Siete consejos para unas vacaciones felices con niños

Algunas familias ya esteréis disfrutando de unos días de vacaciones y otras lo haréis en los próximos días. Ha llegado el tan esperado descanso y la consigna es que todos, tanto niños como adultos, puedan relajarse y descansar, y sobretodo, disfrutar en familia.

Os damos siete consejos básicos para unas vacaciones felices con niños, sencillas recomendaciones para encarar unas vacaciones en familia con actitud positiva y disfrutar de unos días placenteros para todos.

Planificar

Cuando viajamos con niños pequeños la planificación es esencial. Tenemos que tener muy en claro dónde nos alojaremos, cómo son las instalaciones, qué servicios ofrece el sitio, si tenemos supermercado y farmacia cerca... Siendo dos podemos lanzarnos a la aventura en vacaciones, pero cuando ya somos una familia con niños, conviene tenerlo todo planeado.

Buscad un destino acorde a vuestros gustos pero también que se adapte a vuestras necesidades; no es lo mismo viajar con un bebé de meses que con niños casi adolescentes. Una vez que lo hayáis decidido planificad la ruta, cuál es la mejor hora para salir y recuerda llevar todo lo necesario para el viaje.

Relajar horarios

Los horarios se relajan en vacaciones. Es parte del descanso, dejar de ser esclavos de los horarios que nos rigen la vida durante el resto del año. Esto también vale para los niños, pero siempre teniendo en cuenta cómo pueden afectar esos cambios en el niño. Nadie lo conoce mejor que sus padres y no todos soportan igual los cambios de horario.

No pasa nada por atrasar la hora de ir a la cama, pero si el niño se encuentra molesto y se queda dormido en cualquier rincón a las 9 de la noche, pues será porque lo necesita. En general, en vacaciones se trasnocha más y suele ser con actividades que les gusta a los niños, salir a pasear, tomar un helado, jugar en la playa... Seguro que esa noche descansarán mejor, al igual que nosotros, sobre todo porque al día siguiente no hay que madrugar. La clave está en no obsesionarnos con las rutinas estrictas. Estamos de vacaciones y si se acuestan tarde, mañana se levantarán más tarde y tampoco pasa nada.

Ser flexibles

Así como con respecto a los horarios y las rutinas, todos disfrutaremos más si nos volvemos más flexibles a los deseos de los demás. No digo que debamos consentir todos los caprichos de los niños pero sí ser un poco menos estrictos para la negociación permitiéndoles darse algunos gustos que durante el año no permitimos.

Si estamos marcándoles durante todas las vacaciones lo que deben hacer sin salirse de la raya, ¡vaya rollo de vacaciones para los pequeños! Vayamos mentalizados a darles más gustos y a estar dispuestos a cambiar de planes.

Organizar comidas

Es necesario tener unos días al año en los que (casi) todo esté permitido, siempre que sea saludable. No pasa nada por comer algo "peor" o darse algún gustillo, pero dentro de un orden que luego permita volver a la rutina habitual sin traumas. No hay alimentos prohibidos, sino un consumo responsable.

Si nos organizamos con ideas sencillas y prácticas para que las comidas no se coman nuestro tiempo podremos disfrutar de comidas saludables sin agobiarnos. Cocina una vez a la semana, prepara tuppers para llevar a la playa u organízate para comer temprano y poder disfrutar del resto del día fuera. Al fin y al cabo, estamos de vacaciones y hay que aprovechar los días al máximo.

Que todos disfruten

Unas vacaciones ideales son aquellas en las que cada miembro de la familia disfruta de lo que más le gusta hacer. Así cada uno podrá tener su propio espacio de relax y luego disfrutar a pleno de las actividades compartidas en familia.

Pasárselo bien en familia es el objetivo de las vacaciones. Las actividades realizadas en conjunto como ir a la playa, salir de excursión a la montaña o simplemente jugar con un balón o tomar un helado, no importa qué, pero juntos. El tiempo compartido en familia enriquece la relación familiar y fomenta el vínculo afectivo entre los miembros de la familia.

Disponer de tiempo libre para estar con los hijos sin ningún tipo de condiciones es un lujo que hay que aprovechar. Lamentablemente, durante el resto del año no es nada frecuente. Aprovecha para desconectarte del móvil y conectarte a tus hijos.

Con seguridad

La seguridad es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando salimos de vacaciones con la familia. Tanto si vamos a un hotel, camping o donde sea, probablemente tenga piscina. Debemos informarnos previamente de las medidas de seguridad, si está vallada, si se cierra de noche, si hay piscina para niños, si tiene escaleras, todo lo que necesitamos saber para evitar riesgos. Una vez allí debemos tener muy presentes en todo momento las precauciones a la hora de ir a la piscina con niños pequeños.

Asimismo, si vas a la playa no olvides buscar alguna forma para identificar al pequeño con alguna pulsera o colgante donde lleve su nombre y tu número de móvil por si acaso pudiera perderse.

Entretenerse en familia

En vacaciones solemos hacer muchas actividades de ocio, pero no siempre hay un plan previsto. En esos momentos hay que poner en marcha la imaginación para proponerles a los más pequeños ideas para entretenerse.

No olvidéis llevar un par de libros (la lectura es un hábito que no deben dejar en verano) y juguetes, e incluso una buena idea es llevar juegos de mesa para jugar en familia. En la playa hay actividades muy divertidas para hacer con los peques como crear una caja sensorial con arena de playa o coleccionar conchas. También hay juegos en la playa que podéis hacer para que todos disfrutéis juntos.

Para los más artistas, hay divertidas manualidades que podéis hacer para disfrutar con los niños en vacaciones.

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