Mamá, papá… ¿juegas conmigo? Una pregunta que escuchamos tantas veces que podemos llegar a restarle importancia, pero si echamos la vista atrás y recordamos cómo nos sentíamos cuando la hacíamos nosotros y nos daban un sí, es fácil comprender que para nuestros hijos la tiene, y mucha.
A los niños les encanta jugar con sus padres, se divierten y se sienten cuidados y queridos. Con un poco de imaginación podemos transformar cualquier rato libre en casa en un momento mágico en familia, de esos que no se olvidan. Los accesorios de la edición limitada VÄRMER de IKEA están diseñados especialmente para eso, para crear un hogar en el que estar juntos.
Un domingo de galletas y cine
A través del juego simbólico los niños emulan actividades cotidianas, y cocinar suele ser una de sus favoritas. Si les damos la oportunidad de pasar de las cocinitas a una cocina de verdad, no solo estarán más que contentos, también aprenderán pautas de seguridad e higiene, reforzaremos su autonomía y su autoestima, y estarán más predispuestos a probar sabores nuevos.
Lo mejor es ir asignándoles tareas en función de su edad y capacidades, y empezar por recetas muy sencillas, como unas galletas de jengibre. Solo necesitaremos unos Cortapastas VÄRMER (3€), con su juego de 6 formas variadas, un rodillo y una masa para galletas de jengibre VINTERSAGA (2,50€), para que los más peques se diviertan creando galletas navideñas. Verán cómo se doran en el horno (7 minutos entre 175 y 200 ºC) y después degustarán orgullosos el resultado de su hazaña.
Cuando ya dominen la técnica de estirar la masa con el rodillo podemos pasar a recetas sencillas para preparar las galletas desde el inicio, e ir introduciendo pasos nuevos como mezclar ingredientes, batir o preparar bolitas de masa.
Si mientras se hornean las galletas hacemos un chocolate caliente y servimos todo en el salón para acompañar una de sus películas favoritas, la tarde ya será redonda. También podemos preparar juntos unas galletas y guardarlas en una lata VINTERFEST (1€) con dibujos de Navidad para regalar a los tíos, a los abuelos, a su mejor amiguito… o a quien tu peque prefiera. Seguro que te sorprende.
Recortar, pegar, pintar, soñar… un collage en familia
A partir de los 3 años los niños aprenden a recortar. Una tarea clave para estimular el desarrollo de su motricidad fina, pero que al principio les resulta un poco difícil. Estando a su lado podremos ayudarles para que recorten primero líneas rectas muy cortas, luego un poco más curvas, después círculos... Respetando su ritmo.
Crear un collage en familia estimula la imaginación, y no solo de los más peques. Podemos adaptar las creaciones a cada edad aprovechando materiales que tengamos en casa, como cartones, telas o periódicos, para que aprendan también formas divertidas de reciclar.
Un rincón en el salón o en el comedor, acogedor y cálido, será ideal como centro de todo tipo creaciones. Necesitaremos espacio para repartir los recortes, pero también estar todos cerca para seleccionar y hacer la composición. El sillón VÄRMER (69€) es una silla grande pensada para que tú y tu hijo podáis sentaros juntos. Así será más fácil echarle una mano siempre que le haga falta o empezar una guerra de cosquillas si surge la ocasión.
Esta Navidad decoran la casa los más pequeños
Jugar en familia fortalece el vínculo entre padres e hijos. A los niños les encanta imitarnos en todo y es una oportunidad genial para enseñarles con el ejemplo valores como saber perder o respetar las reglas del juego. Pero también es importante no imponernos y dejar que sea el niño quien nos guíe, para que se sienta valorado y gane confianza en sí mismo.
Si lo típico es montar la decoración navideña en familia, podemos dar un paso más y dejar que sean ellos los que decidan dónde y cómo colocar sus piezas favoritas. En el surtido VINTERFEST de IKEA encontrarán todo tipo de adornos para desarrollar su creatividad.
Así este año podrán contarnos si les gustan más los Adornos de Navidad colgantes de Papá Noel VINTERFEST (10€/3 unidades) o los de setas (4€), o si prefieren los árboles grandes o pequeños. Los niños necesitan sentirse escuchados y útiles. Ellos se lo pasarán en grande y nosotros aprenderemos nuevas formas de decorar que seguro que jamás se nos habrían ocurrido.
En la mesa podrán escoger las servilletas, el mantel, los cuencos, el color de las velas… Y a la vez con nuestra ayuda aprenderán dónde se coloca cada cosa y para qué sirve. Al igual que el Calendario de Adviento VINTERFEST (9€) les enseña a contar, ¡y a desarrollar la paciencia!
Para convertir tareas cotidianas en actividades lúdicas solo necesitamos entrar en su mundo. Ese mundo en el que las cajas pueden ser castillos, los caballos de cerámica hablan, las plantas se convierten en bosques encantados y actividades tan sencillas como cocinar o decorar, se transforman en un momento de diversión máxima.
Encontrando tiempo para jugar un poco cada día adquiriremos un maravilloso hábito que desarrollará la imaginación de nuestros hijos, mejorará sus habilidades sociales y les hará sentirse felices y seguros, porque sabrán que aunque el juego termine hoy, van a poder disfrutarlo igual también mañana. Y al final del día... ¿qué nos da más felicidad que verlos felices?