Aquellos maravillosos años: Diez tremendas reglas de paternidad de otra época

Regresamos con una entrega más de la serie "Aquellos maravillosos años" y tras hablar de playas, biberones o cómo asegurarnos un varón, hoy os hablaremos de diez tremendas reglas de paternidad de otra época, algunas de las cuales es posible que os suenen hoy en día.

Una cucharadita de azúcar

Hace alguno años, cuando un niño lloraba se recomendaba que se le diera na cucharadita de azúcar, miel o cualquier otra cosa dulce que tuviéramos a mano, alcohol incluido. Y es que aún no había noticias de los peligros de darle miel a los bebés o los del azúcar y la obesidad. Simplemente era una buena forma para calmarles o para que admitieran los biberones (está claro que los bebés de antes tampoco eran tontos).

Tranquilizantes para bebés

Hoy en día, muchos de nosotros daríamos lo que fuera por que hubiera algo que hiciera dormir a nuestros hijos, sin causarles daño, por supuesto, pero en la época victoriana muchos de los medicamentos que se le suministraban a los bebés para "calmarles" contenían opiaceos. La verdad es que uno no sabe cómo hemos llegado hasta aquí con una generación que ya iba "colocada" a los pocos meses de nacer.

Envolver al bebé

Hoy en día la técnica de envolver al bebé se usa tanto para calmarles como para evitar problemas de cadera. Pero allá por la edad media y según escritos de la época los bebés eran completamente envueltos en tiras de lino hasta los ocho o nueve meses (y creo que no iban más allá porque el niño debía de salir corriendo) Según la creencia de la época este método ayudaba a que los niños crecieran "rectos", algo que parece no iban desencaminados.

¿Estás embarazada? Entonces esta pinta de cerveza es para ti

Esto es un ejemplo de que cualquier tiempo pasado fue mejor y es que hace ya unos cuantos años se recomendaba a las mujeres embarazadas beber media pinta de Guinness o incluso una pinta entera diaria, (si, medio litro de cerveza al día). La razón de tal alcohólica ingesta, no era otra que la creencia popular de que dicha cerveza era rica en hierro, algo que por desgracia se ha demostrado que no es así. Me temo que hoy en día hay que buscarse la fuente de hierro en otros sitios menos apetitosos.

Nada de padres en la sala de parto

Más o menos es sabido que eso de que haya padres en la sala de parto es, como diría mi abuela, "un invento de esos modernos". Y algo de lo que me alegro, pues tuve la suerte de asistir al nacimiento de mis hijos y es algo que no olvidaré jamás. Y aunque hay quien no lo pinta demasiado bien, es algo que yo siempre recomiendo.

Pero en el siglo pasado y aún hoy en ciertos lugares es algo que era impensable. De hecho, lo normal es que los padres, por aquel entonces, se quedasen fuera esperando noticias o incluso que se fueran al bar a mojar los nervios en una pinta de cerveza.

Nada de mostrar cariño

En un manual de 1928 indicaba a los padres que nunca debían de besar a sus hijos, como mucho un beso de buenas noches en la nuca al ir a acostarse. El resto del día se deberían chocar las manos para saludar.

Criar a los niños en el exterior

Si algo se puso de moda en los años 20 fue la de mantener a los niños en el exterior el mayor tiempo que fuera posible, así las siestas, los juegos, el cambio de pañal y las comidas se procuraban hacer fuera de casa. La creencia era que cuanto más tiempo pasaba el niño en espacios abiertos más sano se desarrollaría. No se olviden que eso de ponerles cremas de factor 50 o más a los niños es algo de hace dos días.

Fumar en el embarazo era considerado algo seguro

En 1966 se consideraba que una mujer embarazada podría fumar hasta medio paquete de cigarrillos al día sin que este fuera peligrosos para su salud o la del bebé. Casi igual que ahora.

Hígado, cuanto más mejor

No es que hoy en día sea un plato muy común y de hecho está contraindicado para embarazadas debido a su alto contenido en vitamina A que puede resultar perjudicial para el bebé. Pero por los años 70's se creía todo lo contrario y se les decía a las embarazadas que comieran tanto como pudieran por ser una fuente de hierro.

¡Crece!

Hoy en día, al menos en gran parte del mundo, la protección de la infancia es algo que se toma en serio, de forma que nuestros hijos puedan disfrutar de ser niños, de ser protegidos hasta cierta edad. Pero a mediados del siglo 20, se consideraba que los niños de dos y tres años eran capaces de lavarse, vestirse y comer por ellos mismos. Hasta 1880, los niños carecían de derechos y a partir de ese año sólo los mayores de 10 años tenían alguno, de hecho, el trabajo infantil era absolutamente normal y un niño con 7 años ya podía casarse, ser acusado de un crimen y hasta podía ser pastor eclesiástico.

Foto | Thinstock
Vía | parentdish En Bebés y Más | Aquellos maravillosos años: el carrito de bebé, Consejos para una buena postura durante el embarazo

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