Hernia umbilical en bebés: qué es el ombligo salido hacia fuera y por qué ocurre

Es un pequeño defecto muy común en recién nacidos que, aunque causa preocupación en los padres, no suele ser grave

Lola Rovati

La hernia umbilical es uno de los defectos congénitos más frecuentes en recién nacidos. Se calcula que le pasa a cerca del 20 por ciento de los bebés, y no está relacionado con ninguna enfermedad.

Aunque se puede asociar a otros defectos (alteraciones genéticas, síndromes metabólicos o dismorfias), lo más habitual es que se presente de forma aislada y no cause problemas.

La mayoría no presenta síntomas más allá del aspecto de ombligo salido hacia fuera, sin embargo es algo que siempre conviene consultar con el pediatra.

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Hernia umbilical: ¿qué es?

Una hernia umbilical en bebés es una protuberancia que aparece en el ombligo del niño cuando una parte del intestino o tejido graso abdominal sobresale a través del anillo umbilical, que es la abertura por donde pasaba el cordón umbilical durante el embarazo.

¿Por qué se produce una hernia umbilical?

El cordón umbilical une el bebé a la placenta en el útero materno. Ese cordón pasa a través de los músculos abdominales y en ocasiones esa zona por la que pasa no se cierra completamente, permitiendo que por ahí se cuele parte de las capas abdominales internas o incluso parte de los órganos, hacia afuera.

Hernia umbilical: ¿cómo detectarla?

La hernia umbilical suele notarse a simple vista como un botón salido hacia fuera del ombligo. Al palparlo, se nota un bulto blandito que se mueve y fluctúa; incluso se puede incluso oprimir hacia adentro, como si fuera un botón pulsador.

Este bulto o hinchazón en el ombligo se nota más cuando el bebé llora, tose o hace esfuerzo, y se relaja -o se nota menos- cuando el bebé está acostado o relajado.

El tamaño es variable. Hay algunas hernias umbilicales que apenas se ven, pues miden menos de un centímetro de diámetro, mientras que otras más notorias pueden llegar a medir más de cinco centímetros.

Generalmente, es una afección benigna que no causa dolor ni molestias.

No todo ombligo salido es una hernia umbilical

El ombligo del recién nacido puede verse un poco prominente o hacia afuera durante las primeras semanas o meses de vida. Sin embargo, no siempre significa que haya una hernia umbilical.

Esto puede deberse a la forma en que cicatrizó el cordón umbilical o a la debilidad natural de la pared abdominal. Muchas veces es solo una característica estética y no causa problemas.

Dicho de otro modo, todo ombligo salido no es una hernia, pero muchas hernias se ven como un ombligo salido.

¿Cómo tratar una hernia umbilical?

El 90% de las hernias umbilicales en bebés se cierran solas antes de los 4 o 5 años sin dar problemas. El músculo abdominal se cierra y deja de producirse el bultito. Solo en casos raros puede haber complicaciones, aunque conviene llevar un control pediátrico de vigilancia.

¿Y si le pongo un garbanzo?

Hay quien, en su intención de solucionar la hernia, pone al bebé un garbanzo con esparadrapo, o el esparadrapo sin garbanzo, o un botón, o lo que sea que le han comentado que va muy bien para eso.

Sin embargo son métodos inefectivos, ya que ni eso, ni ponerle una faja al bebé, hace que la hernia desaparezca y, en todo caso, puede hasta molestarle y provocarle molestias de tanto pegar y despegar diario. Así que no se recomienda el uso de estos métodos.

Cuando la hernia umbilical es un problema

Si la hernia duele, se pone dura o cambia de color, el bebé llora sin motivo aparente y vomita, podría tratarse de una hernia incarcerada o estrangulada, que se produce cuando el intestino queda atrapado en el anillo de la hernia obstruyendo el intestino.

Aunque afortunadamente es algo que sucede con muy poca frecuencia, requiere valoración urgente y una cirugía para resolverlo.

¿Cuándo se recomienda operar la hernia umbilical?

Se necesita cirugía inmediata si la hernia se vuelve dura, dolorosa, presenta un cambio de color (rojiza, morada, oscura) o se acompaña de fiebre, vómitos o dolor abdominal intenso.

Si pasados los cinco años de edad la hernia no ha cerrado, podría valorarse la cirugía. Se tienen en cuenta varios factores, como si es una niña, pues en caso de un futuro embarazo puede tener complicaciones; si la hernia crece o en casos de obesidad grave.

La intervención consiste en hacer un incisión bajo el ombligo y reintroducir la parte abdominal que pasa a través del agujero del abdomen a la zona donde debería estar.

Otro método es mediante laparoscopia, haciendo un pequeño corte para poder introducir un tubo delgadito con el que trabajan dentro, pero desde fuera (a veces hace falta más de un corte, pues necesitan trabajar con más instrumental). Esto se hace para dejar una cicatriz más pequeña.

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