¿Notas que tu olor corporal ha cambiado con el embarazo? Estas son las causas y así puedes combatirlo

Durante el embarazo es frecuente sentir ciertas molestias que suelen ser comunes a la mayoría de las mujeres, como el cansancio, las náuseas, el ardor de estómago o el estreñimiento. Pero también hay otras molestias menos conocidas de las que es necesario hablar, pues a menudo generan preocupación o inquietud en la embarazada.

Una de esas molestias está relacionada con los cambios que se producen en el olor corporal; ¿es normal que aumente el olor corporal y vaginal durante la gestación? ¿A qué se debe y cómo puede combatirse? Aclaramos todas las dudas.

Las hormonas y el olor corporal durante el embarazo

Las hormonas del embarazo son en gran medida las responsables de muchos de los síntomas y cambios que van apareciendo a lo largo de los nueve meses. Uno de los cambios que con frecuencia experimentan las embarazadas es la alteración de su propio olor corporal.

Y es que son muchas las mujeres que perciben que el olor que desprenden ha variado desde que se han quedado embarazadas, volviéndose más intenso y duradero. Estos cambios en en el olor corporal se deben a un conjunto de factores que a continuación analizamos.

Mayor sensibilidad olfativa

Para empezar, es importante señalar que el olfato de la mujer se altera de forma sustancial durante el embarazo. Esto hace que los olores (y también los sabores) que antes le agradaban -o al menos, pasaban desapercibidos-, ahora le resulten desagradables; incluido el propio olor corporal. A esta alteración fisiológica provocada por el aumento de estrógenos se le denomina hiperosmia.

Aumento de la sudoración

El sudor tiene como función depurar las toxinas del organismo y ayudar a disminuir la temperatura corporal. En este sentido, es normal que la sudoración aumente durante el embarazo, pues la temperatura corporal de la embarazada se eleva con respecto a la del resto de personas, como también lo hace su sensación térmica.

Algunas mujeres consideran que el olor de su sudor es más fuerte que el que tenían antes del embarazo. Esto se debe a la acción de las hormonas y a la especial sensibilidad a los olores que hemos comentado antes.

Aumento del flujo vaginal

Algunas mujeres se asustan al notar cambios en la mucosa vaginal durante el embarazo, pero no hay por qué alarmarse. Debido a los cambios hormonales el flujo aumenta en cantidad, se vuelve más oscuro y es posible que su olor también cambie ligeramente.

Pero en ningún caso este olor debe percibirse como algo desagradable, especialmente fuerte o rancio. Si esto ocurriera hay que consultar de inmediato con la matrona o el ginecólogo, pues es posible que exista algún tipo de infección.

Pérdidas de orina

La incontinencia urinaria es muy común en el tercer trimestre de embarazo. Por lo general, se trata de pequeños escapes de orina que se producen cuando la mujer se ríe, tose, estornuda, hace algún esfuerzo... Esto es debido a la presión que el útero, cada vez más crecido, ejerce sobre la vejiga (aunque también es importante descartar que estas pérdidas se produzcan como consecuencia de una infección).

Aunque la incontinencia urinaria no reviste ninguna gravedad, si las pérdidas son frecuentes puede convertirse en un problema realmente incómodo y molesto para la embarazada y que además provoque mal olor.

Halitosis

Son muchas las embarazadas que sufren halitosis u olor desagradable del aliento. Entre las causas que lo provocan están las malas digestiones, el ardor del estómago, los cambios en la composición de la saliva y también las típicas náuseas que pueden estar acompañados de vómito.

Otros problemas bucodentales típicos del embarazo, como la gingivitis o las encías inflamadas también pueden ocasionar mal aliento. Lo mismo ocurre con los problemas relacionados con la respiración durante el descanso, ya que al dormir con la boca abierta se dificulta la producción de saliva, aumenta la resequedad bucal y empeora el mal olor.

Cómo combatir el mal olor corporal durante el embarazo

Si este tema te preocupa, y además crees que no se trata únicamente de una mayor sensibilidad olfativa, puedes poner en práctica los siguientes consejos para tratar de mantener a raya tu olor corporal:

  • Para vestir utiliza prendas holgadas y preferiblemente de algodón (incluida tu ropa interior), ya que permiten una mejor transpiración del sudor, evitando que este quede retenido en las fibras y se produzca mal olor.

  • Aumenta la frecuencia de tus duchas diarias si esto te ayuda a sentir mejor, pero recuerda utilizar jabones naturales y respetuosos con el PH de tu piel.

  • Para el cuidado de tu higiene íntima opta siempre por jabones con PH neutro y específicos para esa zona, pero no abuses de ellos, pues podrías destruir la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones. Tampoco realices lavados vaginales.

  • Bebe mucha agua, pues esto no solo te ayudará a estar correctamente hidratada, reponer líquidos y evitar un golpe de calor, sino que hará que el sudor esté menos concentrado y su olor no sea tan fuerte.

  • Ciertas comidas y bebidas pueden provocar alteraciones en el olor del sudor, como la cafeína, alimentos condimentados, con exceso de grasas o chocolates. Por contra, eleva el consumo de frutas y verduras que, además, te beneficiarán en otros muchos aspectos.

  • En caso de sufrir pérdidas de orina frecuentes es recomendable que consultes con la matrona. Ella te indicará cómo hacer ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico y ayudarte a combatir este problema. Además, puedes utilizar compresas que te protejan frente al mal olor, la incomodidad y la humedad de los escapes.

  • En cuanto al mal olor del aliento es necesario extremar la higiene bucodental, utilizar dentífricos neutros y sin agentes espumantes y visitar al odontólogo para hacerte una revisión al menos una vez a lo largo del embarazo.

En resumen, aunque es comprensible que el tema te preocupe, te recomendamos no obsesionarte con ello pues muy probablemente se trate de cambios de olor puntuales que desaparecerán en poco tiempo. Mientras tanto, puedes intentar combatirlo con estos sencillos consejos.

Ten mucha preocupación a la hora de utilizar productos cosméticos o de higiene, pues algunos pueden resultar agresivos para tu piel o incluso poco recomendables para la salud de tu embarazo. Si tienes cualquier duda o el tema del olor corporal te inquieta especialmente, no dejes de consultar con tu médico o matrona.

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