Anticonceptivos durante la lactancia: ¿cuál es más recomendable?

Se suele pensar, erróneamente, que mientras se está dando pecho la madre no puede quedar embarazada porque no se produce la ovulación. Pero hay muchos matices que deben ser tenidos en cuenta, y que hacen que la reaparición de la regla tras el parto no sea igual en todas las mujeres.

Si estás dando el pecho a tu bebé y en tus planes no está la idea de un nuevo embarazo, es mejor tomar las debidas precauciones con los métodos anticonceptivos más adecuados para esta etapa. Te explicamos cuáles son y qué fiablidad tiene cada uno de ellos.

La lactancia materna como método anticonceptivo

Durante la lactancia, la madre produce prolactina, una hormona que estimula la producción de leche. Esta hormona es la responsable de que se reduzca la producción de otras dos hormonas (la LH, hormona luteoestimulante, y la FSH, hormona foliculoestimulante), provocando una falta de ovulación (anovulación), y por tanto, la ausencia de menstruación.

El conocido como MELA (método de la lactancia y la amenorrea) es un método anticonceptivo natural que ayuda a prevenir el embarazo mientras dura la lactancia, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones:

  • El bebé debe tener menos de seis meses.

  • La lactancia debe ser exclusiva y a demanda, de manera que el bebé no puede pasar más de seis horas sin mamar por la noche, ni más de cuatro horas por el día.

  • La madre no tiene la regla.

Si se cumplen todos los requisitos, la fiabilidad de este método anticonceptivo es del 100% durante las primeras doce semanas tras el parto, y del 98-99% durante el segundo trimestre de vida del bebé.

Pasados los seis meses, como el bebé empieza con la alimentación complementaria y las tomas pueden espaciarse más, la fiabilidad desciende y es posible que se produzca la primera ovulación.

En cualquier caso, la reaparición de la primera regla tras el parto es muy variable de una mujer a otra, y puesto que es muy difícil prever cuándo vendrá, también lo es conocer el momento exacto de esa primera ovulación.

Métodos anticonceptivos de barrera

Preservativo masculino

El preservativo masculino es el método anticonceptivo de barrera más utilizado, con una fiabilidad del 100% siempre que sea utilizado correctamente.

Por lo general, suele ser el método preferido por las parejas cuando se retoman las relaciones sexuales tras el parto, ya que es cómodo, fácil de utilizar, y no tiene efectos secundarios ni para la reciente mamá ni para el bebé, y tampoco influye en los cambios hormonales.

Preservativo femenino

El preservativo femenino suele ser un método desconocido entre muchas parejas, y en consecuencia, menos utilizado que el masculino. Consiste en una funda transparente elaborada con nitrilo o poliuretano, con dos anillos flexibles en cada extremo.

Bien utilizado puede llegar a tener una fiabilidad de hasta el 95%. Su uso aporta ventajas con respecto al preservativo masculino, pero también tiene algunos inconvenientes, como su precio y lo difícil que a veces resulta encontrarlo en las farmacias.

Dispositivo intrauterino de cobre

El dispositivo intrauterino de cobre es un método anticonceptivo de gran eficacia y compatible con la lactancia, que actúa dañando a los ovocitos y espermatozoides, además de tener un efecto espermicida

Debe ser colocado en la consulta del ginecólogo cuando se haya producido la involución uterina (aproximadamente, tres meses después del parto), y puede retirarse en el momento en que la mujer decida volver a intentar un embarazo. Su índice de fiabilidad ronda el 98-99%.

Diafragma

El diafragma es una pequeña copa o capuchón que se coloca en el interior de la vagina antes de tener relaciones sexuales para recoger el semen, e impedir que pase al interior del útero. Su fiabilidad puede llegar a alcanzar el 94%, pero para ello es muy importante saber utilizarlo correctamente.

Es algo delicado de utilizar, pues además de tener que usarlo con cremas espermicidas para lograr una mayor eficacia, los cambios de la vagina tras el parto hacen que sea necesario esperar un tiempo para poder utilizarlo.

Métodos hormonales

No se aconseja utilizar anticonceptivos hormonales antes de las seis semanas postparto, y descartar aquellos con estrógenos, pues bajan la producción de leche y acortan el período de lactancia.

La píldora anticonceptiva

La píldora es un método anticonceptivo hormonal que puede ser de dos tipos:

  • Píldora combinada a base de progestina (derivada de la progesterona) y estrógenos.

Durante la lactancia se desaconseja emplear anticonceptivos con estrógenos pues bajan la producción de leche. Según leemos en e-lactancia.org, es mejor utilizar anticonceptivos solo con progestágenos o, en su defecto, combinados con la mínima cantidad de estrógenos posible.

  • Píldora libre de estrógenos que solo contiene progesterona.

La progesterona no reduce la producción de leche ni afecta a la lactancia. Basta con mirar la composición para confirmar que el componente que llevan es solo este y tendremos seguridad de que no afectarán en modo alguno a la lactancia de nuestro bebé.

La minipíldora es un anticonceptivo similar a la píldora convencional pero sólo contiene gestágeno, (no contiene estrógenos), y no afecta ni a la cantidad ni a la calidad de la leche materna.

Si la píldora se toma correctamente, sin olvidos y teniendo en cuenta las situaciones en las que puede haber una disminución de la eficacia, su efectividad es del 99%.

DIU de progesterona

Existe otro tipo de DIU a base de hormona progestágeno levonorgestrel. Esta hormona hace que la capa que recubre el útero por dentro (endometrio) se desarrolle menos, además de espesar el moco cervical e impedir la entrada de los espermatozoides.

Existen varias marcas de este tipo de DIU, y su duración oscila entre los tres y los siete años. El principal inconveniente de este método es que la hormona levonorgestrel puede producir en algunas mujeres dolor de cabeza, acné y sensación de hinchazón abdominal.

Implantes subcutáneos

Los implantes subcutáneos a base de progestágeno (etonogestrel) también son compatibles con la lactancia, tienen una duración aproximada de tres años y su eficacia es del 99%.

Según leemos en e-lactancia, pueden ser colocados en los primeros días u horas tras el parto, ya que no afectan a la producción ni composición de la leche materna, aunque algunos expertos consideran más seguro esperar entre cuatro y seis semanas después de haber dado a luz.

Inyecciones hormonales

Las inyecciones hormonales de progestina son otro método hormonal compatible durante la lactancia, cuya fiabilidad es muy alta si se aplican correctamente.

Deben ser administradas por un médico o enfermera de manera trimestral, por lo que el principal inconveniente que tiene es recordar ponerlas a tiempo para no restar eficacia.

Anillo vaginal

El anillo vaginal o mensual consiste en un aro o anillo de material plástico flexible que, colocado en la vagina, libera hormonas femeninas idénticas a la píldora anticonceptiva en dosis bajas y constantes. Bien utilizado, tiene una eficacia del 99%.

La mayoría de los anillos combinan estrógeno y progestina, por lo que no serían seguros durante la lactancia. Sin embargo, es posible encontrar anillos vaginales sin estrógenos, pero para colocarlo hay que esperar a la total involución uterina y tener en cuenta sus posibles efectos secundarios (irritación, dolor y ciertas molestias durante las relaciones sexuales).

Métodos naturales

Los métodos anticonceptivos naturales se basan en detectar la ovulación, con el objetivo de evitar mantener relaciones sexuales en los días fértiles. Pero durante la lactancia puede ser muy difícil identificar esos días, por lo que la "abstinencia" basada en el calendario del ciclo ovulatorio no es la opción más fiable.

Existen los siguientes tipos de métodos naturales:

Método Billings

Se basa en la observación del moco cervical, teniendo en cuenta las siguientes características:

  • Al terminar la regla hay sequedad y flujo escaso.

  • Durante el periodo fértil, el flujo se vuelve transparente, elástico y filante (similar a la clara de huevo). Este moco fértil dura 72 horas, y es durante las últimas 24 que se produce la ovulación.

  • Pasada la edad fértil, el flujo se va espesando y pierde elasticidad hasta que llega de nuevo la regla.

Pero hay que tener en cuenta que las secreciones vaginales durante la lactancia no son iguales a las que ocurren fuera de ella, por lo que puede ser difícil reconocer estas características.

Temperatura basal

La temperatura basal consiste en medirse la temperatura al despertar (con un termómetro basal), antes de levantarse de la cama, y reflejarla en un calendario para ver su evolución. La gráfica nos mostrará cuando hemos ovulado, pues justamente después de los días fértiles, la temperatura comienza a ascender hasta la llegada de la regla.

Autopalpación del cérvix

Cuando comienza el ciclo, el cuello de la matriz está cerrado y duro al tacto, y a medida que se acerca la ovulación va subiendo, se ablanda y se abre.

Mediante la palpación con los dedos, la mujer podría saber en qué momento del ciclo se encuentra, ya que si está en plena ovulación el cuello está tan alto que costaría llegar a tocarlo. En cualquier caso, es una técnica compleja que requiere de aprendizaje y práctica para saber apreciar los cambios.

Método sintotérmico

El método sintotérmico es una combinación de los tres métodos, y por tanto ofrece una forma más precisa de detectar la ovulación.

Estos son los datos más importantes que debemos conocer sobre los métodos anticonceptivos que podemos usar si estamos dando el pecho. De todos modos, ante cualquier duda o consulta lo recomendable es acudir al ginecólogo. También podeis echar consultar en e-lactancia.org, la web de referencia sobre medicamentos y lactancia.

Fotos | iStock, Pixabay

Más información | Alba Lactancia, Planned Parenthood

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