Especial Alimentación infantil: recetas para niños a partir de tres años (II)

Ya vimos un par de recetas para niños mayorcitos, y hoy volvemos con nuevas apetecibles, sencillas y ricas recetas para niños a partir de los tres años, cuando la familia al completo puede disfrutar del mismo menú.

Hoy os ofrecemos un plato de legumbres, ensalada de lentejas (como plato principal) y otro de pescado con una forma muy especial que encantará a los más pequeños también por su aspecto (y dicen que se come por los ojos...).

Nos gusta recordar que para ambos platos será preferible que los mayores añadamos después más sal a nuestra comida si lo consideramos necesario, pero es bueno cocinar con poca sal, que los niños se acostumbren a comer de manera más sana, y no la echarán de menos. A nosotros también nos vendrá estupendamente reducir el contenido de sal de nuestro menú.

Ensalada de lentejas

La ensalada de lentejas puede ser tomada como primer plato o como plato principal, dependerá de la cantidad y de si añadimos determinados ingredientes que lo hagan un plato más completo. Nosotros vamos a considerar la ensalada de lentejas como plato principal, una receta muy apetecible sobre todo en verano, cuando las legumbres calientes se dejan querer menos.

Recordemos que las lentejas son muy ricas en minerales como el hierro y el calcio, además de en vitaminas, por lo que son especialmente interesantes para la dieta infantil.

Nosotros la hemos consumido este verano en diversas ocasiones, es muy sencilla de hacer y necesitamos ingredientes habituales en la despensa: lentejas, tomates, pimiento, huevos, jamón o lomo de cerdo, patatas (opcional), aceitunas, maíz. Para aderezar la ensalada, que se toma fría o templada, bastará aceite de oliva y poquita sal.

Las lentejas se han de dejar a remojo la noche anterior, a no ser que sean de variedad fina, que no necesitan remojo. Se pueden poner en la olla a presión junto a las patatas (que aportan hidratos de carbono) y algunos trocitos de carne magra o de jamón si lo preferimos cocido.

También existe la posibilidad de utilizar lentejas ya cocidas que venden en botes, al natural (la versión rápida de esta receta consiste en utilizar lentejas de este tipo y excluir las patatas que también necesitan cocción).

También prepararemos unos huevos duros, recordando que el huevo es un alimento muy alergénico (especialmente la clara) y no se recomienda su introducción en la dieta infantil hasta los doce meses del niño.

Cuando los ingredientes se han enfriado, podemos proceder a añadirle el resto de ingredientes, que son esencialmente verduras frescas (maíz, tomate troceado, pimiento que también podría ir asado, unas pocas aceitunas troceadas sin hueso, y taquitos de jamón curado o cocido si no hemos puesto carne magra en la olla (para no acumular demasiada proteína de origen animal). Removemos con aceite de oliva y una pizca de sal (opcional), ¡y a comer!

Para otra idea de ensalada de lentejas os podéis pasar por este post dedicado a Recetas para embarazadas y esta otra selección de recetas frescas elaboradas con legumbres.

Pescado de puré

Vamos a elaborar un pescado de puré, para lo que necesitamos pescado blanco (la merluza va muy bien), quesitos, patatas para hacer el puré, aceite, sal y tomatitos (o guisantes hervidos), pepino y una aceituna para adornar el plato.

Recordemos que el pescado blanco es poco graso (no supera el 2%) y es más fácilmente digerible que el azul, además no tienen el problema que presentan algunos pescados azules por la contaminación por mercurio.

El principal beneficio del pescado blanco es que contiene pocas grasas y calorías, y muchas proteínas. Estas propiedades son las que lo convierten en un alimento muy recomendable para los niños. Su carne magra es de fácil digestión y aporta múltiples beneficios para la salud. Todos los pescados blancos contienen un valor nutritivo elevado y son ricos en vitaminas del complejo B y yodo.

Esta receta requiere un poco más de elaboración, aunque podéis hacer una versión "rústica" sin tener que darle al puré forma de pescado. Coceremos el pescado con un poco de sal, y cuando esté listo lo retiramos del agua (reservamos el caldo) y lo desmenuzamos cuidadosamente para que no queden espinas ni piel. Cortamos unos quesitos (o lonchas de queso) para mezclarlos con el pescado.

Con el caldo y las patatas vamos a elaborar el puré, añadiendo un poco de aceite de oliva o mantequilla, intentando que quede espeso. Lo extenderemos en un paño de cocina húmedo y colocamos en el centro la mezcla del pescado. Enrollamos el puré y la mezcla para que unan bien y le daremos forma alargada. Desenrollamos el paño y colocamos el puré de pescado en una fuente alargada.

Una vez en la fuente podemos modelarlo un poco más para darle forma de pez. Podemos hacerle un ojo con una aceituna, las escamas con rodajas de pepino superpuestas y los tomatitos cherry (o los guisantes hervidos) harán las veces de burbujas. ¡A comer, marineros!

Finalmente, os recordamos que la semana pasada ya vimos diversas recetas para niños de entre dos y tres años, y anteriormente para niños más pequeños. De este modo nadie se quedará sin su menú.

Esperamos haber ofrecido buenas ideas de recetas para niños a partir de los tres años, cuando lo habitual es que los pequeños ya coman lo mismo que el resto de la familia. Pronto seguiremos con más temas en nuestro Especial sobre Alimentación infantil.

Fotos | phil41dean, by onnoth y Joe Photo en Flickr-CC En Bebés y más | Especial Alimentación Infantil: recetas para menores de un año (II), Especial Alimentación Infantil: recetas para menores de un año (I), Meriendas sanas (II), (I)

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