¿Cómo podemos asegurar una protección solar adecuada para el bebé?

¿Cómo podemos asegurar una protección solar adecuada para el bebé?
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Debemos tener claro en primer lugar que el sol no es perjudicial de por sí. Es la principal fuente natural de vitamina D. En los últimos años, nuestra vida sedentaria y la falta de exposición solar han creado un déficit generalizado de vitamina D. De hecho, esta siendo recomendado por pediatras dar suplementos de vitamina D para garantizar los niveles necesarios para un correcto desarrollo.

Una exposición solar adecuada aporta a la piel del bebé melanina, el principal protector natural contra las quemaduras solares.

Además, un reciente estudio de la universidad de Australia, ha demostrado que una falta de exposición solar aumenta los casos de dermatitis atópica y alergias en los lactantes.

Por tanto, la exposición solar no solo es buena sino que necesaria y recomendable, pero siempre con unas precauciones claras.

En el caso de los bebés menores de seis meses, la exposición directa al sol debe evitarse en todo caso. Además, si es posible, debemos evitar utilizar todo tipo de crema de protección solar. En caso de que preveamos que vaya a haber una exposición directa, trataremos siempre de utilizar una protección física —es decir, llevar su piel cubierta— y si no fuera posible, recurrir únicamente a cremas hipoalergénicas para pieles sensibles y con filtro mineral.

¿Cómo debemos proteger la piel de los posibles perjuicios de una exposición solar inadecuada?

¡La piel tiene una memoria asombrosa! Los hábitos preventivos adecuados y de protección solar desde la infancia pueden evitar los daños derivados del sol.

Imagen Solar 2

Según la AEPED, entre un 50 y 80% del daño por la exposición solar se realiza durante la infancia y la adolescencia.

Los problemas que genera la exposición solar vienen determinados por el exceso de tiempo y la forma inadecuada en la que tomamos el sol. Los principales problemas derivados de esto son:

  • Quemaduras solares en la piel
  • Envejecimiento de la piel
  • Cáncer de piel

Existen 2 tipos de protectores solares en crema, que veremos a continuación.

Con filtros minerales/físicos

Actúan como un espejo reflejando la luz y evitando que los rayos solares penetren en la piel. Tienen la gran ventaja, especialmente para los bebés, que no son absorbidos por la piel. Son, por tanto, los recomendados para niños menores de tres años.

Suelen ser más espesos, dejando una capa blanquecina que dificulta su aplicación. Aunque actualmente existen “pigmentos micronizados” (aparecen en el envase con la palabra “nano”) que reducen este inconveniente dejando una capa blanca menos espesa.

Otra ventaja de los filtros físicos es que son efectivos desde el mismo momento de la aplicación. Eso sí, suelen ser menos resistentes al agua y hay que aplicarlos de forma más frecuente.

Con filtros químicos

Captan la energía solar absorbiéndola y la transforman en calor evitando que la piel se queme. Los filtros químicos están formulados con sustancias sintéticas que al ser absorbidas por la piel pueden generar alergias o ser perjudiciales para nuestro organismo.

Como debe ser absorbido por la piel, duran algo más que los filtros físicos pero se deben aplicar 20/30 minutos antes de la exposición solar para ser efectivos. Solo debemos utilizarlos, si es necesario, en niños de más de tres años de edad.

Usar una crema solar con ambos filtros es la protección más efectiva

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La crema solar de sanosan proporciona una protección equilibrada contra los rayos UVB, UVA e IRA. El dióxido de titanio actúa como filtro físico sin provocar irritaciones en la piel y actuando inmediatamente. Además, no contiene parabenos ni aceite de parafina.

Otras medidas de fotoprotección tan importantes como los protectores solares en crema son:

  • Evitar la exposición directa al sol siempre que sea posible, especialmente en bebés menores de seis meses. En caso de que no lo sea, recurrir en primer lugar a una protección física (ropa, gorrito, muselina…) y, en último término, a una crema hipoalergénica para pieles sensibles con filtro mineral.
  • Evitar la exposición prolongada al sol, sobre todo en las horas centrales del día (De 12:00 a 16:00 horas).
  • En verano, la exposición solar debe ser paulatina. Es decir, poco a poco iremos aumentando el tiempo que nos exponemos al sol para ir acostumbrando la piel.
  • Buscar lugares con sombra en espacios abiertos o utilizar sombrillas.
  • Utilizar ropa que cubran buena parte del cuerpo sobretodo cuando estemos en áreas soleadas. Llevar gafas de sol oscuras, con filtro UV y utilizar sombreros.
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