"¿Qué le pasa en las uñas?": principales problemas y alteraciones en las uñas de los niños

Cuando nuestros hijos son bebés no se nos escapa ningún detalle de su cuerpecito, especialmente en el momento del baño o aseo diario. Pero a medida que van creciendo y ganando autonomía en el aseo y el vestir, es más frecuente pasar por alto pequeños detalles de algunas partes de su cuerpo, como las uñas de las manos y los pies.

Sin embargo, es importante revisar con frecuencia las uñas de nuestros hijos para asegurarnos que no presentan alteraciones o patologías, pues según los expertos, los problemas ungueales en los niños representan un motivo de consulta frecuente en atención primaria, pediatría y dermatología.

Te contamos cuáles son las principales patologías de las uñas durante la infancia y qué debemos hacer en caso de detectarlas.

Los uñeros o uñas encarnadas

Los uñeros se producen cuando la uña se clava en la carne y en su crecimiento quedan metidas dentro de la piel, provocando enrojecimiento, inflamación y dolor. Suele ocurrir con más frecuencia en los dedos del pie, aunque también puede aparecer en las manos.

La mejor manera de prevenir la aparición de uñeros es cortando las uñas de forma rectangular, sin apurar demasiado ni retirar las cutículas. Tampoco es recomendable cortar los picos de los extremos, pues esto puede propiciar que la uña se encarne. En el caso de los pies, también es importante llevar un calzado adecuado que no presione las uñas ni impida su correcto crecimiento.

La mayoría de las veces los uñeros no revisten complicaciones y pueden tratarse en casa sumergiendo el dedo en agua tibia con sal y evitando tocar la zona afectada. Pero si el problema persiste o se agrava debemos consultarlo con el médico, pues podría ser necesario la aplicación de una crema antibiótica.

Lesiones

Morderse las uñas (onicofagia) es un mal hábito que se extiende especialmente en la infancia y que en algunos casos puede llegar a afectar la salud del niño. Entre los problemas ungueales derivados de morderse las uñas estás:

  • La aparición de infecciones
  • Padrastros
  • Uñas encarnadas
  • Verrugas víricas que se localizan en los repliegues ungueales y en tejidos subungueales. Suelen pasar desapercibidas a la hora de ser diagnosticadas, pues es frecuente confundirlas con pieles o callosidades

Es fundamental trabajar con el niño para conseguir que abandone este hábito, y consultar con el pediatra en caso de apreciar alguna de las lesiones descritas, pues podrían requerir tratamiento.

Pero las lesiones en las uñas no solo se presentan por onicofagia, también la presencia de ciertas bacterias, el hábito de chuparse el dedo o la infección por pequeños traumatismos o padrastros pueden provocar lesiones e inflamación en el lecho o laterales de la uña, presentando síntomas como inflamación, enrojecimiento y dolor. En estos casos es necesario consultar con el pediatra para valoración y tratamiento.

Traumatismos en las uñas

Según los expertos, los traumatismos en las uñas de las manos llegan a representar hasta el 8% de las urgencias por lesiones en la mano, y es importante tratarlos correctamente, pues de lo contrario pueden generar secuelas estéticas y funcionales.

Los traumatismos más frecuentes en las uñas de las manos se suelen producir al pillarse o aplastarse los dedos, mientras que en el caso de los pies suceden al caer sobre el dedo un objeto pesado, tras sufrir un pisotón fuerte o cuando la uña se ve sometida a golpes reiterados contra el calzado (algo que ocurre especialmente con la práctica de deportes como el fútbol, el ballet, el atletismo...)

Por lo general, los traumatismos en las uñas provocan un hematoma subungueal (la sangre se acumula debajo de la uña) que confiere a la uña un color morado o negruzco. Viene acompañado de bastante dolor, aunque en el caso de las lesiones provocadas por la práctica de ciertos deportes, no siempre se presentan molestias.

Dependiendo del tipo de traumatismo podría ser recomendable drenar la sangre acumulada para aliviar el dolor, aunque lo habitual es que la uña se desprenda sola al cabo de unas semanas, apareciendo por debajo una uña nueva y con su color original.

Hongos

La infección por hongos (micótica) puede ocurrir tanto en las uñas de los pies como de las manos, aunque ocurre con más frecuencia en las uñas de los pies tras sufrir una infección micótica.

Los hongos ungueales presentan síntomas como fragilidad de la uña, cambios en el contorno, uñas levantadas, pérdida de brillo o aparición de franjas amarillas o blancas. Además, suele acompañarse de dolor o molestias.

Puesto que los hongos crecen en lugares húmedos y calientes, la mejor forma de prevenir su aparición en los pies es utilizando chanclas en duchas y vestuarios públicos, mantener los pies siempre secos y utilizar calzado adecuado que permita transpirar el sudor. En el caso de las manos, la presencia de hongos suele ser más frecuente en uñas traumatizadas y en niños que se chupan el dedo.

En caso de aparecer hongos en las uñas, el pediatra podría recomendar un tratamiento con medicamentos antimicóticos.

Cambios en el color y manchas

Los cambios en el color de las uñas ocurren por muchas razones, pero en algunas ocasiones podría indicar la presencia de patologías o enfermedades que requieran de tratamiento. Por eso es muy importante consultar con el pediatra si se aprecia un cambio en la tonalidad de las uñas, ya sea de los pies o de las manos.

En líneas generales, los cambios de color en las uñas pueden indicar:

  • Uñas negras: por lo general suceden tras un traumatismo o lesión, aunque también pueden indicar otros problemas médicos más graves
  • Uñas azuladas: pueden indicar una falta de oxígeno, frío, shock anafiláctico o anemia grave
  • Uñas verdosas: presencia de hongos o infecciones bacterianas
  • Uñas amarillas: lesiones, infecciones en la uña, uñas con psoriasis u otros problemas médicos
  • Manchas blancas: las manchas blancas en las uñas suelen aparecer por microrroturas y lesiones. La falta de nutrientes también puede provocar que las uñas se debiliten y sufran, apareciendo con más facilidad estas manchitas.
  • Uñas blancas o pálidas: trastornos nutricionales, anemia, falta de vitaminas u otros problemas médicos.

Otras patologías

Además de los problemas mencionados -y que suelen ser los más frecuentes en la infancia-, la alteración del color y forma de las uñas también puede deberse a otras patologías como alteraciones y anomalías congénitas, efectos derivados de medicamentos, presencia de nevus epidérmico, quistes, tumores fibrosos y vasculares...

Por eso es importante revisar con frecuencia las uñas de los pies y las manos de nuestros hijos, y ante la aparición de cualquier cambio o alteración que nos haga dudar, consultarlo con el pediatra.

Fotos | iStock, Pixabay

Vía | Asociación Española de Pediatría, Scielo

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