Nueve normas de convivencia que enseñar a los niños cuando vamos al parque

Jugar en el parque es una de las actividades favoritas de los niños, sin importar su edad. Allí socializan, aprenden las reglas del juego, desarrollan sus capacidades, potencian sus sentidos y fomentan su creatividad. Además, se podría decir que el parque es una de las primeras "zonas de entrenamiento" para que los niños vayan interiorizando poco a poco las normas de convivencia.

Te contamos cuáles son las normas básicas que deberían aprender en el parque y cómo enseñárselas.

Respeto a uno mismo y a los demás

Una de las primeras y principales reglas del parque es el respeto a uno mismo y a los demás, aunque esto no quita que en un momento dado puedan surgir conflictos.

Sin embargo, es muy importante que los padres les eduquemos para solucionar sus problemas de forma autónoma y con asertividad, enseñándoles la importancia de escuchar al otro, respetar los diferentes puntos de vista y buscar el entendimiento.

Es normal y lógico que los niños se enfaden y discutan, pero deben comprender que no es corrector gritar a otros niños, faltarles al respeto o agredirles. Igualmente, tampoco deben tolerar que otros les agredan, y por eso es fundamental enseñarles a marcar límites de forma asertiva y a buscar la ayuda del adulto cuando la necesiten.

Respetar las edades recomendadas en las zonas de juego

Algunos parques, sobre todo si son muy grandes y cuentan con varias  áreas recreativas, tienen columpios catalogados por franjas de edad. Esta clasificación suele atender a una cuestión de seguridad, por lo que es importante enseñar a los niños a cumplir dichas recomendaciones y utilizar únicamente aquellos espacios adecuados a su edad.

No acaparar el mismo columpio todo el tiempo

Otras de las cosas que debemos enseñar a nuestro hijo es que el parque es un lugar público frecuentado por otros muchos niños que, como él/ella, quieren jugar y pasarlo bien.

Todos los niños tienen derecho a disfrutar de sus instalaciones, por lo que no se debe acaparar un mismo columpio durante mucho tiempo; máxime si observa que hay otros niños esperando para poder subir.

No meter prisa a los niños más pequeños en el uso de los columpios

Las áreas recreativas o columpios multiactividades pueden llegar a ser utilizados por varios niños a la vez, y todos ellos de diferentes edades.

Es importante inculcar a nuestros hijos la importancia de respetar los ritmos de los niños más pequeños y darles el tiempo que necesitan para que suban por las escaleras, escalen, trepen o se lancen.

Cómo usar el tobogán con seguridad

El ansia por subir y bajar del tobogán una y otra vez podría hacer que los niños utilizaran este columpio de forma indebida. Por ello, es importante que les enseñemos a usarlo con seguridad a fin de evitar accidentes o percances.

En este sentido, debemos inculcarles la importancia de:

  • Respetar al niño que va delante al subir por las escaleras. Darle espacio y tiempo para subir a su ritmo.
  • Una vez arriba, asegurarse de que no haya ningún niño abajo antes de lanzarse.
  • Tirarse siempre sentado y con las piernas en la posición correcta. No tirarse con las piernas cruzadas o de cabeza.
  • No intentar subir por el tobogán por la parte deslizante.
  • No echar tierra, agua ni ensuciar el tobogán.

No quitar los juguetes a otros niños

A todos nos ha pasado alguna vez: vas al parque con una bolsa cargada de juguetes, pero tu hijo acaba jugando con los de otros niños y no con los suyos. Es totalmente normal que esto suceda, pues se trata de juguetes nuevos para él que llaman su atención y con los que quiere divertirse.

Sin embargo, es importante que les inculquemos la importancia de respetar las pertenencias de los otros niños, al igual que le gustaría que otros respetaran las suyas.

En este sentido, no debe robar los juguetes de otros niños ni tomarlos prestados sin permiso. Asimismo, debe aprender a respetar la decisión en caso de que otros niños no quieran dejarle sus juguetes.

Compartir los juguetes con otros niños (si quieren)

La generosidad es un valor fundamental que debemos inculcar a nuestros hijos desde temprana edad. Ser generosos nos impulsa a dar sin esperar recibir nada a cambio, a ofrecer nuestra ayuda a quienes lo necesitan y a compartir lo que tenemos para que otros también puedan disfrutarlo.

En este sentido, es bueno que los niños aprendan a compartir sus juguetes con los demás, pues al hacerlo no solo se sentirán bien consigo mismos al hacer feliz a otros, sino que además se darán cuenta de que el juego compartido resulta más divertido.

Ahora bien, compartir es un hábito que los niños deben aprender poco a poco, pues interiorizarlo y ponerlo en práctica requiere de tiempo, madurez y ejemplo por nuestra parte. Por ello, obligar o forzar a nuestro hijo a compartir sus cosas con otros niños no es la forma correcta de inculcarle este valor, además de acarrear otras consecuencias negativas para el desarrollo de su autoestima y su personalidad.

Cuidar los columpios y el mobiliario urbano

Además de aprender a cuidar y valorar sus propias pertenencias, es fundamental inculcar a nuestros hijos la importancia de respetar las cosas que son de todos y que todos disfrutamos cuando vamos al parque, como los columpios, los bancos, las papeleras, las fuentes...

Los niños no deben dar patadas o deteriorar el mobiliario urbano, pintarlo, rayarlo o realizar cualquier acto que contribuya a un deterioro que no sea el lógico y normal derivado del uso y paso del tiempo.

Por otro lado, hay cada vez más parques que incluyen columpios adaptados a niños con necesidades especiales. Debemos enseñarles a identificar esos columpios, hablarles de lo valiosos que son para otros niños y de la importancia de cuidarlos entre todos.

Respetar las zonas ajardinadas

Por último, muy relacionado con el punto anterior, estaría la importancia de inculcar a nuestros hijos el amor y respeto por la naturaleza y las plantas. En este sentido, muchos parques cuentan con espacios verdes y zonas ajardinadas que debemos proteger entre todos.

La mejor forma de hacerlo es no arrancando las flores ni las plantas, no tirando papeles al suelo y no estropeando el césped ni ensuciando el entorno. Si el parque cuenta con fuentes de agua, los niños deben entender la importancia de no derrocharla ni malgastarla, pues se trata de un recurso imprescindible para la vida cuya escasez debería preocuparnos a todos.

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