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Hábitos de alimentación saludable para los peques: qué hacer y qué evitar

Hábitos de alimentación saludable para los peques: qué hacer y qué evitar
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La salud de los hijos es una de las mayores preocupaciones de los padres. Eso implica, como es lógico, todo aquello relacionado con su alimentación y es normal que a menudo nos preguntemos si comen lo suficiente, qué productos son más saludables para ellos o cómo hacer que coman de todo.

Esta preocupación, a la que se añaden las prisas del día a día, nos puede llevar a implantar rutinas poco recomendables. Te ofrecemos algunos consejos para ponerle remedio a esta situación y conseguir una alimentación más saludable para toda la familia.

Evitando los alimentos superfluos

Manzana O Bolleria

Una alimentación saludable empieza por ofrecer a los pequeños alimentos sanos. Eso conlleva evitar los alimentos superfluos y procesados, ya que su consumo está relacionado con enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes. Son productos de este tipo la bollería, aperitivos salados, dulces, bebidas azucaradas y gaseosas, preparados cárnicos, chucherías, galletas, precocinados y congelados, salsas industriales…

Además de los productos procesados, hay que evitar que los niños tomen alimentos azucarados o con altas cantidades de sal por lo que la cesta de la compra debe estar formada sobre todo por vegetales y frutas, cereales (a ser posible integrales), legumbres, frutos secos, carne y pescado, huevos… Es decir, que a la hora de hacer la compra hay que priorizar la “comida” y dejar de lado los “productos”.

Los procesados poco saludables son un recurso fácil y rápido cuando vamos al supermercado y también a la hora de cocinar, ya que exigen poca dedicación. Una buena forma de modificar estos malos hábitos es intentar comprar en tiendas de proximidad y mercados, organizar menús semanales para toda la familia basados en alimentos saludables y cocinar recetas sanas con las que disfruten grandes y pequeños, algo que también se puede hacer con poco tiempo.

Rutinas poco recomendables

En lo que a alimentación se refiere, existen algunas rutinas muy implantadas en nuestra sociedad que no contribuyen a que llevemos una alimentación sana. En el caso de los niños, además de ofrecerles productos sanos, debéis dejar que sean ellos los que regulen la cantidad de comida que ingieren. Algunos niños, igual sucede en el caso los adultos, tienen más apetito y comen más y otros, tienen menos. Debéis respetar el hambre de vuestro hijo y no forzarle a comer, ya que puede ser contraproducente y podéis provocar el efecto contrario: que el pequeño coja manía a algunos alimentos y coma aún menos.

En la misma línea, y especialmente si se trata de niños poco comilones, el uso de la televisión o de juguetes durante las comidas no es aconsejable. Si los pequeños centran toda su atención en la pantalla, difícilmente estarán pendientes del plato que tienen delante. Eso hace que la comida pase a un segundo plano, una situación que no conviene, ya que lo realmente recomendable es que sean conscientes de los alimentos que toman, así como de la cantidad y disfruten del momento.

Durante las comidas, debemos estar siempre junto a los niños, incluso los más mayores. Aunque ya sean autónomos y capaces de comer por sí mismos, es importante no dejarlos solos sin supervisión. Además de ser peligroso, por si sufren un atragantamiento, conviene que les mostremos que estamos a su lado, acompañándolos, hablándoles y, si es posible, comiendo con ellos.

Buenos hábitos

Cocinando Junto A Mama

Comer en familia es uno de los mejores regalos que podéis hacerles a vuestros hijos. Si las circunstancias laborales y personales lo permiten, intentad sentaros en la mesa todos juntos para disfrutar en familia de la comida y la sobremesa. Si coméis en el trabajo, podéis poner esto en práctica a la hora de la cena y los fines de semana. Si además vuestros hijos colaboran en la preparación de los platos, mejor que mejor. ¿Qué pequeño se resiste a amasar unas ricas croquetas?

Aprovechad estos ratos para conversar, explicaros cómo os ha ido el día o preguntar a vuestros hijos qué han hecho en clase. Según los expertos, comer en familia reduce el riesgo de algunos trastornos de conducta alimentaria en edades posteriores.

También es una buena forma de que los pequeños sientan interés por todo tipo de alimentos – recordad, que sean sanos – y se animen a probarlos. Así, desde pequeños se acostumbrarán a tomar alimentos saludables y a llevar unos buenos hábitos alimenticios.

Cuando os sentéis juntos en la mesa, olvidaos de las prisas y buscad la máxima comodidad para todos. Lo ideal es que en la mesa estén todos los utensilios y enseres que vais a necesitar, para evitar levantaros. En el caso de los niños, situarlos a una altura confortable para ellos, desde la que puedan llegar a los alimentos y se sientan autónomos. Una trona que permita regularse en altura, así como acercarla lo suficiente a la mesa, resulta muy práctica.

Trona Polly Progres5

La Polly Progres5 es la trona evolutiva de Chicco que se adapta fácilmente al crecimiento del bebé, pudiendo usarse desde su nacimiento, como una hamaca, hasta los 36 meses, después como trona convencional y luego como un asiento elevador. Podéis ver más detalles en este vídeo.

Educar adecuadamente a los niños para que lleven una alimentación saludable empieza por dar ejemplo, comprando y consumiendo alimentos sanos. Además, la modificación de algunas rutinas que implican comer solos o viendo la tele, ayudará a la implantación de los buenos hábitos. Comer en familia, además de ser algo muy bonito, es una práctica muy recomendable.

En Momentos Chicco

Fotos | iStock: Anette Romanenko / Duka82 / nd3000

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