Pagarán a una familia 3,3 millones de euros por las graves secuelas en el bebé al retrasar seis horas la práctica de una cesárea

Hace 13 años una mujer embarazada acudió al Instituto Dexeus de Barcelona porque tenía intensos dolores y contracciones. Estaba de 26 semanas. Su hijo nació con graves secuelas neurológicas, tras un desprendimiento de placenta y una cesárea muy tardía.

Hoy, han condenado a la aseguradora, Sanitas, a pagar a la familia 3,3 millones de euros por "una deficiente atención". Se trata de la mayor indemnización pagada en España por una negligencia médica.

Cuando una mujer está embarazada y lee una noticia de estas, la primera reacción es asustarse. De hecho, todas las madres sabemos que durante la gestación tenemos las emociones a flor de piel y sentimos pánico porque algo salga mal durante el parto.

Pero esta no debe ser la lectura, sino la de prevención: informarnos bien de cuáles son nuestros derechos en la maternidad y en la posibilidad de elaborar un plan de parto para ir mucho más tranquilas a dar a luz.

La mayor parte de los partos en España transcurren sin problemas, por lo que casos tan duros como este son muy poco habituales. Pero hay que reducirlos a cero.

Una cesárea con seis horas de retraso

Según los fallos judiciales, la madre acudió al centro sanitario el viernes 22 de abril de 2005 por "intensos dolores, sangrado y contracciones". La gestación aún se hallaba en su semana 26, por lo que el equipo médico "optó por un tratamiento conservador para evitar un parto prematuro".

Le hicieron una ecografía a las 10,30 de la mañana y detectaron un hematoma en la placenta, así que pidieron una analítica a las 12 para comprobar si había desprendimiento de placenta, lo que implicaría que el bebé podía no recibir oxígeno suficiente.

No se revisaron los resultados hasta las seis de la tarde, cuando se ordenó una cesárea de urgencia, pero el ginecólogo no estaba y se tardaron otros 50 minutos en realizar la intervención.

La sentencia no deja lugar a dudas:

"Existió una inadecuada vigilancia en el tratamiento ya que se dejó transcurrir seis horas sin que se comprobara el bienestar del feto ni se efectuaran nuevas pruebas diagnósticas. Esa falta de vigilancia desembocó en que la hipoxia causara lesiones neurológicas irreversibles al menor".

El niño perdió la vista y padece un importante retraso en el desarrollo, que no le permite valerse por sí mismo.

La negligencia quedó probada

Un juzgado de primera instancia de Madrid dictaminó en 2014 que quedaba probada la existencia de las secuelas y la responsabilidad del centro sanitario. La sentencia fue recurrida por Sanitas, la aseguradora con la que la familia tenía contratada la póliza de salud, y ratificada por la Audiencia de Madrid dos años más tarde.

En cuanto al importe de la indemnización se fijó en una sentencia del pasado 5 de octubre en el Juzgado de Primera Instancia 20 de Madrid.

Sanitas deberá pagar a la familia 3,3 millones de euros: 1,9 de indemnización y 1,4 por intereses de demora, desde el año 2012, en el que comenzaron los trámites judiciales.

La aseguradora ha comunicado que aún está analizando el fallo y no tiene decidido si recurrirá:

"En cualquier caso, asumiremos nuestras obligaciones. Lamentamos profundamente este caso, ya que nuestra prioridad es la salud de nuestros clientes".

Además añade que:

"Sanitas no interviene en la realización del acto médico ni lo supervisa. Esto es responsabilidad del hospital y del médico".

Está claro que esta sentencia no podrá devolver la salud al niño, pero esperamos que sirva como ejemplo para que otras familias no tengan que pasar por lo mismo.

Informarnos sobre la atención al parto es el primer paso para acudir a la clínica con más tranquilidad, sabiendo qué tenemos que esperar en cada momento.

Fotos | iStock

En Bebés y Más | Indemnizan a una mujer que perdió a su bebé por no practicarle una cesárea de urgencia

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