El "hilo mágico", la genial y sencilla idea que está ayudando a los niños con cáncer a afrontar mejor el tratamiento de radioterapia

Cada año, se diagnostican en el mundo más de 150.000 nuevos casos de cáncer en niños, y a partir de ese momento sus vidas se convierten en una lucha constante por sobrevivir. Sin embargo, nunca debemos perder la perspectiva de que estos pequeños guerreros son niños como todos los demás, con las mismas ganas de aprender, de jugar, de reír... e incluso con los mismos miedos.

Y es precisamente la radioterapia uno de los momentos que más angustia genera a los niños enfermos de cáncer, pues deben afrontarla en soledad y eso les provoca un gran estrés. Por eso, la trabajadora de un hospital inglés ha querido compartir un sencillo truco que está mejorando de forma notable la confianza con la que los pequeños se enfrentan a este momento.

Conectados a través de un hilo mágico

Lobke Marsden, madre de tres niños y trabajadora en el departamento de radioterapia de los hospitales NHS Trust de Leeds y St. James, en Reino Unido, se dio cuenta de que uno de los momentos que peor afrontaban los niños enfermos de cáncer era el proceso de radioterapia.

"Como podéis imaginar, la radioterapia puede sobrecoger sin importar la edad que tengas. Que te dejen solo en una sala con una máscara conectada a la cama para mantenerte quieto durante el tratamiento es algo muy duro"

"La mayoría de los niños que vienen están acostumbrados a hacerse escáneres con sus padres acompañándoles en la misma sala, pero por desgracia, con la radioterapia, por el riesgo de radiación, esto no es posible" - explica Lobke Marsden en el HuffPost.

Así que a Lobke se le ocurrió idear un sencillo y baratísimo método para ayudar a los pequeños en esta fase de su tratamiento: el hilo mágico multicolor.

La idea consiste en una bobina de hilo largo que el niño sujeta mientras está en la sala de radioterapia. Sus padres, o el familiar que le acompañe, sujetan el extremo del hilo al otro lado de la puerta. Cada vez que el niño quiere comunicarse con sus papás, tira suavemente del hilo y ellos responden de la misma forma.

Con esta sencilla forma de comunicación el pequeño se sentirá en todo momento acompañado, sabiendo que al final del hilo están esperándole sus padres.

Así lo explicaba Lobke en su cuenta de Twitter:

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"Los niños tienen que estar solos en la sala de tratamiento durante la radioterapia. Para calmarles la ansiedad por la separación, el niño coge un extremo del hilo y el padre sostiene el otro, de manera que continuan manteniendo esa conexión. Simple pero efectivo"

Grandes luchadores, pero niños al fin y al cabo

Como comentábamos al inicio, los niños enfermos de cáncer son grandes luchadores que deben hacer frente a meses de duros tratamientos. Pasan mucho tiempo hospitalizados, sin poder asistir al colegio y sin poder hacer una vida normal.

Pero no debemos olvidar que aunque la enfermedad les haga madurar a marchas forzadas, no dejan de ser niños con los mismos intereses, miedos e inquietudes que el resto de niños de su edad.

Por eso, este tipo de iniciativas, junto con otras que os hemos comentado como las divertidas fundas para cubrir las bolsas de quimioterapia, las "superfórmulas" o las estaciones lunares, son siempre una gran ayuda para los niños ya que les permite afrontar su enfermedad con confianza, seguridad y un toque de diversión.

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