Si tu hijo lleva fruta al cole, no la compres cortada: advierten del riesgo de comprarla así en el supermercado

Muchos padres, en nuestra preocupación porque nuestros hijos establezcan unos hábitos de alimentación saludable, incluimos fruta a nuestros hijos para que la lleven como desayuno o merienda al colegio. Para ahorrar un poco de tiempo en la mañana, puede que la compremos ya troceada en el supermercado, pero la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha lanzado una voz de alerta: adquirir la fruta ya cortada puede ser peligroso por el riesgo de contaminación que existe, especialmente cuando se trata de las más grandes como la sandía, el melón o la piña.

¿Cuál es el problema que puede generar el comprar fruta cortada?

El El Comité Científico de la AESAN ha realizado un informe que parte del hecho de que la práctica de ofrecer fruta pelada y cortada por parte de los supermercados está concentrada en el caso de las frutas voluminosas como, por ejemplo, melón, sandía, piña y papaya. Sin embargo, su refrigeración puede presentar dificultades prácticas, por lo cual ha evaluado si es posible mantener a temperatura ambiente estas frutas voluminosas cortadas por la mitad en establecimientos de comercio al por menor durante un tiempo limitado, garantizando la seguridad de los consumidores.

Para ello, han sido revisados, para cada una de las cuatro frutas, los factores asociados a la presencia y crecimiento de peligros biológicos, así como los estudios publicados sobre prevalencia de patógenos, alertas y brotes de toxiinfección alimentaria.

En base a la información disponible, han concluido que el almacenamiento a temperatura ambiente de estas cuatro frutas cortadas por la mitad puede suponer un riesgo sanitario ya que las condiciones fisicoquímicas son compatibles con el crecimiento de patógenos de transmisión alimentaria, como son Salmonella spp., Escherichia coli verotoxigénico o Listeria monocytogenes.

Un dato a tener en cuenta es que el melón, sandía y papaya toleran el crecimiento de patógenos, mientras que la piña no permite dicho crecimiento, debido fundamentalmente a los niveles más bajos de pH.

Recomendaciones a tener en cuenta cuando consumimos fruta troceada

Según el informe, se puede tener la fruta cortada a temperatura ambiente (siempre que tengamos temperaturas menores a 25ºC), y durante un tiempo menor a 3 horas en un lugar suficientemente ventilado y preservado de luz solar, pero en caso de no ser consumida, siempre debe ir seguido de un almacenamiento continuo en refrigeración a temperaturas menores de 5ºC.

Aunque el organismo recomienda que los supermercados sigan unas escrupulosas prácticas higiénicas, que eviten elegir para este fin las frutas con un excesivo grado de madurez, o que presenten heridas o hendiduras en  su superficie, que controlen las condiciones de exposición y de conservación y que establezcan las medidas necesarias para prevenir una posible contaminación cruzada, el riesgo siempre está presente y es algo que los consumidores no podemos controlar, mucho menos cuando se trata de un establecimiento como un mercado de barrio sin cadenas de frío establecidas.

Por eso lo más recomendable es comprar la fruta entera y trocearla nosotros en casa, extremando la higiene de las propias frutas, de nuestras manos, de los utensilios y la superficie que utilicemos tanto para cortarla, como para almacenarla.

Imagen | bearfotos aleksandarlittlewolf

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