Cómo vestir al bebé a la hora de dormir para que no pase frío ni calor por la noche

¿Cuándo acaricias a tu bebé por la noche sientes sus manos y pies fríos? ¿O por en contrario, suele despertarse con la nuca empapada en sudor?

En las estaciones cambiantes del año, vestir al bebé de manera adecuada para que no pase frío ni calor mientras duerme puede suponer un desafío, especialmente para los padres primerizos. ¿Cómo asegurar el descanso confortable del bebé?

Te ofrecemos una serie de consejos útiles para vestir a tu bebé bebé por la noche para que no pase frío ni calor mientras duerme.

¿Cómo vestir al bebé cuando duerme para que no pase frío ni calor?

Para empezar, es importante recalcar que los bebés sienten el calor y el frío de la misma forma que los adultos. Es decir, no son más sensibles a las bajas temperaturas, ni por ello debemos abrigarlos más.

Mención aparte merecen los recién nacidos menores de tres meses, pues al tener poca grasa corporal no regulan bien su temperatura y pueden perder calor rápidamente si no están correctamente abrigados. Es por ello, que suele ser aconsejable vestirlos con una capa más de ropa que a nosotros.

En cualquier caso, debemos tener muy presente que abrigar al bebé más de lo necesario está relacionado con un mayor riesgo de muerte súbita del lactante al generar un sobrecalentamiento.

Por eso es importante encontrar el equilibrio, e independientemente de la estación del año en la que nos encontremos, asegurar el confort del bebé durante la noche con la ropa adecuada y una temperatura ambiente agradable.

Temperatura de la habitación

Lo primero que debemos hacer es verificar la temperatura de la habitación donde el bebé duerme. Según los expertos, para lograr confort durante el sueño la temperatura ambiente debe oscilar entre los 19°C y 22°C.

Para preservar esta temperatura, cuando empiece a anochecer recurre a medidas prácticas como bajar las persianas, cerrar la puerta de la habitación, colocar cortinas gruesas y despejar los radiadores en caso de que tengamos encendida la calefacción.

Ni mantas ni sábanas en la cuna

Nunca utilices en la cuna mantas o sábanas para arropar a tu bebé, pues el uso de ropa de cama blanda aumenta el riesgo de asfixia y muerte súbita.

Para asegurar el confort en la cuna, utiliza un colchón adecuado a la temporada en la que estemos, y cúbrelo simplemente con una sábana bajera y ajustable. Algunos colchones tienen una doble cara, diseñada específicamente para el verano y el invierno. Asegúrate de girar el colchón según corresponda para mantenerlo en la cara adecuada según la estación del año.

Abriga a tu bebé por capas

Tanto para vestir al bebé durante el día como por la noche, es recomendable hacerlo por capas. Es decir, en lugar de ponerle una prenda muy abrigada o muy liviana, opta por varias capas de ropa que puedas agregar o quitar según la temperatura ambiente o las necesidades de tu bebé.

Por ejemplo, con una temperatura de 21º en la habitación, podemos vestir al bebé con un body de manga larga y un pijama completo de manga larga. Si la temperatura fuera más baja, podemos meter al bebé en un saco de dormir de tejido ligero, grueso o doble según las necesidades.

Los sacos son un complemento muy cómodo, práctico y seguro para el bebé, pues no cubren la cabeza, están confeccionados en tejidos transpirables y permiten libertad de movimiento, lo que garantiza el máximo confort.

Cubrirle los pies con calcetines y ¿la cabeza con un gorro?

Para que los pies no se queden fríos durante la noche, es recomendable utilizar un pijama completo que le cubra los pies, o bien unas polainas o calcetines. En cualquier caso, esta recomendación debe ir ligada a todo lo anterior, y valorar la temperatura corporal del bebé en su conjunto.

En cuanto a la cabecita, muchos padres se preguntan si es necesario ponerle al bebé un gorrito para evitar la pérdida de calor. La respuesta es no, y tenéis la explicación en este artículo escrito hace unos meses por la pediatra Myriam Triana.

Elige tejidos seguros y transpirables

Evita vestir a tu bebé con prendas que no sean de algodón y fibras naturales. Los tejidos sintéticos y la lana pueden hacer que tu bebé sude en exceso, lo que no es cómodo ni seguro. Tampoco debes utilizar prendas que incluyan cadenas, cintas o imperdibles por el alto riesgo de accidente que suponen.

Recuerda que estas son solo algunas recomendaciones generales, y como tal pueden variar según las necesidades. En este sentido, es esencial observar a tu bebé durante la noche. Si notas que está sudando, enrojecido o incómodo, es posible que debas quitar una capa de ropa. Por el contrario, si parece tener frío al tacto o tiembla, deberás agregar una capa adicional.

Cada bebé es diferente, y sus necesidades de vestimenta pueden variar según su nivel de actividad y su propia comodidad. La clave es mantener un equilibrio para que el bebé esté abrigado y seguro sin sobrecalentarlo. 


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