La vacuna del "Haemophilus influenzae" tipo b: todo lo que hay que saber

Como venimos haciendo desde hace unas semanas, en una serie de entradas en que os explicamos todo lo relacionado con las vacunas infantiles, hoy vamos a hablar de otra vacuna, la vacuna del Haemophilus influenzae tipo b, que en la infancia se encuentra combinada con otras vacunas como las del tétanos, la difteria, la tos ferina... en las presentaciones pentavalentes y hexavalentes, o bien suelta, ella sola, para cuando sólo se quiere administrar esta vacuna (un niño que viene de otro país cuando ya es mayor y no hay posibilidad de administrarle las vacunas infantiles).

La vacuna del Haemophilus influenzae tipo b se administra, en la infancia, dentro de la vacuna hexavalente, administrada a los 2, 4 y 6 meses, que protege ante seis enfermedades: el tétanos, la difteria, la poliomielitis, la tos ferina o pertussis, el Haemophilus influenzae tipo B y la hepatitis B. A los 18 meses se administra la pentavalente, que lleva otra dosis.

Es una vacuna que se administra en cuatro veces y que no necesita de ningún recuerdo, así que una vez administrada en esas edades (2, 4, 6 y 18 meses) ya no hay necesidad de volver a aplicarla. La vacuna se administra, como tarde, a los 7 años. Pasada esa edad, ya no se considera en riesgo y no necesita la vacuna.

Qué es el Haemophilus influenzae tipo b

Es una bacteria que produce infecciones potencialmente graves, sobre todo en niños menores de 5 años. Puede afectar al pulmón, al oído, a la laringe, produciendo neumonía, otitis y epiglotitis, y puede producir también meningitis.

El Hib puede estar en la garganta y/o en la nariz, sin producir enfermedad, siendo la persona portadora, pero puede también acabar penetrando en el organismo, produciendo finalmente una infección grave. Es una bacteria que se contagia de persona a persona.

La vacunación masiva de los niños ha ayudado a disminuir la frecuencia de infecciones y además la cantidad de personas portadoras. Por esta razón, es importante que los niños estén vacunados, ya que gracias a ello la enfermedad está controlada.

Cómo prevenir la enfermedad

Siendo una enfermedad contagiosa el único modo de controlarla y evitarla es mediante la vacunación de la mayor cantidad de niños posibles. A mayor vacunación, menor probabilidad de que se contraiga la enfermedad y de que se genere un brote.

¿Tiene tratamiento el Hib?

Es una bacteria y puede tratarse con antibióticos, siendo necesario medicar también a las personas que hayan estado en contacto con el niño: familiares, compañeros de la guardería o colegio, etc. De ese modo se evita que las personas se conviertan en portadoras que puedan luego padecer la enfermedad o contagiar.

¿Dónde se pone la vacuna?

A los bebés, es decir, cuando se les pone a los 2, 4 y 6 meses, se les administra vía intramuscular (dentro del músculo) en la pierna. En el cuádriceps, para ser más exactos. Antiguamente se administraba en la nalga, pero se ha visto que la absorción es peor, siendo de elección músculos como el deltoides (en el hombro, pero no recomendable en bebés) y el cuádriceps.

Cuando se les pone a los 18 meses se suele hacer en el brazo, en el músculo deltoides del hombro.

Efectos secundarios de la vacuna del Haemophilus Influenza tipo b

La vacuna del Haemophilus Influenza tipo b, cuando va unida a otras vacunas, puede producir efectos secundarios derivados del Hib, pero también de las vacunas que le acompaña. La dosis de Hib administrada por sí sola tiene pocos efectos secundarios serios, aunque puede aparecer dolor, enrojecimiento e hinchazón de la zona de inyección y fiebre baja.

La porción de tétanos de la vacuna puede producir dolor e hinchazón de la zona de inyección, y a veces una erupción que suele desaparecer a las 24 horas. La de difteria puede tener los mismos efectos secundarios que la del tétanos y cuando se acompaña de la tos ferina puede dar fiebre e irritabilidad. En general, toda vacuna puede acompañarse de fiebre.

Se ha reconocido la ocurrencia de inflamación cerebral tras la vacuna (hablo de la vacuna combinada) pero la incidencia es muy baja (1 de cada 110.000 casos) y no se sabe si se trata de una reacción a la vacuna o si es provocada por otras sustancias o infecciones.

¿Tiene relación con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante?

Como ya explicamos en las anteriores entradas, se dice que la vacuna de la difteria, la polio y el tétanos, combinada con las otras vacunas, en este caso con el Hib, podría estar relacionada con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Sin embargo, no existe evidencia científica que demuestre que haya relación entre una cosa y otra.

El mito sigue vivo porque la primera dosis se administra a los dos meses, cuando el riesgo de SMSL es muy elevado.

Fotos | Tom & Katrien, Cory Doctorow en Flickr Más información | Medline Plus, VacunasAEP En Bebés y más | 180.000 niños mueren cada año a causa del tétanos neonatal, “Las vacunas son muy eficaces para prevenir las enfermedades”. Entrevista a Carlos González (I) y (II), Diez cosas que debemos saber sobre las vacunas

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