Soy la nueva novia de papá: cómo conseguir tener una buena relación con los hijos de mi pareja

Todo cambio ofrece resistencia, y cuando formamos una nueva pareja con alguien que tiene hijos de una relación previa, es perfectamente normal e incluso esperado que pueda haber momentos de tensión con los hijos y nosotros, principalmente durante los primeros meses.

Y es que no resulta fácil para todos adaptarse a una nueva dinámica en la que hay una nueva persona incluida, y no podemos esperar que todo suceda como en las películas y que los hijos de nuestra pareja nos amen y acepten de inmediato.

Esto no es un camino fácil, pero vale la pena recorrerlo si queremos fomentar una buena convivencia en casa con los hijos de nuestra pareja.

“Es hermoso que los padres lleguen a ser amigos de sus hijos, desvaneciéndoles todo temor, pero inspirándoles un gran respeto”.
-José Ingenieros-

11 claves para fomentar una buena convivencia con los hijos de mi pareja

Tampoco se trata de asustarte y que pienses que será una batalla campal durante mucho tiempo. Hay casos en los que la relación se da de manera fluida y sin contratiempos, y otros en los que hay que tener un poco de paciencia para lograrlo. Aquí te presentamos 11 claves que te pueden ser de gran ayuda:

Cuida la primera impresión

Aunque la primera impresión "no lo es todo", es importante que ese primer encuentro sea agradable; para esto debemos cuidar no solo de lo que decimos, sino también de cómo lo decimos.

Los niños leen nuestra comunicación no verbal mejor que nadie, así que te recomendamos que trates de relajarte y de ser lo más natural posible.

La primera impresión "no lo es todo", pero es importante intentar que el primer encuentro con los hijos de nuestra pareja sea agradable, a través del lenguaje verbal y no verbal.

No fuerces la interacción

Un error frecuente al conocer a los hijos de la pareja es tratar de forzar un vínculo que aún no existe. Evita que los obliguen a saludarte y darte abrazos; eso es algo que poco a poco te irás ganando con el tiempo al consolidar una relación con los niños.

Comparte con ellos

Pasa tiempo de calidad con los niños, muestra interés por conocerlos y saber lo que les gusta. Igualmente, puedes ir mostrándoles poco a poco lo que te gusta a ti. Es posible que te sorprendas incluso al ver que tenéis cosas en común. Tómate el tiempo de escucharlos.

Respeta las decisiones de los padres

Aunque los niños vivan contigo es fundamental definir tu rol (puedes hablarlo con tu pareja), que éste sea claro y que recuerdes que ellos tienen a su madre y a su padre.

Sus papás son los que toman las decisiones sobre ellos. Es importante que respetes lo que ellos decidan y en caso de que desees intervenir, no lo hagas frente a ellos. Conversa aparte con tu pareja.

Esto no quita, obviamente, que puedas formar parte de su educación y que establezcáis un bonito vínculo; tú también debes encontrar y reafirmar tu lugar dentro de esta dinámica, pues también eres importante.

Intégrate a las actividades cotidianas

Las familias funcionan como un equipo, y justo a eso apostamos cuando tenemos una relación. Entonces es necesario que aprendamos y que creemos una dinámica familiar en la que todos en casa tengan labores.

No te asumas como una invitada si te mudas a su casa ni los trates como invitados si van a la tuya. Sois familia y la construís juntos día a día.

Es necesario que aprendamos y que creemos una dinámica familiar en la que todos en casa tengan labores.

No los obligues a llamarte “mamá” o “papá”

Recuerda que los niños ya tienen a sus padres y que tú no estás allí para sustituir a nadie; insistimos en que debes encontrar tu espacio y tu rol. Eso sí, sintiéndote cómoda y "como una más" en la familia. Pero no obligues a los niños a llamarte de una determinada manera (como "mamá"); si ellos más adelante deciden hacerlo que sea su propia decisión (pero que no confundan los roles de cada uno).

Sigue el modelo educativo de la familia

Cuando nos integramos en una dinámica de pareja con hijos tendremos un papel fundamental en su vida y en su educación. Por esta razón debemos ponernos de acuerdo con los padres de los niños con respecto al modelo educativo que utilizan y seguirlo, respetando siempre sus decisiones.

Establece normas y límites

Los límites son necesarios y beneficiosos para los niños, y no podemos dejarlos a un lado porque se trate de los hijos de nuestra pareja. Sin embargo, te recomendamos que no sea una imposición arbitraria de normas, sino una conversación en la que todos opinen al respecto y en la que los niños se sientan escuchados y tomados en cuenta.

Busca cosas en común

Trata de aprovechar al máximo aquellas actividades que los niños disfruten tanto como tú; esto les ayudará a crear vínculos afectivos más fuertes. Incluso podéis descubrir juntos nuevos intereses. Por ejemplo: invítalos a cocinar contigo algún postre sencillo, así compartís tiempo y trabajáis en equipo.

“El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”. -Leon Battista Alberti-

Ten paciencia

Establecer una relación con los hijos de tu pareja puede ser un asunto lento y progresivo; sé paciente. No en todos los casos las cosas fluyen a la primera; hay veces en las que será necesario respirar, mantener la calma y seguir intentándolo. Recuerda que para ellos también es difícil, incluso más que para nosotros los adultos.

No siempre las cosas fluyen a la primera; hay veces en las que será necesario respirar, mantener la calma y seguir intentándolo.

Busca apoyo terapéutico

Finalmente, el acompañamiento por parte de un psicólogo o terapeuta familiar, en caso necesario, puede ser de gran ayuda para poder establecer una buena relación y convivencia entre todos, pues se trata de una persona externa, profesional y objetiva que puede mediar en el proceso de conoceros y adaptaros los unos a los otros basándose en el respeto, el amor y la aceptación.

Fotos | Portada (Pexels)

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