Cómo crear un entorno Montessori en nuestro hogar: mobiliario, ideas y consejos a tener en cuenta

Hace unas semanas, Ève Hermann, madre, escritora y experta referente en pedagogía Montessori nos daba algunas claves para iniciarnos en este tipo de crianza que sitúa al niño en el centro, respetando sus ritmos y permitiéndole que adquiera conocimientos en base a la manipulación y al desarrollo autónomo de actividades.

Gran parte de ese desarrollo y aprendizaje se lleva a cabo en el hogar familiar, por lo que es importante tener en cuenta una serie de cambios que deberemos incluir en la decoración de nuestra casa para adecuarla a las necesidades de nuestro hijo y al fomento de su autonomía.

En su libro, "100 actividades Montessori. Descubre la pedagogía Montessori en casa", Êve nos da algunos consejos para acondicionar nuestro hogar, así como interesantes y divertidas propuestas de actividades para hacer con los niños.

Entre los 12 y los 15 meses, los niños comienzan a querer participar de la vida adulta imitando nuestros movimientos y queriendo hacer lo mismo que hacemos nosotros. La autora nos aconseja aceptar esta energía y volutand que transmiten y ofrecerles la posibilidad de trabajar junto a nosotros, adaptando nuestra casa a sus necesidades.

No es necesario invertir grandes sumas de dinero en acondicionar nuestro hogar. Al principio bastará con pararnos a observar cómo se desenvuelve nuestro hijo y detectar aquello que pueda hacerle falta.

Para un aseo autónomo

Permitir que el niño pueda asearse solito imitando nuestras rutinas diarias de higiene le ayudará a ir adquiriendo autonomía y a tomar conciencia de sí mismo.

Para ello, deberemos situar a su alcance todos los elementos necesarios, tales como esponjas, pastillas de jabón pequeñas y fácilmente manipulables, cepillo de dientes, peine, toalla... Todo ello estará colocado en cestitas, perchas o estantes colgados a su altura, sin olvidarnos de un pequeño espejo donde pueda verse mientras se asea.

Vía https://www.montessoriencasa.es

Para acceder al lavabo podemos o bien utilizar taburetes que permitan al niño subirse sin dificultad ni peligro para manipular el grifo, o por ejemplo utilizar el bidé como un pequeño lavabo adaptado a su tamaño.

Preparado para usar el wc

Cuando detectemos las señales que puedan indicar que nuestro hijo está preparado para dejar atrás el pañal, deberemos acondicionar en el cuarto de baño un rincón agradable para él, que puede incluir una cesta con cuentos, papel higiénido, ropa interior limpia y por supuesto, un orinal o un reductor.

Ève nos da algunas claves en su libro que pueden ayudarnos en este proceso de tránsito entre el pañal y el uso del wc, aunque lo importante, como en el resto de hábitos y rutinas diarias es fomentar la autonomía del niño y darle libertad de movimiento.

Facilidad a la hora de vestirse

Para facilitar la tarea de vestirse solito Ève nos aconseja tener preparados los siguientes materiales:

  • Un galán de noche o una silla donde el niño pueda dejar la ropa que se pondrá al día siguiente. Las prendas estarán colocadas en orden, lo que le ayudará a construir su esquema corporal.

  • Las prendas de ropa debemos guardarla en cajones de fácil acceso, que no estén muy llenos y que sigan el orden en el que el niño debe ponérselas. En este sentido, colocaremos encima la ropa interior, calcetines y camisetas, y debajo los pantalones, vestidos y jerseis.

  • Tabién podemos ordenar los cajones por compartimentos o colocar cajitas clasificadoras, de modo que al niño le resulte sencillo encontrar de un primer golpe de vista unos calcetines, unas braguitas o calzoncillos, o una camiseta.

Vía http://ittybittylove.blogspot.com.es/
  • Otra opción es colocar su ropa colgada en perchas y en una barra a su altura, de manera que le sea muy sencillo visualizar y elegir lo que quiere ponerse.

  • En la entrada de nuestra casa también podemos colocar un pequeño perchero a su altura para que pueda colgar su abrigo, y una cajita en el suelo en la que guardar su gorro, bufanda y guantes.

  • Y ya por último, no olvidemos colocar un taburete para ayudarle con la tarea de ponerse los zapatos o los pantalones, así como un espejo situado a su altura que le permita verse el cuerpo entero facilitando así la integración de su esquema corporal.

Hora de comer

La cocina es una de las estancias de la casa favorita de los niños debido a la gran cantidad de estímulos sensoriales, olfativos y degustativos que pueden encontrar.

Ève nos aconseja colocar una mesita baja que permita al niño ayudarnos con las tareas de la cocina o incluso comer allí. Si por espacio no fuera posible, tendremos que tener un taburete que le permita acceder a la mesa que utilizamos los adultos, así como al fregadero, y un alzador en la silla para comer.

Igualmente, deberemos disponer de un armario donde el niño vea, guarde y saque fácilmente sus utensilios de cocina, tales como manteles individuales, vasos, cubiertos, platos... Esto facilitará su autonomía a la hora de poner la mesa.

Vía https://threeoaksblog.wordpress.com

La autora nos explica también en su libro todas las actividades que podemos realizar con los niños en la cocina, así como los elementos que vamos a necesitar y diferentes ejercicios para enseñar a los más pequeños a manipular objetos, trasvasar, clasificar...

¡Vamos a jugar!

Podemos acondicionar un rincón de juego en cualquier zona de la casa en la que estemos habitualmente, aunque si lo preferimos también podemos decorar una habitación exclusiva para tal fin que irá evolucionando conforme el niño vaya creciendo.

Etapa bebé

Colocaremos un espejo a ras de suelo, en posición horizontal y paralelo a un tapiz o colchón sobre el que juegue habitualmente. De esta forma, el bebé podrá verse en todo momento, vernos a nosotros cuando le acompañemos y ver también el espacio que le rodea.

Otros elementos Montessori que podemos incluir en la habitación o rinconcito que hayamos habilitado para que nuestro bebé juegue son:

  • una barra anclada a la pared y colocada a la altura de sus hombros para que pueda agarrarse y ponerse en pie cuando lo desee,

  • móviles colgando del techo,

  • láminas o fotografías llamativas adornando la pared,

  • juguetes adecuados o materiales pedagógicos que fomenten su aprendizaje y experimentación y que colocaremos en estanterías situadas a su mismo nivel o bien en cajas visibles y guardadas a su alcance

Vía http://infant-community.com/

Cuando el niño crece

Cuando el niño ya camine de forma totalmente independiente el espejo deberá colocarse en posición vertical y con la suficiente distancia como para que pueda verse reflejado en él mientras se mueve.

Además, iremos incorporando otros juguetes o mobiliario adaptado a sus necesidades tales como una pequeña mesita y una silla para pintar o hacer actividades, o un rincón de lectura.

A la hora de crear un rincón de lectura tenemos que tener en cuenta tres factores: que sea luminoso, que los cuentos estén colocados a la vista del niño y que invite a la relajación y al descanso.

Estos son los elementos que podemos incluir:

  • Estanterías o especieros que nos permita colocar los libros con la portada de frente, para que el niño pueda verlos y elegir el que desee leer.

  • Podemos poner en el suelo una alfombra, cojines, un colchón, un banco o un taburete para que el niño pueda sentarse cómodamente a leer.

  • También podemos colocar algún adorno en la pared como guirnaldas de luces o láminas.

Momento de dormir

Para dormir no hace falta más que un colchón o una cama situada a ras de suelo que permita al niño subirse y bajarse de forma autónoma y observar toda la estancia sin ningún obstáculo que lo impida. En este sentido, las cunas con barrotes no tendrían cabida.

Podemos crear una habitación de dormir independiente (donde también colocaremos su armario o una cómoda con la ropa), o bien colocar su camita dentro de nuestra habitación o en su cuarto de juegos, separando bien el área diurna donde el niño juega del área nocturna.

Vía https://www.lateladicarlotta.com

Lo principal que debemos tener en cuenta a la hora de adecuar nuestro hogar a la filosofía Montessori es que todo esté dispuesto a su alcance y de forma ordenada.

En este sentido, Ève nos recuerda en su libro que una casa desordenada o sobrecargada de objetos ahoga al niño y no le permite su libre desarrollo

Es importante también contar con luz natural, espacios funcionales, colores cálidos y neutros y, por supuesto, todas las medidas de seguridad para que el niño pueda jugar o explorar la estancia sin ningún riesgo.

100 actividades Montessori

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