Visitas al recién nacido: no te instales ni vayas por sorpresa, la nueva familia necesita su espacio

Cuando nace un bebé, familia y amigos cercanos -y a veces no tan cercanos- desean conocerle cuanto antes. Sin embargo, por más ilusión que tengamos de visitar al nuevo bebé, tenemos que ser prudentes y respetar esas primeras semanas en casa.

Hoy vamos a hablar acerca de las visitas al recién nacido durante el postparto: por qué la familia necesita su espacio y no debes ir sin antes preguntar.

El postparto, una etapa de transición

Una vez que el bebé ha nacido, los padres comenzarán una nueva etapa en la que su rutina cambiará por completo. Y como en toda etapa de cambio, es necesario que haya un proceso de adaptación para la familia.

En el caso de unos padres con su recién nacido, este es un periodo en el que no solo se adaptan a tener una personita más en la familia, sino en conocer y entender las necesidades que ese nuevo bebé tiene y deben atender (¡y que voltean sus días y noches de cabeza!).

Su enfoque principal, es que mamá y bebé estén bien, por lo que tener visitas -a menos que se trate de visitas de ayuda, de las que ya hemos hablado en otras ocasiones- no es algo que les resulte cómodo ni conveniente para muchas familias.

Además de que algunas madres desean tener privacidad y limitan la cantidad de personas que ven en esos días, hay otros motivos por los cuales es recomendable esperar un tiempo para ir a visitarles, desde el hecho de que un ambiente tranquilo es necesario para establecer un vínculo entre madre y bebé, hasta que los mismos pediatras recomiendan evitar visitas para beneficiar la lactancia materna.

Visitas en el hospital, ¿sí o no?

Una pregunta común que hacen quienes saben que ha nacido un bebé, es preguntar en qué hospital se encuentra. A veces, es por simple curiosidad e interés, pero en otras ocasiones, las personas lo hacen con la intención de ir directamente a este sitio.

Y ahora llega la pregunta que algunos se hacen: ¿es adecuado ir a visitar al recién nacido en el hospital? Sinceramente, no es algo que podamos responder de forma general. Cada caso es único y las circunstancias de cada parto son distintas. Pero probablemente a la mayoría de las madres no les haría nada de gracias que llegaran por sorpresa a su habitación y se instalaran ahí a charlar como si estuvieran en un bar.

Es importante tener respeto y consideración tanto del bebé como de la madre, que además de estar recién parida y aún recuperándose de su parto, necesita tener esas primeras horas a solas con su hijo.

Pregunta primero, actúa después

Aunque el nacimiento de un bebé es motivo de alegría y los padres hayan comunicado la noticia, a menos que formes parte de la familia o seas de los amigos cercanos, ir a visitar al bebé sin previo aviso no es algo que debamos hacer (incluso ni siquiera la familia o los amigos cercanos deberían, en realidad).

Además de felicitar a los padres, es recomendable esperar unos días para darles tiempo a solas por lo que ya explicamos y sobre todo, para que descansen. No hay un tiempo estimado ni promedio y para cada persona es un proceso distinto que lleva a su propio ritmo.

Pero cuando haya pasado una o dos semanas, podemos enviar un mensaje (que es mucho menos invasivo que una llamada) para preguntar a los padres si es un buen momento para visitarlos a ellos y al bebé.

Normas para las visitas al recién nacido

Habiendo aclarado que lo primero que debemos hacer es esperar unos días (o semanas) para preguntar si podemos ir a conocer al bebé, tenemos que tener en consideración otras normas o medidas para cuando vayamos a verle:

  1. No llegar sin avisar. Si hacemos esto podríamos llegar en un momento poco conveniente o incomodar la rutina que han establecido en casa.
  2. Llevar disposición de ayudar. El postparto por sí solo es difícil, como para encima tener que hacerlas de anfitrión. Ve con ganas de ayudar y hazle saber a la familia que estás para apoyarles.
  3. No toques al bebé sin permiso. No hace falta explicar esto.
  4. Lávate las manos antes de acercarte y tocar al bebé. Son muchas cosas las que tus manos tocan a lo largo del día, por lo que puedes portar en ellas gérmenes que a ti no te hacen nada, o incluso virus de los que no te contagias porque no te las metes en la boca o nariz.
  5. No beses al bebé. Por higiene, por riesgo de contagio y por respeto al bebé y a sus padres.
  6. Guárdate los consejos no pedidos. A menos que los padres te pregunten directamente, ahórrate los consejos y recomendaciones. O si por algún motivo te sientes con el debes de señalarles algo que podría ayudarles, dilo amablemente.
  7. No vayas si estás enfermo. Otra regla que no hace falta explicar y que todos debemos respetar.

En general, la visita deberá ser acorde a los horarios y reglas que ellos hayan establecido y no olvidemos que, si eventualmente vamos, seamos visitas de ayuda y no alarguemos nuestra estancia más de lo necesario.

Foto de portada | Rodnae Productions en Pexels

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