Ana Gloria Sánchez, psicóloga: "En algunos niños con altas capacidades, su cerebro arranca a última hora del día": así les afecta el insomnio y cómo ayudarles

El sueño es un pilar fundamental en el desarrollo infantil, pero no todos los niños duermen de la misma manera. Ana Gloria Sánchez, psicóloga experta en altas capacidades, explica cómo en algunos niños con altas capacidades las alteraciones del sueño son más frecuentes y cómo las familias pueden ayudarles a regularlo. 

Según la experta, “el sueño en algunos niños con altas capacidades (no en todos) es diferente, es peculiar. Les cuesta apagar la máquina”.

Altas capacidades y sueño

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Esta peculiaridad se traduce en un cerebro que no se detiene cuando la familia espera que lo haga. La experta señala que ha llegado a escuchar todo tipo de explicaciones de padres preocupados: 

“[...] Como que tienen un cerebro de delfín que solo duerme por hemisferios, que les cuesta mucho parar el huracán de pensamientos, que justo en esos momentos de ir a dormir les apetece mucho ponerse a leer la enciclopedia que tienen en casa sobre dinosaurios, o que de repente les surge una pregunta que ¿cómo se van a dormir sin obtener una respuesta?”. 

Esta necesidad de procesar información y resolver interrogantes antes de dormir puede dificultar la conciliación del sueño y provocar despertares nocturnos.

Dificultades frecuentes y hábitos a tener en cuenta

Sánchez añade que “encontramos dificultad en la conciliación del sueño, despertares nocturnos con miedos, pesadillas, tienen sueños muy vívidos a veces, hay otros peques muy madrugadores incluso en vacaciones, que a las 6 de la mañana ya están a tope preparados para la vida, o peques que no son tan dormilones, que no necesitan dormir tantas horas, que no duermen siesta desde muy pequeños”. 

La variedad es enorme, y comprender la individualidad de cada niño es clave para aplicar estrategias efectivas. Uno de los aspectos clave es la higiene del sueño. 

Sánchez relata un caso reciente: “Justo he tenido en consulta una familia que me preguntaba sobre este tema y yo les preguntaba que a qué hora estaban acostando a su niño. Tenemos que tener en cuenta la higiene del sueño. En general, en los niños con altas capacidades su cerebro arranca a última hora del día y tenemos que tener en cuenta que a lo mejor tenemos que ajustar un poco la hora de irse a dormir”.

La psicóloga aclara que esto no significa acostar al niño a medianoche, sino ajustar la rutina según su ritmo natural: “Si vemos que a lo mejor a las 9 en la cama nuestro niño se activa mucho y le cuesta mucho dormir, a lo mejor podemos retrasar un poco la hora de acostarse”. 

Mantener la latencia del sueño —el tiempo que el niño tarda en dormirse— por debajo de media hora es fundamental: 

“La idea es que no pasen más de media hora en la cama sin dormirse. Esto debe quedar automatizado en su cerebro, que la cama es para dormir. Pueden leer un poco pero no más de media hora. También evitar uso de pantallas durante las últimas horas del día y que tengan una rutina tranquila; una ducha con agua calentita, que se pongan el pijama, etc.”

Cuándo consultar y otras recomendaciones

Sánchez tranquiliza a los padres: “No os preocupéis si veis que no se echan siestas y que están tranquilos; otra cosa es que estén irritables o que les veáis cansados, porque ahí ya estaríamos hablando de ciertas dificultades del sueño y habría que consulta con un profesional”. 

En algunos casos se recurre a la melatonina, pero siempre bajo supervisión médica: “[...] además la melatonina no es tan buena para los despertares”.

En definitiva, con ajustes sencillos en la rutina, atención a sus horarios naturales y hábitos de sueño consistentes, las familias pueden ayudarles a conciliar el descanso y a vivir estas etapas con menos estrés.

Foto de portada | Collage de Ana Gloria Sánchez + Freepik