Cómo leer un cuento a un bebé y conseguir que se interese

¿A un bebé? Pensaréis. Leer un cuento parece cosa de mayores, pero como os hemos comentado en alguna ocasión, nunca es pronto para aproximar a nuestros hijos a los libros y al amor por la lectura. Existen muchos modos de hacerlo y efectivamente leer a un bebé no parece lo más habitual. Sin embargo, se puede hacer desde que ellos se muestren interesados, alrededor de los cinco o seis meses. Os ofrecemos algunos consejos para leer un cuento a un bebé.

Evidentemente, no hablamos de "El Quijote" ni de sesiones que no le gustarían ni al pequeño ni a nosotros. Se trata de "lecturas" entre comillas, donde importan mucho más otras cuestiones que la propia historia. El contacto con los libros, con mamá y papá, escuchar palabras nuevas... todo hará que los peques se beneficien de este sencillo acto y que poco a poco entiendan la lectura como algo agradable.

Consejos para leer un cuento a un bebé

Busca el momento adecuado

Es importante no forzar la lectura, buscar el momento adecuado cuando el bebé esté tranquilo y atento. Es buen momento después del baño y de la cena, y en cambio debemos evitar momentos en los que está inquieto o tiene hambre. Como dijimos en alguna ocasión, el verbo "leer" no admite el imperativo.

Busca historias cortas

La atención de los niños y niñas de corta edad es limitada, al principio si no están acostumbrados y pueden aguantar solo cinco o diez minutos. Con la práctica, pronto notaremos cómo muestran más interés y las sesiones se alargan.

Elige libros sencillos y llamativos

Alrededor del año los mejores libros para niños pequeños son aquellos no solo cortos sino resistentes, con ilustraciones en color, que hablen de temas sencillos y cotidianos... A partir de un año se puede ir aumentando la cantidad de texto para leerles.

Relájate para que tu bebé se relaje

Relájate, disfruta, no lo veas como una obligación, porque los niños lo notarán y no será un momento agradable para nadie.

Habla con el cuerpo

Utiliza todo el cuerpo, mueve las manos, los pies, levántate y ocupa el espacio... Somos pequeños actores.

Cambia los tonos de voz

Utiliza la voz, juega con ella, pon voces diferentes metiéndote en los personajes (que como es lógico serán muy pocos a estas edades), emite voces gruesas, finas, canta, recita, habla bajito, grita...

Paciencia con las interrupciones

No pretendas que el bebé guarde silencio o se esté quieto; hay que entender las interrupciones como parte de la historia y utilizarlas en su beneficio, no entenderlas como algo negativo.

Repite las frases

Repite las frases tantas veces como sea necesario. Volver a escucharlas le hará descubrir cosas que tal vez antes no había notado y esto incrementa su capacidad lingüística y el volumen de vocabulario que va adquiriendo (incluso aunque esté en sus primeras palabras).

Repite el cuento

Si te pide que le leas el mismo cuento una y otra vez, hazlo: les da seguridad conocer la historia y saber lo que va a pasar después, además de que también incrementa su vocabulario notablemente.

Juega con las palabras

Cuando tienen unos meses más y ya hablan puedes jugar a cambiar ese cuento que tanto les gusta, decir palabras mal, omitir algo... ya que les fascina el juego del absurdo y también hacemos uso del tan necesario humor y las risas.


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