La vacuna de la hepatitis B: todo lo que hay que saber

Después de hablar hace unos días de las vacunas del tétanos, de la difteria y de la tos ferina, seguimos con la serie de entradas en que os explicamos todo lo relacionado con las vacunas infantiles. Hoy vamos a hablar de la vacuna de la hepatitis B, que en la infancia se encuentra combinada con otras vacunas como las del tétanos y la difteria, suelta, es decir, una vacuna ella sola, o bien combinada con la hepatitis A.

La vacuna de la hepatitis B se administra, en la infancia, de diferentes maneras según la zona en que se viva. Comento esto porque hay comunidades autónomas en que se administra a los bebés nada más nacer, y otras que no lo hacen hasta los dos meses. A partir de esa edad se aplica dentro de la vacuna hexavalente, administrada a los 2, 4 y 6 meses, que protege ante seis enfermedades: el tétanos, la difteria, la poliomielitis, la tos ferina o pertussis, el Haemophilus influenzae tipo B y la hepatitis B.

Es una vacuna que se administra en tres veces y que no necesita de ningún recuerdo, así que una vez administrada en esas edades (2, 4 y 6 meses) ya no hay necesidad de volver a aplicarla. Si se administra a los recién nacidos la aplicación de una de las otras tres dosis es opcional, es decir, se puede contar la primera administrada al nacer como la primera y luego ponerle al bebé solo dos, o bien no contarla y ponerle las tres. Ambas soluciones se consideran correctas.

Si la madre del bebé tiene antígenos de superficie de la hepatitis B (HbsAg) la vacunación del bebé antes de las 12 horas de vida está recomendada en todos los casos. Si no los tiene, como digo, la administración de esa primera dosis dependerá de la comunidad autónoma.

Qué es la hepatitis B

La hepatitis B es una enfermedad causada por el virus de la hepatitis B, que produce una inflamación del hígado. El contagio se produce por contacto entre fluidos corporales.

Los síntomas más frecuentes de la enfermedad son inapetencia, fatiga, febrícula, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos, piel amarilla y orina turbia. En muchas ocasiones el cuerpo es capaz de vencer al virus y producirse la curación, sin embargo hay ocasiones en que esto no es posible y el virus permanece en el cuerpo, quedando la persona diagnosticada de hepatitis B crónica.

Esto puede hacer que la enfermedad empeore en cualquier momento de manera grave e incluso que curse con cáncer de hígado.

Si se contagia por fluidos, ¿por qué vacunar a los niños?

El contagio, como digo, es por fluidos. Contacto con saliva, sangre o esperma. Esto hace que, una vez un niño nace sano, si su madre no tiene la hepatitis B y no se la ha contagiado al darlo a luz, sea muy difícil que un niño se contagie de ella. Ahora bien, difícil no es imposible, y nunca se sabe si un día podría contagiarse de cualquier manera (siendo niño o ya adulto, que es más probable).

Para evitarlo, ya de pequeños, se vacuna cuando todos son bebés ya que es una vacuna que solo necesita de tres dosis y, haciéndolo así, se consigue una cobertura vacunal altísima.

Cómo prevenir la enfermedad

La hepatitis B se previene evitando todo contacto con los fluidos de otras personas. A nivel infantil hay poca prevención posible, ya que en los hospitales el contagio es ya muy difícil (las agujas son estériles y se tiran, el plasma sanguíneo es filtrado para que no puedan producirse enfermedades por transfusión, etc.), así que la prevención es más de cara a los adultos, que aun vacunados deben tenerlo en cuenta.

¿Tiene tratamiento la hepatitis B?

Como hemos comentado, la hepatitis B está producida por un virus, y como sabemos, los virus no tienen tratamiento. Sí pueden tratarse algunas personas con hepatitis B crónica con antivirales, pero el criterio para medicar o no hacerlo depende de la gravedad del cuadro.

Si el hígado está realmente muy afectado el único "tratamiento" es el trasplante de hígado.

¿Dónde se pone la vacuna?

A los bebés, es decir, cuando se les pone al nacer, a los 2, 4 y 6 meses, se les administra vía intramuscular (dentro del músculo) en la pierna. En el cuádriceps, para ser más exactos. Antiguamente se administraba en la nalga, pero se ha visto que la absorción es peor, siendo de elección músculos como el deltoides (en el hombro, pero no recomendable en bebés) y el cuádriceps.

Efectos secundarios de la vacuna de la hepatitis B

La vacuna de la hepatitis B, al ir unida de otras vacunas, puede producir efectos secundarios derivados de la hepatitis B, pero también de las vacunas que le acompaña. La dosis de la hepatitis B administrada por sí sola tiene pocos efectos secundarios serios, aunque puede aparecer dolor, enrojecimiento e hinchazón de la zona de inyección e intranquilidad.

La porción de tétanos de la vacuna puede producir dolor e hinchazón de la zona de inyección, y a veces una erupción que suele desaparecer a las 24 horas. La de difteria puede tener los mismos efectos secundarios que la del tétanos.

Cuando se acompaña de la tos ferina puede dar fiebre e irritabilidad, y si se acompaña de Haemophilus influenza tipo B puede dar también algo de fiebre. Aunque en general, toda vacuna puede acompañarse de fiebre.

Se ha reconocido la ocurrencia de inflamación cerebral tras la vacuna (hablo de la vacuna combinada) pero la incidencia es muy baja (1 de cada 110.000 casos) y no se sabe si se trata de una reacción a la vacuna o si es provocada por otras sustancias o infecciones.

Qué niños no deben recibir la vacuna de la hepatitis B

Aquellos que sean alérgicos a la levadura, por cómo está creada la vacuna, aunque son alergias muy raras en niños.

¿Tiene relación con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante?

Como ya explicamos en las anteriores entradas, se dice que la vacuna de la difteria y el tétanos, combinada con las otras vacunas, podría estar relacionada con el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Sin embargo, no existe evidencia científica que demuestre que haya relación entre una cosa y otra.

El mito sigue vivo porque la primera dosis se administra a los dos meses, cuando el riesgo de SMSL es muy elevado.

Fotos | Tom & Katrien, Cory Doctorow en Flickr Más información | Medline Plus, VacunasAEP En Bebés y más | 180.000 niños mueren cada año a causa del tétanos neonatal, “Las vacunas son muy eficaces para prevenir las enfermedades”. Entrevista a Carlos González (I) y (II), Diez cosas que debemos saber sobre las vacunas

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 0 Comentario