La mitad de las mujeres con náuseas matutinas graves o hiperemesis gravídica durante el embarazo sufren depresión prenatal

Las náuseas matinales graves, conocidas como hiperémesis gravídica (HG), son una condición debilitante que afecta a alrededor del 1-2% de las mujeres embarazadas en el Reino Unido. Mucho más graves que las náuseas matinales "normales", es una de las razones más comunes de hospitalización durante el embarazo y puede continuar hasta el nacimiento.

Un estudio, realizado por investigadores del Imperial College London y del Imperial College Healthcare NHS Trust, ha determinado que casi la mitad de las mujeres con HG sufren depresión prenatal y casi el 30%, depresión postnatal.

En las mujeres que no padecen esta enfermedad, sólo el 6% sufrió depresión prenatal y el 7% depresión postnatal.

La importancia de la salud psicológica de la embarazada

Las conclusiones de este novedoso estudio británico, publicadas en BMJ Open, reflejan la importancia de tomarse en serio el impacto psicológico de esta enfermedad que obliga a las mujeres pueden permanecer en cama durante semanas, sufrir deshidratación y pérdida de peso y, a menudo, no pueden trabajar o cuidar de otros niños que tienen.

Así lo señala también la doctora Nicola Mitchell-Jones, especialista en obstetricia y ginecología y autora principal del estudio:

"Las mujeres con HG tienen alrededor de ocho veces más probabilidades de sufrir depresión prenatal y cuatro veces más probabilidades de sufrir depresión postnatal. Algunas mujeres en el estudio incluso tuvieron pensamientos de autodestrucción mientras la sufrían".

Añade la experta que estas cifras deberían reflejarse en el tratamiento que reciben las mujeres: "Necesitamos hacer mucho más que simplemente tratar los síntomas físicos de la HG. El estudio de la salud mental también debería ser rutinario para cualquier embarazada".

Y es que la investigación fue amplia y sus resultados contundentes. Se estudiaron a 214 mujeres de tres hospitales de Londres en el primer trimestre de embarazo. La mitad fueron reclutados en el momento de la admisión en el hospital con síntomas de HG. Y se añadió un grupo de control de tamaño similar, sin náuseas o vómitos significativos, en una clínica prenatal Ninguna de las gestantes habían sido tratadas por depresión en el último año.

Se evaluó el bienestar psicológico de las mujeres en el primer trimestre del embarazo y seis semanas después del parto. De las mujeres con HG, el 49% experimentó depresión durante el embarazo, en comparación con sólo el 6% en el grupo de control. Además, el 29% de las mujeres con HG sufrió depresión prenatal frente al 7% del grupo de control.

La mitad de las mujeres con hiperemesis gravídica se vieron obligadas a coger cuatro semanas o más de baja laboral durante o después del embarazo.

Qué es la hiperemesis gravídica

Aunque la mayoría de las embarazadas sufren náuseas y vómitos en el embarazo, especialmente durante el primer trimestre, la hiperémesis gravídica afecta a menos del dos por ciento de las embarazadas. Se caracteriza por náuseas y vómitos intensos y persistentes que requiere de atención médica pues puede llevar a la deshidratación de la madre, con la consiguiente pérdida de las sales del organismo como son el sodio o el potasio. Además, también se asocia una considerable pérdida de peso, pudiendo llegar al 5% del total del peso de la futura mamá.

Aunque no se sabe muy bien por qué surge, parece que influye el aumento de algunas hormonas del embarazo, como la progesterona o la gonadotropina coriónica humana (HCG) al principio de la gestación.

Por suerte, estas molestias se tratan fácilmente con suero para combatir la deshidratación y normalizar los niveles salinos del cuerpo de la futura mamá. No afecta al feto y suelen remitir a partir del segundo trimestre, aunque en algunas mujeres pueden durar hasta el día del parto.

Las consecuencias del HG en el vínculo madre-bebé

Con demasiada frecuencia, sus parejas, familiares o compañeros de trabajo no prestan a las mujeres con depresión el apoyo que necesitan porque no comprenden la gravedad de lo que están atravesando. "Hay que educar a familiares y profesionales de la salud sobre este tema".

Así lo asegura la doctora Nicola Mitchell-Jones, que también HG durante su primer embarazo en 2018:

"Entré y salí del hospital, pasé casi seis meses en cama, pero tuve la suerte de contar con una empresa y una familia que me apoyaron. Pero muchas mujeres no pueden permitirse tanto tiempo de baja o ya son madres y tienen que cuidar de niños pequeños".

Además, aunque el estudio no encontró ningún vínculo directo entre la HG y el vínculo materno-infantil, "otras investigaciones han demostrado que la depresión puede tener un efecto negativo sobre este vínculo". Lamentablemente, ocho mujeres con HG reclutadas para el estudio terminaron sus embarazos, a pesar de haber expresado originalmente el deseo de tener el bebé.

"Aunque no podemos decir que la HG haya sido la razón principal de esas decisiones, pero por desgracia puede haber jugado un papel importante".

La autora principal del estudio espera que estos hallazgos puedan ayudar a mejorar la comprensión de la hiperemesis gravídica y cambiar las pautas clínicas sobre cómo se trata a las mujeres con este serio problema, que debería incluir una evaluación psicológica y una derivación a especialistas en salud mental cuando sea necesario.

Vía | Imperial College London

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