Master en enfermedades infantiles, técnicas ninja para no despertarlos y otras curiosas habilidades que aprendes cuando te conviertes en madre o padre

Cuando la gente dice que tu vida va a cambiar cuando tengas hijos, te imaginas que van por lo de no dormir y lo de no tener tiempo para tí misma, que también. Lo que no te dicen es que las mamás desarrollamos algo así como "superpoderes" para atender las demandas de los bebés.

¿O acaso eras capaz antes de deslizarte por la habitación sin apenas tocar el suelo cuando se queda dormido? ¿podías medir la temperatura corporal de otro ser humano mejor que cualquier termómetro solo con acercar los labios a su frente?. Repasamos esas curiosas habilidades que aprendes cuando te conviertes en madre o padre.

Tácticas ninja para no despertarle

via GIPHY

Ya puedes llevar meses sin haber pisado el gimnasio y con todos los kilos del embarazo todavía pegaditos a tu cuerpo, que te conviertes en la persona más ágil y liviana cuando el bebé se duerme (por fin). Aquí la sutileza es la clave y cada padre tiene su técnica: unas optan por hacer movimientos rápidos y precisos tipo ninja y otras por utilizar la técnica del perezoso y luego está esta madre, que es toda una profesional. En ambos casos, un suelo que cruja o un tobillo mal engrasado pueden fastidiar la operación.

Hacer cosas con una mano (¡y hasta con los pies!)

Cuando tienes un hijo descubres que se puede hacer casi de todo con el bebé en brazos. Pasar la aspiradora, comerte una tapa de bravas o ir al baño ya no serán cosas que hagas en soledad. Juro que he visto a una mamá escribir con la mano derecha porque su bebé se había quedado dormido en la teta izquierda... ¡siendo zurda!

Pero con las extremidades inferiores, como las de la chica de arriba, también se desarrollan habilidades fantásticas como hacer la pinza con el dedo gordo para alcanzar ropa, juguetes, el teléfono... Algunos papás de gemelos hasta han perfeccionado su técnica para darles el biberón con los pies.

Hacer mil cosas a la vez

La multitarea alcanza dimensiones inesperadas cuando el bebé entra en juego. Si antes hablar por teléfono mientras preparabas la cena te parecía lo más, ahora serás capaz de depilarte con una mano y cepillarte los dientes con la otra mientras tarareas una canción infantil o preparar la comida mientras ves una serie en el móvil. Pies, ¿para qué os quiero? pues para mecer al bebé mientras, claro.

Romper las reglas espacio/ temporales

Sí, las mamás podemos convertir una hora en cinco minutos. ¿O no era ese el tiempo que necesitabas antes para arreglarte y salir de casa y lo que tardas ahora? (bueno, dejémoslo en salir de casa). Lo de hacer tus cosas en el baño es de traca. A veces tocará tener ese momento tan personal con un niño en brazos. Otras, con uno (o más de uno) como público y, cuando ya son un poco más mayorcitos, un clásico: a oscuras (Sí, el interruptor está fuera. Sí, se te ha quedado sin batería el móvil y una vez más sí, ya le has dicho a tu hijo que encienda la luz y ha pasado de ti). Si te sorprenden estas costumbres en el baño mira lo que hace Jessica Biel para tener un momento de tranquilidad.

Expertas en medicina

Las mamás parece que llevamos a los niños al pediatra por confirmar el diagnóstico, porque lo que les pasa ya lo sabemos nosotras: "tiene cara de otitis media aguda, está clarísimo". Con el paso de los años y los sucesivos virus y bacterias que van cogiendo los niños según la temporada, nos convertimos en expertas, sabemos detectar cuándo se va a poner enfermo y algunas pueden hasta competir con el termómetro en exactitud a la hora de saber cuánta fiebre tiene su retoño.

Visión selectiva

Las que éramos desordenadas antes de tener hijos no tenemos ese problema, pero para los amantes de la armonía hogareña se vuelve un auténtico suplicio ver la cantidad de trastos, juguetes, ropa, comida... que invaden cada uno de los rincones de la casa. Para ello desarrollamos la visión selectiva: ¿dónde está esa montaña de ropa por planchar? ¿la ves tú? yo no. Esta es una habilidad que se vuelve muy útil cuando son más mayorcitos y hacen algo que, en circunstancias normales, no aprobarías, pero estás demasiado cansada para regañarles. Ojos que no ven...

Parece que tener un hijo es un cursillo acelerado de "superpoderes". Aquí hemos resumido unas cuantas curiosas habilidades que aprendes cuando te conviertes en madre. ¿Cuáles son las tuyas?

En Bebés y más Las 20 graciosas ilustraciones de una madre que narran el día a día de la maternidad, [Una mujer documenta el día a día de la maternidad para que lo vean los que creen que no hace nada en casa](Una mujer documenta el día a día de la maternidad para que lo vean los que creen que no hace nada en casa)

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 0 Comentario