Conocer, abrazar y pasar tiempo con el bebé fallecido ayudaría a los padres a iniciar su proceso de duelo

Dar a luz a un bebé sin vida o que el bebé fallezca al poco tiempo de nacer es una de las experiencias más dolorosas que existe, y para los padres que la sufren puede ser realmente difícil de transitar.

Por fortuna, la atención hospitalaria en estos casos ha mejorado en las últimas décadas, y cada vez son más los profesionales concienciados con la importancia de establecer protocolos específicos que ayuden a los padres a afrontar de la mejor forma posible este duelo tan complejo.

De entre los muchos aspectos que están cambiando con respecto al duelo perinatal, destaca la posibilidad de pasar tiempo con el bebé fallecido para que, sin prisas y al ritmo que necesiten, los padres puedan despedir a su hijo.

Hemos hablado con Diana Crego, fundadora de Mi Tribu Psicología Perinatal  y psicóloga especializada en el acompañamiento a la mujer en la etapa perinatal, desde la búsqueda del embarazo, hasta la crianza y también el duelo.

Conocer, sostener en brazos y besar al bebé fallecido

Cuando unos padres reciben la noticia de que su bebé ha fallecido en el útero, no sobrevivirá al parto o fallecerá poco después, deben tomar una serie de decisiones que podrían condicionar su duelo. Una de estas decisiones es si quieren conocer al bebé y pasar tiempo con él.

Muchos padres a quienes se les plantea esta posibilidad rechazan de inicio la idea como consecuencia del estrés, ansiedad y confusión del momento. Pero es importante que los profesionales sanitarios entiendan que cada familia necesita su propio tiempo, por lo que "la actitud, comunicación y acompañamiento en estos momentos es clave", asegura la psicóloga, Diana Crego.

Según la Asociación UmaManita, la gran mayoría de las madres y parejas que acaban viendo y sosteniendo a su bebé fallecido se alegran de haber tomado esta decisión.

Y es que, como bien menciona la psicóloga perinatal, "no hay que olvidar que para unos padres ese bebé es su hijo, con quien han generado un vínculo y un amor que será irrompible e infinito".

En este sentido, según los expertos, ver la carita del bebé, sostenerlo en brazos, amarlo y despedirse sin prisas es algo natural, y aunque el momento pueda ser terriblemente doloroso, a la larga ese dolor se acaba transformando en un recuerdo lleno de amor.

Cómo acompañar este momento

Pero tan importante es conocer y despedirse del bebé fallecido, como que los profesionales sanitarios sepan acompañar adecuadamente a los padres en duelo. Como decíamos al inicio, cada vez hay más conciencia sobre este tema, pero todavía queda camino por recorrer:

En mi opinión, se trata de un proceso largo en el que cada pequeño paso cuenta. Gracias al esfuerzo de asociaciones, personal sanitario implicado en promover un cambio y una mayor difusión en los medios de comunicación, la sociedad está más concienciada y sensibilizada con el duelo en esta etapa vital.
"En los últimos años ha habido muchos cambios en los protocolos de actuación y poco a poco se van implementando servicios de atención al duelo a un nivel cada vez más generalizado".

Para la psicóloga, Diana Crego, existen dos aspectos fundamentales que los profesionales sanitarios deberían considerar en estos casos:

Por un lado, la forma de comunicar la noticia y tratar al bebé que ha fallecido, y por otro, la importancia de dar a los padres el tiempo que necesitan para poder despedirse de su hijo.

Si los padres observan a los profesionales sanitarios tratar a su bebé de manera cuidadosa, con ternura y complicidad, estarán recibiendo el mensaje de que su vida es apreciada y valorada. Asimismo, un acompañamiento cariñoso y amoroso ayuda a aliviar el dolor y el miedo del momento y permite iniciar el proceso de duelo de una forma más serena.

Pero, como decíamos al inicio, cada familia necesita su tiempo y en este sentido es fundamental que no se sientan presionados ni forzados a tener que ver a su bebé si todavía no están preparados para ellos.

Por eso, muchos hospitales están comenzando a implementar las cunas frías o "cuddle cot" (cunas de abrazos), un sistema que permite conservar el cuerpo del bebé para dar más tiempo a los padres que lo necesiten.

Que los hospitales tengan a su disposición cunas frías ayuda enormemente a favorecer esos momentos de intimidad de las familias con sus bebés. Dar tiempo a los padres para que suceda ese encuentro, y a la vez despedida, supone regalarles un recuerdo que permanecerá para siempre en su memoria y en su corazón.

En definitiva, para transitar el duelo de manera natural y saludable, es fundamental respetar los tiempos que cada uno necesite y ofrecer a los padres todo el apoyo, acompañamiento y comprensión que requieren estos delicados y duros momentos.

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