Propósitos para la vuelta al cole: ningún niño sin desayunar

Ha llegado la tan esperada (o temida) vuelta al cole, llevamos dos días y el niño se va al colegio sin desayunar. Tal vez sea pronto para preocuparse, todos necesitamos un proceso de adaptación a la nueva situación. Entre los propósitos para este nuevo curso, podríamos proponernos, si no lo tenemos como hábito, hacer un buen desayuno antes de ir a la escuela, por su salud.

El desayuno debería cubrir un 25% de las necesidades calóricas diarias. Tantas horas de sueño en las que el cuerpo no ha tomado ninguna "recarga" han de ser seguidas de un buen desayuno, que incluya un lácteo, cereales, fruta y algo de grasa en forma de aceite de oliva y proteínas con embutidos no grasos.

No obstante, más de la mitad de los niños no hace un buen desayuno, y a los desayunos escasos o incompletos se han de sumar todos aquellos niños que van al cole sin desayunar.

Pero veamos otras razones por las que, sin existir problemas económicos en casa, un niño puede ir sin desayunar al colegio.

¿Por qué van sin desayunar al colegio?

Según la AEPed, existen muchas razones por las que niños y adolescentes no desayunan o no lo hacen correctamente, pero las que con más frecuencia explican son las siguientes:

  • Porque muchos no tienen sensación de hambre nada más levantarse de la cama.
  • Por falta de tiempo para desayunar: las prisas matutinas. Esto es especialmente frecuente en los adolescentes.
  • Para adelgazar, sobre todo las chicas.
  • Porque prefieren almorzar durante el recreo, con sus amigos.
  • A esto sumaríamos los casos de desayunos insuficientes o malos (incluyen bollería industrial y dulces, sin leche, zumos envasados...).

Por suerte, el tema de estar más delgados aún no atañe a nuestros hijos pequeños (aunque ya podemos saber que es falso que saltarse el desayuno adelgace, al contrario), pero sí podemos hacer algunas apreciaciones respecto a otros puntos. ¿Se pueden cambiar?

¿Podemos hacer algo para que cambien de hábito?

Lo mejor es que, ante estos casos, sí existen maneras de cambiar el hábito y acostumbrarles a hacer un buen desayuno. Lo primero a tener en cuenta es que, desde que crecen y aunque no vayan al cole, la primera comida del día es fundamental.

Si un niño se ha acostumbrado hasta los dos años a desayunar solo leche, nos costará más adelante cambiar ese hábito. Por eso hay que introducir un desayuno completo acorde a la edad del niño (una vez se ha establecido la alimentación complementaria), con menores cantidades, pero un desayuno completo.

Tomarse tiempo para desayunar

Otra cuestión a tener en cuenta es uno de los buenos propósitos para la vuelta al cole: se acabaron las prisas. No podemos pretender que, después del verano, periodo durante el cual lo más probable es que los horarios se han flexibilizado y no hemos desayunado con prisas, de un día para otro se pueda cambiar radicalmente.

Es normal que, sobre todo al principio de la vuelta al cole, necesitemos más tiempo, para desayunar, para vestirnos, para preparar la mochila... Si el momento del desayuno es más relajado, se disfrutará más, y no se verá tanto como una "obligación". Sé que es complicado (llevamos dos días en casa que los desayunos se quedan a medias), pero hay que seguir intentándolo para llegar a cierta normalidad.

También para que entre el apetito, si es el caso de niños que no sienten hambre al despertar. Y si no queremos que vayan dormidos durante la mañana por haber madrugado, la solución es relativamente sencilla (con el debido proceso de adaptación): los niños han de acostarse más temprano.

Ofrecer variedad y no forzar

Otro "truco" para que los niños no se vayan sin desayunar es que tengan un desayuno variado, y que entren alimentos que les son gratos, intentando evitar los que tomados a diario pueden perjudicar su salud. Es decir, si tenemos que hacer algún "extra", dejémoslo para el fin de semana.

Puede que al niño no le gusten muchas cosas, pero pensemos en la variedad de frutas, o de cereales (hablamos de pan sobre todo, pero también de galletas caseras, magdalenas...; los cereales para desayuno industriales no son demasiado aconsejables en exceso).

Como tantas veces hemos dicho al hablar de este tema, si el niño viene con unos buenos hábitos desde pequeños, si está acostumbrado a probar distintos sabores y se le ha ofrecido variedad de alimentos, seguirá ampliando el abanico de sus comidas.

Por último, démosle tiempo, no forcemos, pensemos que si no se toman la fruta en el desayuno (o toman muy poquita) pueden completar la ración en el almuerzo que tomarán en unas pocas horas en el cole. Pero nunca con el estómago vacío, porque durante esas horas que pasan sin llevarse nada a la boca el cuerpo está sufriendo carencias.

En definitiva, un buen desayuno es importante para el rendimiento físico e intelectual de los niños, por lo que hemos de procurar que los niños no vayan sin desayunar al colegio. Esperamos que en unos días todos hayamos cogido el ritmo y consigamos que vayan preparados para la jornada escolar, y para todo el día.

Propuestas de desayuno saludable

Si se os acaba la creatividad a la hora del desayuno, aquí os dejamos algunas propuestas de desayuno saludable que os inspirarán para ofrecer a vuestra familia cada mañana.

Imagen | La pirámide del estilo de vida saludable para niños y adolescentes – Marcela González-Gross
En Bebés y más | El buen desayuno, La importancia de un buen desayuno en la infancia, Consejos para una alimentación infantil sana

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