Tras el diagnóstico de autismo de su hija, decidió escribir cuentos con pictogramas para ayudar a niños con necesidades especiales

Cuando a la hija de Valeria le diagnosticaron Trastorno del Espectro Autista (TEA), su madre decidió servirse de su pasión por la literatura y la escritura para escribirle un cuento. Como la pequeña no tenía desarrollado el lenguaje, Valeria se apoyó en los pictogramas para plasmar, en una emotiva historia, los duros momentos que estaban viviendo.

Hemos entrevistado a esta madre, nacida en Ucrania pero viviendo en nuestro país desde hace 13 años, para saber más sobre su excelente trabajo. Aquí estudió Filología Hispánica, ejerce como docente en la Universidad de Málaga y es autora de nueve cuentos infantiles, tres de ellos dirigidos a niños con necesidades especiales.

"Los cuentos con pictogramas han sido una gran ayuda para mi hija"

Los tres cuentos con pictogramas escritos por Valeria Savrasova

El diagnóstico de TEA de su hija mayor fue un jarro de agua fría para toda la familia. Su niña tenía por aquel entonces dos años y uno de los principales rasgos que presentaba era el no desarrollo del lenguaje.

"Recibir este diagnóstico fue algo muy duro. Te sientes solo y el mundo se te viene encima. Son momentos de mucha incertidumbre porque no sabes lo que le espera a tu hija, ni sabes qué puedes hacer para ayudarla" - explica Valeria.

"Además, se sumaba a la ecuación el factor tiempo. Y es que desde el diagnóstico hasta que comenzó con terapia pasó un largo año y medio, y eso es mucho tiempo de espera... Pasas nervios, momentos de ansiedad, de tristeza, desesperanza... Fue muy duro".

Valeria acompañaba a su hija al logopeda y allí aprendió técnicas para poner en practica también desde casa. Poco a poco su hija fue desarrollando el lenguaje y Valeria quiso plasmar todo este proceso en su primer cuento con pictogramas llamado "La princesa aprende a hablar", que publicó en 2016.

"Este fue mi primer cuento con pictogramas, y lo escribí en honor a mi hija y a todos los profesionales que se volcaron con ella y nos ayudaron en aquellos duros momentos. Cuenta la historia de una niña que no sabe hablar, pero un hada le acaba enseñando a hacerlo. Ese hada simboliza a todos los especialistas que tratan con tanto cariño y dedicación a los niños con autismo".

Después de este cuento, Valeria publicó "La princesa va al dentista", en donde se explica con pictogramas cómo deben cepillarse los dientes los niños y por qué es tan importante visitar al odontopediatra. Su tercer, y por el momento último cuento con pictogramas se llama "Mi muñeca", y pretende ayudar a los niños con necesidades especiales a integrar el juego simbólico en sus vidas, y a fomentar su imaginación:

"Mi muñeca" es un alegato al juego simbólico y a la importancia que tiene en la vida del niño. Los niños con TEA no tienen desarrollada esta parcela, así que el cuento les explica cómo pueden jugar con sus muñecas, lavándolas, vistiéndolas, dándoles de comer, llevándolas al parque... En definitiva, abriéndoles el camino del aprendizaje y la imaginación".

Y aunque los pictogramas son un excelente recurso para facilitar a los niños con TEA la comprensión del mundo que les rodea y la iniciación a la lectoescritura, este tipo de cuentos son muy prácticos para cualquier otro niño, pues los pictogramas ayudan a los peques que no saben leer a interpretar el texto y seguir el hilo de la historia:

"A los niños pequeños les gusta mucho este tipo de cuentos, pues no necesitan de un adulto que se los lea para entender el significado de la historia. Con la ayuda de los pictogramas ellos mismos saben interpretar lo escrito, fomentando su independencia, confianza y autoestima"

Otros cuentos en prosa y verso para los más pequeños

Pero para Valeria, la vocación por la literatura infantil no termina en estos tres cuentos, pues más allá de los libros con pictogramas esta mamá entregada a la escritura ha publicado seis títulos más, tanto en verso como en prosa.

Entre ellos, destaca "El gato errante", que tiene como objetivo explicar a los niños la temática de los refugiados, "1,2,3 ¿qué pintor es?", para acercar el arte a los más pequeños, o "Terremoto", en donde se explica la importancia de la cooperación para conseguir objetivos.

Como madre y escritora, Valeria es una firme defensora de acercar la lectura a los niños desde muy temprana edad: "Leer tiene múltiples beneficios para el desarrollo de los niños, tengan o no tengan una discapacidad. Por eso es importante leer a nuestros hijos, contarles historias y hacerles partícipes de la lectura".

Agradecimientos | Valeria Kiselova Savrasova

Fotos | Pixabay, iStock

La princesa aprende a hablar

La princesa va al dentista

Un, dos, tres, ¿qué pintor es?

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