Papás que crían a los hijos, parejas más felices

Hace unas semanas veíamos que cuando el papá participa activamente en la crianza la relación de pareja se resiente, y sin embargo parece ser que cuando es el padre el que lleva las riendas de la crianza, la pareja vive más feliz.

Esto tiene mucho sentido, y podríamos darle la vuelta, ya que tanto si es la madre como si es el padre los que asumen el papel principal en la crianza de los hijos, con un papel secundario por parte del otro, existirán menos conflictos: se delega responsabilidades en la otra parte y no hay nada que debatir.

Eso no significa que haya menos conflictos con los hijos: ¿no os suena la escena de haber tenido alguna discusión con el pequeño, estar "enfadados" y que llegue papá y todo sean juegos y risas? Y es que la figura clave de crianza es la que tiene una mayor y más estrecha relación con el hijo, pero también la que se enfrenta a más conflictos y tensiones.

En un estudio de la psicóloga australiana Graeme Russell sobre padres que se encargaron de la crianza de los hijos quedándose en casa se llegó a la conclusión de que la mayoría de familias encuentra que la ventaja más notable de que el padre sea el mayor encargado de la crianza es que hay una mejor relación padre-hijo, aunque ello conlleve cierta tensión y mayor conflicto, precisamente por su cercanía.

Es lógico, si pensamos en las exigencias que se impone a la persona encargada de cuidar a los niños a tiempo completo. Las madres por su parte ven esa tensión mayor como una especie de "desromantización" o corrección hacia una relación más realista entre padre e hijo.

Mamás contentas con los papás que cuidan a los hijos

Pero volviendo al tema del post, señalaremos que en los estudios llevados a cabo por el profesor de Psiquiatría Infantil Kyle D. Pruett con este tipo de familias "de rol invertido" se constató que las mujeres valoraban profundamente no tener que preocuparse por la calidad, coherencia o devoción de la persona encargada de cuidar a sus hijos. Si no puede ser una misma, quién mejor que papá, ¿no?

Resulta de lo más normal, no tener que preocuparse por buscar cuidadores alternativos, de dentro o de fuera de la familia, algo que siempre supone un quebradero de cabeza no sólo por si nuestros hijos estarán bien con esas otras personas, sino también por el importante desembolso económico que supone en muchas ocasiones.

La mayoría de las veces, las esposas de los padres cuidadores sienten que su amor y su respeto por su marido se hace más profundo (ojalá esto fuera también así, siempre, en la situación contraria). Y se sienten especialmente felices de estar mostrándoles a sus hijos e hijas que también tendrán opciones distintas para criar a sus descendientes.

A pesar de todo, soy partidaria de que, sea cual sea la figura principal, la otra se implique en lo que pueda. Tal vez nos valdrá algún conflcito entre nosotros, pero deberíamos exigir a papá o a mamá que se implique, ya que los hijos son cosa de dos y las decisiones, cuidados y preocupaciones deberían serlo. ¿Los más beneficiados? Los hijos, sin duda.

En definitiva, si cuidar a los hijos cambia a las personas, y nos cambia a mejor, las mujeres estarán más contentas con sus parejas implicadas en la crianza que han desarrollado ese sentido de la paternidad que da el cuidado consciente y activo de los hijos, valorando el esfuerzo que supone. Como digo, ojalá desde el otro punto de vista también se valorara en su justa medida.

Vía | "El rol del padre", de Kyle D. Pruett Fotos | Big D2112 y jeanine&preston en Flickr-CC En Bebés y más | La implicación de los papás es clave en el desarrollo de los niños, Todo lo que les puede dar papá, Los sentimientos de los hijos ante las discusiones de pareja, Ser papá: cuando tener un hijo destapa la caja de los truenos

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