Niños orquídea, tulipán o diente de león: descubre cuál es tu hijo según su grado de sensibilidad

Todos los seres humanos tenemos sensibilidad, aunque en diferentes grados, siendo en algunas personas un rasgo especialmente marcado. Es el caso de las personas con alta sensibilidad, una característica que también se presenta en la infancia.

Para definir el nivel de sensibilidad del niño y su capacidad de adaptación al entorno se estableció la clasificación de "orquídea", "diente de león" y "tulipán". Esta metáfora floral nos ayuda a entender de una manera muy ilustrativa cómo los niños reaccionan y se adaptan a las diferentes experiencias según su grado de sensibilidad.

¿Quieres saber si estás criando a un niño "orquídea", "diente de león" o "tulipán"? Te contamos cómo son y qué debes tener en cuenta como padre o madre.

Niños 'Orquídea', 'Tulipán' y 'Diente de león': ¿a qué se refiere esta clasificación?

Antes de hablar de la clasificación en sí es importante explicar qué es la sensibilidad y por qué existen diferentes grados.

Definimos la sensibilidad como la capacidad de percibir, procesar y responder a los estímulos, tanto internos como externos. La sensibilidad puede manifestarse en diferentes áreas de la persona, como la sensibilidad sensorial, emocional y social.

La sensibilidad varía de una persona a otra debido a una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. 

Es importante destacar que la alta sensibilidad no es un trastorno, sino una variante normal de la personalidad. Algunos niños nacen con esta característica, y la crianza y el ambiente pueden influir en cómo se desarrolla y se maneja.

La clasificación en "orquídea" y "diente de león" fue introducida en 2005 por el pediatra y profesor de la Universidad de California, Thomas Boyce, y por el el psicólogo estadounidense, Bruce J. Ellis.

Estos dos investigadores en el campo de la sensibilidad biológica se propusieron describir los diferentes grados sensibilidad en los niños  mediante una sencilla metáfora floral.

Niños orquídea: altamente sensibles

Para Boyce y Ellis, los niños "orquídea" son altamente sensibles y reactivos a su entorno. Son niños que viven el mundo con gran intensidad, tanto lo bueno como lo malo.

Como la flor a la que representan, los niños orquídea son extremadamente delicados y solo florecen y prosperan si las condiciones son adecuadas. Por el contrario, suelen tener una mayor tendencia al estrés ante cambios inesperados y pueden marchitarse más fácilmente bajo condiciones adversas.

Algunas de las características de los niños orquídea son su elevado grado de empatía, su alta creatividad, su sensibilidad sensorial y su alta reactividad ante situaciones inesperadas o estresantes.

Niños diente de león: sensibilidad baja

Los niños "diente de león" estarían en el extremo opuesto.

Son niños con un grado bajo de sensibilidad, resilientes y adaptables a su entorno. Como los diente de león, pueden crecer y desarrollarse en diversas condiciones, mostrando una mayor capacidad para superar las adversidades y el estrés.

Las características de los niños "diente de león" son su fortaleza, su nivel de actividad, su curiosidad y su tendencia a experimentar y asumir riesgos. Un estudio publicado en la revista de psiquiatría Translational Psychiatry define a estos niños como extrovertidos y menos ansiosos, pero también menos sensibles a la inducción positiva del estado de ánimo.

Niños tulipán: sensibilidad intermedia

La clasificación original de Boyce y J.Ellis no menciona este tercer grupo, pero posteriormente se añadió para identificar a las personas con un grado intermedio de sensibilidad, que según los estudios se corresponde con la mayor parte de la población.

Los niños "tulipán"  se sitúan en un punto intermedio entre la fragilidad y la resiliencia, lo que les lleva a adaptarse bien a ciertas situaciones, pero mostrar una especial sensibilidad ante otras.

Según PAS España, los 'tulipanes' englobarían al 40% de la población, los 'dientes de león' al 30% y el otro 30% restante se correspondería con las 'orquídeas'.

Aunque es importante destacar que esta clasificación no es más que una metáfora y no una evaluación diagnóstica, es importante que los padres observemos a nuestros hijos e identifiquemos sus características, para así comprender mejor sus necesidades emocionales y brindarle el apoyo adecuado.

Tengo un niño altamente sensible, ¿y ahora qué?

Si después de leer la clasificación identificas a tu hijo como un niño orquídea o percibes en él/ella ciertos destellos de este grupo, es muy probable que tengas un niño con alta sensibilidad.

Para confirmarlo te recomendamos hacer el test de Niños Altamente Sensibles que encontrarás en la web del Instituto PAS España. Se trata de un test gratuito online basado en las investigaciones de la experta en alta sensibilidad, Elaine Aron, y que incluye preguntas diseñadas específicamente para evaluar la sensibilidad del niño.

Conocer este rasgo de la personalidad no significa imponer una etiqueta al niño, sino todo lo contrario: te ayudará a comprenderle y a dar respuesta a sus necesidades.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, los niños altamente sensibles (NAS) sienten de una manera diferente al resto. Son niños que se muestran especialmente receptivos ante los estímulos, por lo que en muchas ocasiones tienden a sentirse abrumados ante situaciones cotidianas que no afectan igual a otros niños.

Es muy importante que sepamos acompañar a nuestros hijos, sea cual sea su nivel de sensibilidad, pero muy especialmente si se trata de un niño altamente sensible. En este post os dábamos las claves para acompañar de forma respetuosa su desarrollo, y en este otro para hacer más fácil su día a día.

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