Este verano desconecta para 'conectar': cinco consejos para disfrutar sin interferencias de las vacaciones en familia

El trabajo es la actividad a la que más tiempo dedicamos a lo largo de nuestra vida. Y el año laboral puede llegar a hacerse muy largo. Pero tan importante es aprender a desempeñar nuestras responsabilidades con profesionalidad, como ser capaces de desconectar y dejarlas a un lado cuando llega el momento de tomarnos nuestro merecido descanso vacacional.

La desconexión es necesaria para nuestra salud física y mental, pero como padres, desconectar también es fundamental para poder "conectar" con nuestros hijos, crear recuerdos inolvidables de nuestras vacaciones juntos y dedicarles todo el tiempo que se merecen.

Si eres de los que le cuesta "desconectar" del trabajo, el equipo de psicólogos de Affor Health ha elaborado cinco consejos para que este verano podamos hacerlo y así logremos disfrutar y llenarnos de energía para la vuelta.

No te lleves las preocupaciones en la maleta

Hay pequeños gestos que puedes hacer antes de marcharte de vacaciones, como incluir una respuesta automática en tus emails advirtiendo de que no estás operativo o pedir a otro compañero que asuma algunas de tus funciones durante tu ausencia.

Siendo previsor evitarás que los posibles contratiempos laborales interfieran en tus vacaciones. Además, te irás con una sensación de ligereza mucho mayor.

Remata lo más urgente y deja el resto en stand-by. Recuerda que es esencial saber delegar y aligerar la carga de los asuntos laborales durante las vacaciones.

Desconecta de tus dispositivos

Evita viajar con tu ordenador portátil, y si el móvil es parte de tu ocio, al menos ponlo en modo silencio para que no interrumpa cada momento memorable que vais a vivir en familia.

Disfruta haciendo castillos de arena junto a tus hijos, visitando juntos una ciudad turística o divirtiéndoos en ese parque temático al que tanto deseabais ir. Cuando tus hijos te hablen, míralos directamente a los ojos sin interrupciones, conecta con sus emociones y trata de evitar la tentación de chequear el móvil mientras estés con ellos.

Sabemos que no siempre es posible una desconexión digital al 100%. Por ello, una buena idea es reservar un hueco al día en el que tus hijos estén distraídos con otras cosas para atender el móvil y ponerte al día en mensajes, whatsapps o llamadas.

Olvídate del reloj

Las vacaciones son la mejor excusa para romper la rutina, desactivar las alarmas, olvidarnos de las prisas y vivir el momento. Es cierto que con niños no siempre podemos (ni debemos) romper drásticamente con la rutina, pero seguro que encuentras la forma de flexibilizarla para que os beneficie a todos y os permita disfrutar sin relojes.

En estos momentos de más calma que nos brindan las vacaciones, intentad poner el foco en el presente y, al contrario de lo que sucede en el día a día con la multitarea, dedicad vuestro tiempo a hacer actividades de manera pausada, disfrutando de cada una de ellas y perdiendo la noción del tiempo.

Vuelve a la rutina de forma progresiva

Cuando las vacaciones lleguen a su fin y toque volver al trabajo, no te agobies intentando hacer el primer día todas las tareas que se han acumulado durante tu ausencia, pues esto podría suponer una fuente de estrés.

En cuanto a la vuelta a la rutina en el hogar, sabemos que deshacer maletas, hacer coladas, llenar la despensa y organizar de nuevo la casa tras las vacaciones son tareas realmente tediosas.

Por eso, y para que el estrés y la faena no afecten al clima de convivencia familiar, lo mejor es establecer tareas por prioridades, acometerlas poco a poco y, por supuesto, que toda la familia (incluso los más pequeños) colaboren en función de sus capacidades.

Desconecta también el resto del año

Siempre hablamos de la importancia de desconectar cada día un ratito para conectar con nosotros mismos, con nuestra pareja y con nuestros hijos.

Sin embargo, cuando no se tiene interiorizado el hábito de "parar y conectar",  es fácil olvidarnos de hacerlo y solemos llegar al final del día con la sensación de no haber pasado tiempo de calidad en familia, ni tampoco haber dedicado tiempo a cuidarnos.

Pero si en vacaciones probamos los beneficios de la desconexión, nos resultará más fácil continuar con este hábito una vez nos hayamos incorporado a la rutina.

Los expertos nos proponen guardar una ventana de espacio y tiempo cada día, también durante el resto del año. No es necesario planificar "grandes" momentos junto a nuestros hijos (hay planes sencillos y cotidianos que nos permitirán conectar con ellos), ni tirar la casa por la ventana cuando se trata de dedicarnos tiempo de autocuidado.

Basta con ser conscientes de lo importante y necesario que es parar, mirarnos a los ojos unos a otros, conectar con nuestras emociones y con las de las personas que conviven con nosotros, y experimentar cada día esa sensación de calma y retiro estival que experimentamos durante las vacaciones.

Desconectar presencial y digitalmente de nuestro trabajo y de las rutinas y preocupaciones diarias hará de nuestras vacaciones un tiempo refrescante no solo para nosotros, sino también para nuestra familia.

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