Más luz solar, descanso y vitamina D: por qué el verano es el mejor momento para concebir

¿Sabías que el verano es el mejor momento para lograr un embarazo? Descubre aquí las razones científicas.

Laura Ruiz Mitjana

El verano no solo trae consigo días más largos, temperaturas agradables y la promesa de vacaciones. También puede convertirse en el escenario perfecto para quienes desean quedarse embarazadas. ¿La razón?

Esta estación del año reúne, según los estudios, una combinación de factores que favorecen la fertilidad de forma natural: mayor descanso, menos estrés, más horas de sol y un incremento en los niveles de vitamina D. Por todo ello, no es casualidad que las concepciones aumenten durante la época estival.

Concebir en verano: menos estrés, más fertilidad

Cuando llegan los meses de verano, es habitual que las personas reduzcan su carga de trabajo, disfruten de tiempo libre y se desconecten de las obligaciones del día a día. Este cambio en el ritmo vital influye directamente en el sistema hormonal.

El estrés crónico, que suele estar presente durante el resto del año, puede interferir con la ovulación, desregular el ciclo menstrual y afectar la calidad del sueño. Por el contrario, un entorno más relajado favorece el equilibrio hormonal necesario para concebir.

El sueño como elemento clave de la concepción

Dormir bien no solo recarga energías, también desempeña un papel clave en el sistema reproductivo. Durante el descanso nocturno se produce melatonina, una hormona que regula el reloj biológico, pero que también actúa como antioxidante en el líquido folicular que rodea al óvulo.

Esto significa que una buena calidad del sueño puede influir positivamente en la salud ovárica. Según datos del estudio “Conocimientos y hábitos de la fertilidad de las mujeres” de Ginefiv, más del 65 % de las mujeres no duerme las ocho horas recomendadas.

Esta carencia de sueño puede alterar los mecanismos hormonales implicados en el ciclo menstrual, la ovulación y la implantación del embrión. El verano, al facilitar un descanso más prolongado y profundo, ayuda a regular estos procesos clave en la concepción.

Luz solar y vitamina D: aliados para la búsqueda de embarazo

La exposición moderada al sol, siempre con la protección adecuada, es otra gran aliada para quienes buscan un embarazo. La razón está en la vitamina D, un nutriente que se activa con la luz solar y que tiene un papel importante en la función ovárica. Esta vitamina interviene en la maduración de los óvulos y en la producción hormonal, por lo que mantener niveles adecuados puede mejorar la fertilidad.

En invierno, los niveles de vitamina D suelen descender debido a la escasa exposición solar, mientras que en verano es más fácil alcanzarlos. Incorporar paseos al aire libre, baños de sol en horarios seguros o actividades en la naturaleza no solo mejora el ánimo, sino que también puede influir en la capacidad reproductiva.

Un entorno más favorable para el cuerpo y la mente

El cuerpo humano responde al entorno, y en verano este entorno suele ser más amable. Se come de forma más ligera, se hace más ejercicio al aire libre, se socializa más y se disfruta de más tiempo para uno mismo o en pareja.

Todos estos elementos reducen la tensión y favorecen un estado general de bienestar, condición imprescindible para que el cuerpo se sienta seguro y receptivo para un posible embarazo. Por todo ello, el verano puede ser un momento estupendo para buscar embarazo, si viene acompañado de todos estos cambios.

Foto | Portada (Freepik)

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