Cuando los perros ayudan a los niños a leer

Todos conocemos historias de una conexión especial entre niños y perros, en donde la sensibilidad y entrega de los animales ha ayudado a los más pequeños a superar dificultades, problemas emocionales o incluso a mejorar de sus enfermedades.

Fomentar la autoestima y las habilidades lectoras de algunos niños con problemas es el objetivo que tiene Nora, una perrita Golden de cinco años entrenada para leer con niños y que forma parte del proyecto "READ - Perros y Letras".

Perros lectores, niños confiados

Desde hace una semana los alumnos del colegio Jorge Juan de Fene, en La Coruña, reciben cada mañana la visita de Nora, una perrita que acompañada de su adiestrador va pasando por las aulas recogiendo a los alumnos con dificultades para leer, con falta de seguridad en sí mismos o con otros problemas específicos como trastornos del espectro autista o trastornos del lenguaje.

Su misión en este colegio, hasta el próximo mes de junio, es la de acompañar a los niños mientras le leen cuentos, ayudando a mejorar su fluidez verbal, concentración y vocabulario y mejorando su confianza y autoestima.

Los pequeños ven en Nora a una amiga que les ecucha paciente, que no interrumpe y que no les juzga ni se ríe si se equivocan, y esto les motiva especialmente a seguir leyendo a pesar de sus dificultades.

Nora forma parte del proyecto "READ - Perros y Letras", una asociación que nació en 1999 en Estados Unidos y que poco a poco se ha ido extendiendo a otros países hasta llegar a España, donde lleva a cabo proyectos en Albacete, Alicante, Castellón, Galicia, La Rioja, Las Palmas, Murcia, Madrid y Zaragoza.

Trabajan con varios perros en colegios y bibliotecas, pues los objetivos del proyecto son tanto terapéuticos como de animación y fomento del hábito lector entre los niños. También están llevando a cabo un proyecto de investigación con la Universidad Complutense de Madrid, para validar la eficacia de las terapias asistidas con animales.

Resultados del proyecto

Por el momento, los colegios que han trabajado con el proyecto "READ - Perros y Letras" hablan de grandes beneficios para los alumnos, tales como:

  • Refuerzan su autoestima y ganan confianza en sí mismos al leer a los perros sin interrupción, presiones ni juicios.

  • Muestran una mayor motivación y entusiasmo por la lectura, algo que en niños con problemas en el lenguaje o dificultades para leer supone un importante paso.

  • Se fomenta la interacción y la comunicación, compartiendo experiencias, preguntando sobre el perro que les acompaña y sociabilizando con otros niños.

  • Mejoran su concentración, ya que todo su afán es leer al perro el mayor tiempo posible mientras dura la terapia.

  • Se sientes confiados, relajados y tranquilos porque se crea un entorno cálido y confortable que lleva a los niños a pensar que el perro les entiende realmente y le gusta lo que le leen.

  • Los niños deben leer en voz alta, con todos los beneficios que esto conlleva.

  • En el caso de los alumnos con TEA, los responsables de los centros educativos que han trabajado con estos perros afirman que la terapia les ayuda a mejorar el contacto visual, la interacción (pues acarician y abrazan al animal) y a regular el volumen de su voz.

  • Pero aparte de todos estos beneficios terapéuticos, existe también un beneficio emocional que repercute directamente en el hábito lector de los pequeños, pues el vínculo especial que se crea lleva a los alumnos a afrontar el momento de la lectura de manera natural, distendida y divertida.

  • Y paralelamente a todos estos, a través de los perros los niños aprenden a amar y a respetar a los animales y a interaccionar con ellos y cuidarles.

El "poder sanador" de los perros

No es la primera vez que nos hacemos eco del poder sanador de las mascotas y de la relación tan especial que se establece entre niños y perros, y que nos ha llevado a ser testigos de preciosas historias de ayuda y superación mutua.

Hemos visto cómo los perros se pueden convertir en una gran ayuda para niños con enfermedades crónicas, cómo les acompañan y les calman, o cómo incluso son capaces de detectar problemas de salud.

Y es que estos fieles compañeros de aventuras de los más pequeños siempre permanecen a su lado, dan todo sin pedir nada a cambio y en muchas ocasiones les ayudan a superar miedos, a fomentar su autoestima o, como en este caso, a inculcarles el hábito lector desde el acompañamiento y la escucha.

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