Seis cosas que puedes hacer por tu hijo este curso escolar y que le servirán para toda la vida

El nuevo curso ha comenzado, y aparte de que los niños disfruten en el colegio y se desarrollen como personas, los padres también deseamos que nuestros hijos aprendan.

Pero el aprendizaje no solo debería estar relacionado con materias como matemáticas, inglés o lengua, ni debería ceñirse exclusivamente al ámbito escolar.

Los padres también podemos hacer mucho para reforzar lo que nuestros hijos aprenden, así como ayudarles a adquirir otras habilidades necesarias no solo en  su etapa académica, sino a lo largo de su vida.

¿Quieres saber cómo hacerlo? Estos son nuestros consejos.

No seas su secretaria

Año tras año, los grupos de whatsapp de padres del colegio se llenan de mensajes preguntando por los deberes que tienen que hacer los niños en casa.

Que si "mi hijo no los ha apuntado en la agenda", que si "el mío no se ha enterado bien", que si "se ha dejado los libros en clase y necesita una foto de las páginas que tiene que estudiar"... Sea cual sea el motivo, ahí está la madre o el padre para sacarle las castañas del fuego.

Sin embargo, convertirnos en asistentes de nuestros hijos es tremendamente perjudicial para su desarrollo y su salud emocional. Para empezar, no les estamos dando la oportunidad de subsanar sus errores y aprender de ellos para la próxima vez, pero además, el niño acabará creyendo que no es capaz de hacer las cosas por sí mismo.

No cabe duda que duele profundamente saber que nuestro hijo será amonestado por el profesor al día siguiente por no haber llevado sus deberes hechos, pero al fin y al cabo se trata de una situación por la que todos hemos pasado en algún momento, y de la que hemos acabado aprendiendo.

Dale responsabilidades

Muy al hilo de lo anterior está esta otra recomendación centrada en dar a nuestros hijos responsabilidades acordes a su edad, y evitar ir detrás de ellos haciéndoles la vida más fácil.

Porque, ¿cuántas veces habremos salido corriendo detrás de nuestro hijo al darnos cuenta de que se ha olvidado en casa el almuerzo del cole? ¿Cuántas veces le habremos preparado la mochila para asegurarnos de que no se deja nada importante? ¿Y cuántas habremos elegido por él/ella la ropa que debe ponerse al día siguiente?

Hacer las cosas por nuestros hijos no es ayudarles cuando nos necesitan, sino privarles de la posibilidad de aprender, desarrollar nuevas habilidades y poner en marcha su creatividad y capacidad para resolver conflictos.

Permite que manifieste su opinión

Con demasiada frecuencia los niños se encuentran reprimidos y cohibidos a la hora de manifestar sus opiniones, pues los adultos no siempre nos interesamos por su parecer ni escuchamos atentamente lo que tienen que contarnos.

Pero cuando favorecemos que los niños manifiesten su opinión con respecto a un tema, e incluso esa opinión es considerada y tenida en cuenta en la familia, no solo estamos fortaleciendo su autoestima, sino fomentando el desarrollo de importantes habilidades para la vida, como la toma de decisiones, la iniciativa, el espíritu crítico o la asertividad, entre otras.

No hagas los deberes por él/ella

Otro de los errores frecuentes que solemos cometer los padres es hacer los deberes por nuestros hijos. Y con esto no nos referimos a coger papel y lápiz y hacernos pasar por ellos, sino a sentarnos con ellos mientras estudian, memorizar junto a ellos la lección que deben aprender, corregirles los errores en lugar de animarles a que sean ellos quienes descubran dónde ha fallado...

En definitiva, preferimos intervenir para que sus deberes estén perfectos y así anticiparnos a una mala calificación, en lugar de fomentar su sentido de la responsabilidad, esfuerzo y hábito de estudio.

Déjale que experimente en libertad

"No hagas eso", "no toques ahí", "no juegues con el barro, que te ensucias", "no saltes en el charco"... el día a día de los niños está lleno de prohibiciones y "noes" que les impiden experimentar y aprender desde otras perspectivas.

Y es que las matemáticas, la física, la biología o la química no solo se aprenden en la escuela, sino también a través del juego libre, la implicación en las tareas domésticas o la experimentación.

No cortes las alas de su creatividad

Los niños son genios de la creatividad, pero ese don innato con el que nacen se va perdiendo o reprimiendo con el tiempo influenciados por el entorno, la familia y la escuela.

Aunque hay asignaturas en los colegios que potencian la creatividad de los niños, lo cierto es que nunca es suficiente. Por eso, cuando nuestros hijos lleguen a casa debemos permitirles que sigan creando y aprendiendo como deseen, con ideas y consejos que no adormezcan su imaginación desbordada y su capacidad innata de buscar soluciones a todos los problemas.

Dejémosles soñar, ser originales, divergentes, opinar y saltarse las normas de lo esperado. ¡No matemos al genio creativo que todos los niños llevan dentro!

Fotos | iStock, Pexels

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