Estudian vacunar de la tos ferina a todas las embarazadas para proteger al bebé

Los casos de tos ferina están aumentando. Entre el año 2000 y el 2010 se notificaron 2,5 casos por cada 100.000 habitantes y en 2011 la cifra aumentó a 7,11 casos por 100.000 (3.281 casos en total). Con el fin de frenar el aumento de casos y proteger a los recién nacidos se está estudiando vacunar de la tos ferina a todas las embarazadas.

Ya en algunos centros de salud, dado que la vacuna de recuerdo trivalente de tétanos, difteria y tos ferina se puede administrar entre los 4 y los 6 años, y se solía poner a los seis, se adelantó la vacuna a los 5, precisamente para volver a proteger a los niños antes.

¿Por qué vacunar a las embarazadas?

Porque en el año 2012 se produjeron en Reino Unido un total de 9.741 casos confirmados de tos ferina y 12 bebés lactantes murieron por esta enfermedad.

Sí, es cierto que es una enfermedad de la que casi todos estamos vacunados. Sin embargo, la protección es muy limitada en el tiempo y la inmunidad se va perdiendo.

Por esta razón a los bebés se les pone esta vacuna en varias ocasiones de pequeñitos, luego a los 4 a 6 años y ahora se está estudiando hacerlo también a los 11-12 años, cuando se administraba una del tétanos y la difteria, pero sin la tos ferina.

Ante esa situación, y viendo que los datos eran cada vez peores, decidieron que sería una buena opción vacunar a la madre y al resto de la familia, para evitar que pudiera contagiar al niño recién nacido. Y ya que vacunaban a la madre, ¿por qué no hacerlo durante el embarazo?

Estudios realizados al respecto (tenéis información sobre ello aquí) muestran las diferencias entre vacunar a la mujer embarazada y hacerlo en el posparto. Incluso las diferencias entre vacunar a las embarazadas y hacerlo una vez han dado a luz, vacunando también al padre y vacunando también a los abuelos.

Cuando se vacuna a las mujeres durante el embarazo se ha observado que los casos de tos ferina disminuyen hasta en un 33%, las hospitalizaciones hasta en un 38% y las muertes hasta en un 39%. El coste de ello en Reino Unido se calcula en 171 millones de euros.

Si se vacuna a las mujeres tras el parto, los casos disminuyen en un 20%, las hospitalizaciones en un 18% y las muertes en un 16%. El gasto es el mismo, ya que se vacuna a las mismas mujeres, pero tras dar a luz: 171 millones de euros.

Como una de las estrategias para evitar el contagio de un bebé es vacunar a las personas de su entorno, se ha calculado también qué pasaría si además de vacunar a la madre tras el parto se vacuna al padre. Los casos disminuyen en un 29%, las hospitalizaciones en un 28% y las muertes en un 25%. El gasto para esta estrategia es de 342 millones de euros.

Si además de vacunar a la madre y al padre tras el parto se vacuna a los abuelos los casos disminuyen en un 32%, las hospitalizaciones un 32% y las muertes un 29%, para un gasto de 513 millones de euros.

Está claro que la mejor estrategia es vacunar a las mujeres embarazadas, pues es como más disminuyen los casos y las complicaciones por la enfermedad. Además, es la opción más económica. Obviamente, para mejorar las cifras, podría añadirse la vacunación del padre y los abuelos.

Pero, ¿es una vacuna segura?

Sí, es una vacuna segura para la mujer embarazada, lo es para el bebé que se está formando y es efectiva porque se produce el paso de anticuerpos transplacentarios de la madre al bebé.

¿Cuándo debería una mujer vacunarse?

La vacuna se puede administrar a toda mujer embarazada a partir de las 28 semanas de gestación, y hasta la semana 38. La recomendación es que se realice la vacunación entre la semana 28 y 32, ya que es a partir de ese momento (la semana 32) cuando la placenta empieza a pasar anticuerpos al bebé.

¿Qué sucedió en Reino Unido?

Pues que desde que empezaron a vacunar a las mujeres embarazadas los casos han ido disminuyendo. En octubre de 2012 se produjeron más de 1600 casos de tos ferina. En enero de 2013, ya con la vacuna, se declararon 668 casos, de los que 9 eran bebés menores de 3 meses. Un año antes, en enero de 2012, fueron 22 los casos declarados en bebés menores de 3 meses. Y esta reducción se produjo con una vacunación del 60% de las mujeres embarazadas, que son las que habían aceptado vacunarse. De haberse vacunado más mujeres, la reducción habría sido aún mayor.

En Cataluña, pronto

En Cataluña los casos de tos ferina se multiplicaron por cinco entre 2007 y 2010, siendo en la actualidad una de las comunidades con más casos. Se comenta que estos datos podrían deberse a una mejor tecnología a la hora de encontrar el patógeno causante y a una mayor concienciación del personal sanitario. En cualquier caso, los números están ahí y, dados los buenos resultados obtenidos con la vacunación en Reino Unido y Estados Unidos, se ha decidido iniciar un programa similar.

Se prevé vacunar a 35.000 futuras madres entre las semanas 27 y 36 de gestación, ya que pese a que esta vacuna en las embarazadas no forma parte del calendario de vacunas estatal, las comunidades pueden tomar medidas de manera individual según sea la incidencia de la tos ferina.

Lo más probable es que con el paso del tiempo el resto de comunidades se vayan sumando a la iniciativa y al final toda España vacune a las embarazadas. Vistos los resultados positivos, no deberían tardar mucho en hacer lo mismo.

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