Por qué el algodón orgánico es el mejor amigo de la delicada piel de un bebé

Por qué el algodón orgánico es el mejor amigo de la delicada piel de un bebé
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¿Sabías que la piel de un bebé es hasta un 30% más fina que la de un adulto? Eso la hace más vulnerable a las agresiones externas y la convierte en blanco fácil de alergias e irritaciones. De ahí la necesidad de cuidarla al máximo para evitar complicaciones e incomodidades para el pequeño, tanto en las rutinas y gestos del día a día como en la elección de las prendas que lo acompañan en sus primeros meses de vida.

Cambios de pañal frecuentes y ropita de algodón orgánico, como la de la línea eco concepción de Kiabi, serán algunas de las máximas para conservar la dermis del recién nacido sin alteraciones.

Cuando el bebé nace, su piel está cubierta por una capa grasa llamada vérnix que tiene la función de protegerlo dentro del útero de la madre. Esa misma capa ejercerá una función de protección esencial durante los primeros días tras el nacimiento: le ayuda a mantener la temperatura corporal, así como la hidratación natural, a la vez que impide que la piel se reseque o sufra agresiones en el exterior. Por eso, en ningún caso debemos retirarla bañando al bebé, ya que con el paso de los días se reabsorberá sola.

Con el transcurso de las semanas, la piel del recién nacido va evolucionando, pero no es hasta los tres años cuando su barrera cutánea termina de desarrollarse. Hasta entonces, su piel será tan delicada que puede presentar una especial sensibilidad ante cualquier agresión externa.

Desde la zona del pañal a la peribucal, pasando por el resto del cuerpo (extremidades y torso), incluido el cuero cabelludo. ¿Cómo puedes mimar la piel de tu bebé y prevenir problemas?

Cuidado de la zona del pañal

Se trata de una de las más sensibles, ya que está expuesta permanentemente a la orina y las heces, que son agentes irritantes. Así, para evitar problemas en esta zona, es imprescindible mantenerla limpia y seca en lo posible, con frecuentes cambios de pañal. Y es que dejar a un bebé demasiado tiempo con un pañal sucio puede provocar la conocida como dermatitis del pañal.

También hay otros factores que pueden irritar esta zona aun con cambios frecuentes. Por ejemplo, la composición de las heces, ya sea por alergias alimentarias, por la introducción de nuevos alimentos, la ingesta de medicamentos o la irrupción de los primeros dientes. En cualquier caso, habrá que aplicar crema protectora específica para aliviar y curar la irritación.

Otro factor determinante es el uso continuado de toallitas húmedas para la limpieza de esta zona. Aunque son útiles y prácticas, se recomienda, sobre todo en los primeros meses de vida del bebé, hacer limpiezas con esponjas jabonosas, que retiran mejor los restos y son menos agresivas. Incluso cuando el peque vaya creciendo y manchando menos pañales, se recomienda hacer al menos un cambio de pañal al día con una de estas esponjas. Al finalizar, secar bien toda la zona antes de colocar el pañal es esencial para evitar irritaciones.

Cuidado de la piel del resto del cuerpo

Kiabi Bebe 2

La piel de los brazos, el torso y las piernas del bebé puede sufrir igualmente múltiples alteraciones, la mayoría de ellas benignas, durante los primeros años de vida debido a su gran vulnerabilidad. Comenzando por la cabeza, que puede sufrir una descamación conocida como costra láctea, que suele resolverse sola con el paso de las semanas.

Otras tienen más que ver con los agentes externos. Como es la sudamina, una de las alteraciones más comunes en la delicada piel del bebé. Se trata de una especie de sarpullido en forma de pequeños granitos rojos o blancos que aparece en los meses de calor o cuando se abriga en exceso al bebé. Pero hay muchas otras que, si bien se consideran leves, suelen causar preocupación en los padres.

El tejido ideal para su piel

Basta con pensar en que la piel del bebé se enrojece con facilidad al tacto por sus características vasculares (más aún, cuando aún es un recién nacido) para entender que el tejido de sus ropitas juega un papel esencial a la hora de prevenir problemas.

Por esta razón es importante elegir cuidadosamente las prendas con las que vamos a vestir al pequeño. En este sentido, el algodón orgánico es el tejido ideal para abrigar y proteger la delicada piel del bebé con total seguridad. Es un material perfecto para los peques con pieles atópicas y muy transpirable, cualidad que reduce problemas frecuentes como el mencionado de la sudamina.

Respeta la piel del bebé y el planeta

¿Qué hace que este algodón sea tan especial? Pues que se cultiva sin emplear fertilizantes, pesticidas o metales pesados, con técnicas de agricultura ecológica, algo que no solo beneficia a la piel del niño, sino al planeta. Así, en el caso de la gama de prendas Eco concepción de Kiabi, el algodón orgánico se cultiva sin semillas OGM (transgénicos) con un compost natural que sustituye a los fertilizantes artificiales y los pesticidas.

Todo ello se transforman en prendas básicas para el bebé compuestas por un mínimo del 70% de fibras de este algodón respetuoso. Y sin renunciar al diseño y a las tendencias de moda. Bodies, pijamas, chaquetas, leotardos, pantalones, sudaderas y todas aquellas prendas básicas para configurar el armario del bebé desde el nacimiento están disponibles en este tejido respetuoso y libre de toxinas en la colección eco concepción de Kiabi.

Además, apuestan por diseños con simpáticos motivos infantiles con los que el bebé estará adorable, además de a la última.

Suavidad para toda la familia

Una de las cualidades más atractivas de las prendas de algodón orgánico es que son muy suaves y cómodas al tacto, lo que las convierte en perfectas y muy cómodas para el bebé. Y no solo para él, sino también para toda la familia, pues esta línea eco concepción no se limita al catálogo de bebé, sino que se extiende al de niños y niñas, hombre, mujer y premamá.

La idea de esta colección eco concepción de Kiabi no es solo mimar las pieles más reactivas con prendas estilosas y divertidas, como este pijama de dinosaurios, sino reducir al máximo su huella medioambiental, actuando en todos los eslabones de la cadena de suministro.

Desde el cultivo de la materia prima (el algodón), pasando por el ahorro de agua y energía, el método de fabricación y el transporte, hasta las recomendaciones de lavado en casa para conseguir un menor impacto en el planeta. Porque ¿sabías que lavando tu ropa a 30°C o en un programa frío, tú también poner tu granito de arena por salvar el planeta?

Imágenes | Kiabi

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