Especial Alimentación infantil: recetas para niños de entre dos y tres años (I)

Seguimos con nuestras recetas pensadas para los niños pequeños dentro de nuestro Especial sobre Alimentación Infantil en Bebés y más, esta vez especialmente dedicadas a los niños de entre dos y tres años, siempre procurando que sirvan para la mesa familiar y ayudar a que las familias puedan tener una nutrición sana y equilibrada con poco trabajo.

Con dos años los niños, si no padecen alergias o intolerancias, ya pueden comer prácticamente de todo y deberíamos haber conseguido que no tengan problemas con la alimentación sólida.

Recetas con frutos secos

A partir de los dos años los niños ya pueden comer frutos secos, que, aunque son alimentos muy completos desde el punto de vista nutritivo, es conveniente no introducir en la alimentación antes de los dos años. Primero, por el riesgo de atragantamiento, pero también para evitar alergias y por su alto contenido en grasa. Ahora su grasa nos interesa, pues son ricos en ácidos grasos indispensables para el desarrollo neuronal.

Algunos niños pueden seguir teniendo problemas para ingerirlos sin atragantarse, pero si podemos incluirlos en su dieta machacados y crudos en muchas recetas.

Vamos a usar los frutos secos en crudo, no tostados, pues de ese modo conservarán mejor sus vitaminas y no llevarán sal añadida. Podemos combinarlos con yogures y añadirlos a sopas o cremas, o usarlos para hacer salsas muy ricas que combinan con muchos alimentos. Nuestras recetas de hoy jugarán con carnes y pescados azules que hemos esperado hasta ahora para incluirlos.

Pescado con salsa de almendras

Vamos a jugar con pescados recomendados para menores de tres años, evitando los que mayores cantidades de concentración de mercurio: atún rojo, pez espada, lucio y tiburón. Esta receta de pescado con salsa de almendras podemos hacerla con filetes de salmón, mero, sardinas limpias o bacalao fresco, incluso con bonito del norte de pequeño tamaño, por ejemplo.

Es muy sencilla en su preparación y riquísima de sabor, por lo que no se le va a resistir a ningún miembro de la familia. El pescado, bien limpio de espinas, lo pasaremos por la sartén con una cucharada de aceite de oliva virgen y lo apartaremos.

Luego haremos un sofrito de ajo y cebolla sin que se pongan obscuros y majaremos o batiremos ese sofrito con una rebanada de pan y un puñado de almendras crudas y sin piel. En la receta tradicional pan y almendras se ponen también fritos pero ya que cocinamos para los niños vamos a hacerla lo más suavita posible. Añadiremos una hebras de azafrán, opcional, y unas aromáticas (eneldo o unas hojitas de perejil fresco combinarán bien). La salsa nos quedará muy densa, por lo que es conveniente añadir caldo de pescado o simplemente agua, antes de terminar el batido.

Sobre el pescado vertemos la salsa y lo dejamos cocer a fuego suave cinco minutos, hasta que el pescado quede perfectamente hecho por dentro.

El plato de pescado en salsa de almendras se acompaña de patatas cocidas, brócoli o zanahorias o cualquier conjunto de verduras o arroz blanco, que serviremos napadas con un poco de la salsa. Os aseguro que no hay quien se resista a mojar pan.

Cordero con verduras, cuscus y frutos secos

El cordero tiene mucha grasa y, aunque se puede dar ya durante el primer año, lo habitual es jugar antes con otro tipo de carnes.

Vamos a presentárselo a los niños de forma deliciosa y con una cocción que lo ablande, pero jugando con sabores marcados y contrastados, con un cordero con cuscus, verduras y frutos secos.

Es conveniente elegir una pieza con poca grasa, como la pierna, de un animal que sea joven, y pedir que nos la limpien bien de nervios y grasa. Partido en trozos pequeños lo dejaremos en un adobo de aceite, sal, ajo, cebolla y cáscara de naranja con aromáticas unas horas. Luego lo saltearemos brevemente (retirando los complementos del adobo) y lo pondremos a cocer a fuego suave hasta que la carne quede muy tierna, tanto que se deshaga con el tenedor, añadiendo agua o un caldo hecho con los huesos que nos den una vez limpia la pieza pero procurando que no quede demasiado caldoso. El caldo lo retiraremos y lo batiremos con un puñado de nueces o avellanas crudas, no demasiadas, pero si lo suficiente para que quede bien trabado.

En el caldo sobrante de los huesos o en agua coceremos un puñadito de garbanzos y luego, con poco líquido, algunas verduras, como pueden ser batatas, cebollas y zanahorias.

En el último momento, a la carne, añadiremos unas pasas sin hueso o unas ciruelas deshidratadas, dejando que queden esponjosas y que podemos apartar si su textura no agradase al niño.

Para terminar podemos preparar un poco de cuscus precocido según las instrucciones del paquete, cambiando, si lo preferimos, la mantequilla por aceite de oliva. Con un poco de maña en la cocina podemos ir haciendo las verduras y la pasta a la vez que cocinamos la carne, por lo que el tiempo de preparación se reducirá considerablemente, o hacer la carne y la verdura previamente y poner el cuscus a hacer cuando vayamos a comer.

Emplatamos las tres porciones, carne de cordero con salsa de frutos secos, verduras y cuscus, pero seguro que para comerlo lo terminaremos mezclando todo. ¿No se os hace la boca agua?

Seguiremos ofreciéndo recetas para niños de dos a tres años dentro de nuestro Especial sobre Alimentación Infantil en Bebés y más. La próxima entrega, el viernes. Mientras, comed bien.

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