Las mujeres que amamantan pierden en el primer año tras el parto el doble de peso que las que no dan pecho, según un estudio

Las bondades de la lactancia materna son de sobra conocidas por todos. Amamantar a nuestro bebé no sólo tiene beneficios para él sino también para nosotras, ya que ayuda a prevenir el cáncer de mama y de ovarios, la diabetes tipo 2, reduce el riesgo de obesidad y minimiza las posibilidades de sufrir un infarto o un ictus.

Pero, por si todo esto fuera poco, la lactancia ayuda también a la madre a quemar calorías y a recuperar en menos tiempo el peso que tenía antes de quedarse embarazada. Te contamos cuántas calorías se pierden al día con la lactancia, según un estudio realizado por la Asociación Estadounidense del Embarazo.

La lactancia ayuda a recuperar el peso previo al embarazo

Durante el embarazo, los pechos de la futura mamá se convierten en una fábrica productora de leche y en algunas ocasiones, puede llegar a aparecer calostro antes del parto. Tras dar a luz, la leche materna pasará a estar disponible las 24 horas del día para el bebé y nuestro cuerpo realizará un gran trabajo durante el periodo de lactancia.

La Asociación Estadounidense del Embarazo ha estimado que durante los seis primeros meses de vida del bebé, y siempre hablando en términos generales ya que dependerá de su apetito, su peso, la frecuencia con la que mame..., la mujer perderá entre 425 y 700 calorías diarias, simplemente por amamantar. Y esto se traduce en una notable pérdida de peso a corto plazo.

En concreto, se observó que las mujeres que optaron por lactancia materna, perdieron durante el primer año tras el parto, el doble de peso que las que decidieron no dar pecho

Otro estudio más reciente llevado a cabo con 30.000 madres reveló que las mujeres que habían engordado, aproximadamente, 12 kilos durante el embarazo y que habían optado por lactancia materna exclusiva, recuperaron en seis meses el peso que tenían antes de quedarse embarazadas.

¿Y si ocurre lo contrario?

Leyendo estos datos me he sentido muy identificada en dos de mis tres postpartos. Con el primero, y a pesar de ser el embarazo en el que menos kilos engordé, me costó mucho tiempo recuperar mi peso habitual. Curiosamente, a mi primer hijo apenas le di pecho.

Con mi tercer bebé me ocurrió justamente lo contrario. Siendo el embarazo que más kilos engordé, en aproximadamente seis meses había recuperado mi figura. Seis meses en los que estuve dando pecho en exclusiva.

Si embargo, con mi segunda hija, y a pesar de optar también por la lactancia materna, los primeros seis meses tras el parto no sólo no logré adelgazar ni un gramo sino que engordé. ¿Cómo era posible?

Tenía un hambre atroz a todas horas, y aunque procuraba controlar mi alimentación y saciar ese impulso irrefrenable con fruta o tentempiés saludables, en muchas ocasiones acaba cayendo en alimentos hipercalóricos que además sentía que me daban energía y ayudaban a superar los días en los que había dormido entre poco, y nada.

Así que las galletas, el chocolate, las patatas fritas como acompañamiento en la comida o la bollería, se terminaban convirtiendo en una necesidad casi diaria. Obviamente en este caso, en el que ingería más calorías que las que mi cuerpo era capaz de quemar con la lactancia, resultaba imposible adelgazar.

A medida que mi bebé fue creciendo, las noches mejoraron y me sentía más descansada y enérgica, mi alimentación también fue variando y acabé recuperando el peso que tenía antes de quedarme embarazada.

La alimentación durante la lactancia es fundamental

Cuidar nuestra alimentación es fundamental siempre, tanto si damos pecho como si no, pero está claro que lactancia materna puede ser una gran aliada a la hora de perder peso. Si además, lo combinamos con hábitos de vida saludables y ejercicio físico moderado (cuando nos hayamos recuperado del parto y nuestro médico nos lo aconseje), los resultados pueden ser espectaculares.

Muchas mujeres desean recuperar la figura lo antes posible, pero especialmente si estamos amamantando, es importante saber que las dietas incontroladas o "de moda" pueden resultar muy perjudiciales ya que comprometen el paso de nutrientes al bebé a través de nuestra leche.

Recordemos que el cuerpo de la madre lactante es una perfecta y maravillosa máquina que trabaja para alimentar a su recién nacido; de ahí la importancia de cuidarlo, comer de forma adecuada y seguir estos consejos:

  • Consumir 500 calorías extras al día, pero ¡en forma de calorías saludables!

  • Beber entre dos y tres litros de agua al día.

  • Restringir o moderar el consumo de cafeína y evitar beber alcohol (o hacerlo de manera muy ocasional).

  • Tomar diariamente frutas, verduras y cereales integrales, que aportan minerales, vitaminas y energía, además de ayudar a mejorar el aspecto de la piel, las estrías y aumentar las defensas.

  • Evitar las grasas saturadas y los azúcares refinados.

  • Cuidar la forma de cocinar los alimentos: las carnes y pescados mejor a la plancha y las verduras salteadas, cocidas, al vapor o crudas. Recurre de forma muy ocasional a los fritos y rebozados.

Y a vosotras, ¿la lactancia os hizo adelgazar o engordar? ¿Cuándo recuperásteis vuestro peso tras el parto?

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