Celebraciones de nacimiento, bautizo o comunión: cuándo empezó la tradición

Celebraciones de nacimiento, bautizo o comunión: cuándo empezó la tradición
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Celebrar la vida es algo inherente al ser humano. No es solo un decir: es una cuestión antropológica e histórica. Hoy, los llamados baby shower están a la orden del día. Los organizan familiares y amigos para celebrar que un bebé está en camino; pero su origen se remonta al Antiguo Egipto, a la Antigua Grecia y al Imperio Romano.

Entonces, este homenaje a la vida y los presentes ofrecidos al recién nacido tenían un significado de protección, de salvaguarda casi espiritual. A lo largo de los siglos ha evolucionado hasta fórmulas de todo tipo. Hoy, la solidaridad se está haciendo un hueco también en este terreno y propuestas como Regalo Azul de UNICEF alcanzan mayor trascendencia al regalar valores humanos al destinatario y, al mismo tiempo, contribuir a la salvaguarda de los niños más vulnerables, como veremos más delante.

Pero vayamos al principio de la historia: ¿acaso creíamos haber inventado la última tendencia en celebraciones? Lo sentimos, los faraones llegaron primero.

La celebración del nacimiento en la Antigüedad

En el Antiguo Egipto cuando se hablaba del nacimiento de un faraón se hacía en referencia su coronación, a su transformación en un “dios”, tal y como consideraba su cultura. En ese contexto, que los griegos heredaron y adoptaron, se creía, también, que los malos espíritus acechaban a las personas en el día de su nacimiento. Por eso, las celebraciones y los regalos con motivo de esa fecha comenzaron como un modo de protección, de mantener a salvo al homenajeado a través del apoyo de la comunidad.

Más allá de los faraones y los dioses, los rituales de bienvenida a un bebé (las baby showers de la época) se celebraban entonces, a diferencia de en la actualidad, cuando el niño o niña ya había nacido (cabe recordar la elevada mortalidad infantil de la época). Además, en la Antigüedad, estas fiestas solo se daban con la llegada del primogénito, que dejaba en herencia a sus hermanos pequeños los presentes recibidos.

Baby Shower 2

Los romanos continuaron no solo con la celebración del nacimiento, sino también de cada año de vida, y en el 50 cumpleaños de un hombre (en el caso de las mujeres, no fue así hasta el siglo XII) la tradición mandaba obsequiarle con una tarta. No, los pasteles de cumpleaños tampoco son una invención de nuestra sociedad.

En la cultura cristiana, fundamental para comprender la sociedad occidental y sus ritos, las fiestas de cumpleaños se consideraban algo pagano hasta el siglo IV, cuando comenzó a celebrarse la Navidad, que no es otra cosa que el cumpleaños de Jesús.

A partir del Renacimiento, las mamás ─hablamos de la sociedad cortesana, de la nobleza─ también empezaron a recibir regalos. Y, en la época victoriana, los baby showers pasaron a ser algo reservado a las féminas: las mujeres con experiencia en la maternidad daban consejos a las primerizas, algo que, sea cual sea la época histórica en la que vivas, nunca está de más. También en este periodo, y hasta entrado el siglo XX, estas conmemoraciones adoptaron un cariz social; en ellas, se ofrecían regalos (cada vez más prácticos) a las familias para ayudarlas económicamente con la llegada del bebé.

Bautizos y comuniones, citas también asentadas en la infancia

Bautizo

Las fiestas de nacimiento no son los únicos ritos o celebraciones que marcan la infancia de los niños y niñas en Occidente; también lo hacen los bautizos y las comuniones, de origen cristiano y, hoy, eventos adaptados a la sociedad laica.

El bautismo, como ritual religioso, ya estaba asentado en el judaísmo, y el cristianismo lo convirtió en su rito de iniciación. En España (quizá por eso el concepto de baby shower nos resulta novedoso), el bautizo sirvió durante décadas como fiesta de presentación del bebé, como ceremonia para darle la bienvenida no solo al mundo, sino también a una religión y a un culto.

Desde hace años, existen también los bautizos laicos: eventos para introducir formalmente a un niño o niña en la sociedad. Francia, en los años 70, fue pionera en este concepto, mientras que el primer bautizo civil se celebró en España en 2004.

Por su parte, la primera comunión se implantó como ceremonia católica en 1215 en el Concilio de Letrán: entonces, se decidió que los niños de entre 11 y 14 años debían recibir este sacramento. Con los siglos, la ceremonia de la primera comunión ha evolucionado y, actualmente, se celebra cuando los niños y niñas tienen entre 9 y 10 años. Al igual que ocurre con los bautizos, las comuniones civiles se han popularizado de un tiempo a esta parte.

Recordatorios inolvidables, regalos que salvan vidas

Tarjeta Regalo Unicef

En ceremonias religiosas, laicas, baby showers de inspiración estadounidense o en fiestas de nacimiento sencillas y tradicionales, los regalos son un denominador común. Y también lo son los recordatorios que  ofrecen los orgullosos organizadores a los asistentes a la celebración. De hecho, la pregunta sobre cómo lograr que nuestros invitados recuerden ese evento, ese momento tan especial, se convierte para muchos en un quebradero de cabeza.

La evolución de ese elemento tan importante en las celebraciones sociales se ha basado en diseños cada vez más sofisticados, con troqueles, gofrados, tintas metalizadas, fotografías de los homenajeados...  que han ido destilando la esencia de cada época. Hoy, los recordatorios que educan en valores se posicionan como una muy buena opción para transmitir a los niños y niñas la importancia de la solidaridad en un mundo cada día más global.

Bodegon

Ellos mismos, que han visto cómo su gran día se retrasaba a causa de una enfermedad de impacto mundial, lo han comprendido en los últimos meses: saben que el acceso a vacunas, a productos de alimentación básica y a medicinas es esencial para crecer con salud y seguridad.

Regalo Azul de UNICEF es uno de esos presentes que saca una doble sonrisa al invitado al llevar a su memoria el calor de sus seres queridos y el gesto solidario que encierra una apuesta por el futuro de los menos favorecidos. Tan útil como original, es un kit de supervivencia para niños y niñas de países como Uganda, Afganistán o Sudán.

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¿Cómo funciona? En la web regaloazul.es se compran los productos para los niños y niñas que más lo necesitan (que recibirán pastillas potabilizadoras, vacunas, alimentos o medicinas). Después, se personaliza una tarjeta en la que podrás contar a tus invitados la donación que has hecho en su nombre y que UNICEF enviará a la dirección que se indique para poder repartirlas el día del evento y que será un recordatorio de que sí, es posible contribuir a cambiar el mundo con un clic.

Regalo Azul de UNICEF se puede elegir como versión solidaria del clásico recordatorio del evento: en nombre de los invitados, se envía un regalo con dos destinatarios, quien recibe la tarjeta (personalizable, incluso, con un retrato de nuestro pequeño o pequeña) y quien recibe el verdadero regalo: salud y vida.

Imágenes | UNICEF, Unsplash - Josh Applegate, Pexels - Alex Tim, Vidal Balielo Jr.

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