Cinco simples hábitos diarios que moldean una mente brillante en los niños

Cuando hablamos de una "mente brillante", quizás muchas personas imaginan algo relacionado con la inteligencia o con ser un genio. Pero en este caso, una mente brillante es un concepto más amplio y más enfocado a los niños.

En ellos, una mente brillante no es la más rápida ni la más lista, sino aquella en la que la curiosidad y la creatividad toman un importante lugar, y donde la apertura para aprender -desde cosas académicas hasta aprendizajes de vida, como la resiliencia- está siempre presente.

Moldear una mente brillante en los niños no requiere de fórmulas mágicas ni de saturar sus agendas con múltiples actividades, sino de la adopción de pequeños hábitos que nos ayuden a nutrirla de manera natural todos los días, como los que mencionaremos a continuación.

1) Curiosidad en la rutina

Como ya lo sabemos, los niños son curiosos por naturaleza. Pero lo que quizás a veces se nos olvida, es que muchas de las cosas a las que los adultos estamos habituados, son oportunidades para continuar alimentando esa rutina en el día a día.

Por ejemplo, si estamos cocinando juntos, podemos hacerles preguntas que alienten su curiosidad, como preguntarles por qué creen que la pasta pareciera bailar cuando está en el agua hirviendo, o qué sucedería si ponemos un hielo en una taza con agua caliente.

2) Lectura diaria

La lectura tiene muchos beneficios para todos, pero los tiene aún más para los niños. Si bien sabemos que convertirlos en pequeños lectores no siempre es fácil (y tampoco esperamos que se lean libros enteros todos los días), fomentar la lectura diaria, aunque sean tan solo 10 minutos al día, también es una manera de ayudarles a moldear una mente brillante.

3) Caminatas y paseos

Está más que comprobado que la actividad física también influye en nuestro cerebro. De hecho, algunos estudios han encontrado que, hablando específicamente de los niños, ésta beneficia su desarrollo cerebral y mejora el rendimiento cognitivo.

Algo tan simple como una caminata o paseo por el vecindario aporta a ello, y podemos aprovechar el momento para estimular su imaginación al observar el entorno e inventar mini juegos divertidos, como contar coches o puertas de determinado color, inventar historias sobre las personas que van pasando o las que viven en las casas que se miran, etcétera.

4) Creatividad libre

Otro hábito que nos ayuda a moldear una mente brillante en los niños es dedicar algunos minutos al día para despertar su creatividad. No es necesario que tengamos un arsenal de materiales de arte y manualidades en casa: hay muchas cosas que se pueden hacer - y el hecho de usar lo que ya tenemos hace que nos esforcemos aún más en ser creativos y resolver las cosas de una manera original.

5) Gratitud antes de dormir

Finalmente, un hábito sencillo pero muy poderoso: practicar la gratitud. Esto podemos hacerlo en cualquier momento del día, pero recomendamos los minutos antes de ir a la cama pues es un momento de calma, propicio para la reflexión.

Así, podemos pedir a los niños que digan tres cosas buenas que les hayan pasado en el día y por las que se sientan agradecidos, desde logros grandes hasta detalles pequeños, que también nos enseñan a apreciar el valor de lo cotidiano.

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