Alergia a las proteínas de leche de vaca, mediada por IgE y no mediada por IgE: diferencias, síntomas y pronóstico

En las últimas décadas, la prevalencia de alergias alimentarias en la infancia ha aumentado de manera significativa. De entre ellas, la alergia a las proteínas de leche de vaca (APLV) es de las que mayor incidencia presenta, y uno de los principales retos para especialistas en gastroenterología y alergología pediátricos.

Con el objetivo de difundir las últimas noticias y avances en la curación de esta alergia alimentaria, se celebró el pasado 20 de noviembre la "I Jornada de Salud y Nutrición Infantil: simposio-taller Nutrinfant", en donde se abordaron diferentes cuestiones relacionadas con la APLV, tanto mediada por IgE, como no mediada por IgE.

Alergia mediada por IgE y no mediada por IgE: ¿en qué se diferencian?

Los mecanismos que intervienen en el proceso de una alergia alimentaria son variados, y de este modo podríamos hablar de:

  • Alergias mediadas por IgE, cuando el organismo crea defensas para protegerse frente a la sustancia alérgena.

  • Alergias no mediadas por IgE, en donde no entran en juego anticuerpos IgE sino otros mecanismos diferentes.

En ambos casos se produce una reacción en la que participa el sistema inmunológico. De ahí que no esté bien empleado el término "intolerancia" para referirse a las alergias no mediadas por IgE, puesto que en una intolerancia alimentaria no entra en juego el mecanismo inmunológico (por ejemplo, la intolerancia a la lactosa).

Los síntomas de una alergia alimentaria son muy variados. En general, en los casos de alergia mediada por IgE se presentan de forma inmediata, mientras que en una alergia no mediada por IgE son tardíos, algo que dificulta el diagnóstico de alergia ya que es díficil establecer una relación entre la ingesta del alimento causante y la reacción.

APLV no mediada por IgE: la importancia de un diagnóstico certero

Durante la "I Jornada de Salud y Nutrición Infantil", la doctora Josefa Barrio, pediatra del Hospital Universitario de Fuenlabrada, explicó en qué consiste la APLV no mediada por IgE, así como el cuadro asociado de enterocolitis inducida por proteínas de los alimentos (Food Protein-Induced Enterocolitis; FPIES).

El FPIES es un cuadro potencialmente grave, cuyo síntoma principal es el vómito, a veces acompañado de diarrea, palidez y decaimiento. Sin embargo, hasta hace relativamente poco tiempo estaba infra diagnosticado, ya que no existen unos criterios bien establecidos para hacerlo.

Y es que a diferencia de las alergias mediadas por IgE, en las que basta un prick test (punción cutánea) o un análisis de sangre (RAST), las alergias no mediadas por IgE se basan exclusivamente en la historia clínica.

Si existe duda con la historia clínica, en algunas ocasiones puede ser necesario realizar una prueba de provocación oral a la leche para confirmar el diagnóstico. Esta debe realizarse siempre en un hospital y bajo estricto control médico.

Una vez diagnosticada la alergia, el niño deberá llevar una dieta exenta de proteínas de leche de vaca, y en caso de estar tomando pecho es probable que el médico recomiende a la madre seguir esta dieta para evitar la presencia de proteínas de leche de vaca en la leche materna.

¿Se cura la APLV no mediada por IgE?

Los expertos señalan que el pronóstico de curación espontánea de la APLV no mediada por IgE suele ser muy bueno, salvo casos excepcionales. Además, se produce en un corto espacio de tiempo, es decir, la mayoría de los niños la superan entre los dos y los tres años.

APLV mediada por IgE: mayor prevalencia pero buen pronóstico de curación

Durante la Jornada, el doctor Luis Echeverría, pediatra de la Unidad de Alergia y Neumología del Hospital Universitario Severo Ochoa, explicó más detalles acerca de la APLV mediada por IgE y el éxito que están teniendo los tratamiento de inmunoterapia oral.

Los síntomas que se asocian a las alergias mediadas por IgE son de aparición inmediata, o como mucho dentro de la primera hora tras la ingesta. Sus manifestaciones son muy variadas, pudiéndose presentar reacciones cutáneas, síntomas respiratorios, edema... o incluso shock anafilático.

El doctor Luis Echeverría manifestó que, a pesar de que existe un incremento en la prevalencia de este tipo de APLV, el pronóstico de curación a largo plazo es muy bueno, alcanzando el 90 por ciento de tolerancia espontánea.

¿Se cura la APLV mediada por IgE?

Para los niños que no han alcanzado la tolerancia a la leche de forma espontánea hacia los tres o cuatro años de edad, existen programas de inmunoterapia oral con una gran tasa de éxito.

El tratamiento de inmunoterapia oral pasaría por exponer al niño al alimento alérgeno de forma controlada y bajo supervisión médica, hasta alcanzar la tolerancia. De este modo, se abre una nueva vía de curación de las alergias alimentarias que nada tiene que ver con la corriente tradicional llevada a cabo hasta la fecha, consistente en dieta de evitación:

"La inmunoterapia oral con proteínas de leche de vaca es una opción proactiva de tratamiento para niños con alergia mediada por IgE a la leche de vaca, consiguiendo unas altas tasas de desensibilización, pero con frecuentes efectos adversos durante el procedimiento, siendo la mayoría de ellos de leve gravedad"

¿Cómo debe ser la dieta de un bebé con APLV?

Ya sea en el caso de APLV mediada por IgE, como en el caso de APLV no mediada por IgE, hasta que el niño alcance la tolerancia debe seguir una dieta libre de leche, productos lácteos y derivados.

Pero no sólo basta con eliminar la leche de la dieta del niño, sino que es muy importante cuidar su alimentación para "garantizar un crecimiento adecuado", tal y como manifestó el doctor José Manuel Moreno Villares, co-director del Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, durante la Jornada.

De este modo, las fórmulas sustitutivas que debe tomar el bebé con APLV han de ser seguras y eficaces para conseguir una adecuada nutrición y crecimiento, y pasarían por:

  • Fórmulas hidrolizadas, que consisten en fórmulas infantiles con la proteína digerida en pequeñas porciones (péptidos de pequeño tamaño) que no desencadenan una respuesta inmunológica (alergia).

  • Fórmulas de soja, para mayores de seis meses que no presenten enteropatía.

  • Fórmulas elementales.

Además, el doctor Moreno recordó que ni las leches de otros mamíferos, ni las bebidas vegetales, constituyen una alternativa válida para alimentar a los bebés con APLV.

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