un 70% el riesgo de depresión en los hijos adolescentes,

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