Guía práctica para pasar desapercibidos en la playa siendo padres primerizos (II)

Hace unas horas hemos iniciado un tema para aquellos padres primerizos que van a la playa y quieren pasar desapercibidos para evitar miradas y comentarios. Se trata de una guía práctica en la que explicamos una serie de recomendaciones que pueden servir (o no), basadas en esas cosas comunes que la mayoría de padres hacen (hicimos) al principio.

Como se dice habitualmente, cantábamos más que las almejas y, además de ser el centro de muchas miradas, atraíamos a todas las madres y abuelas desconocidas y bienintencionadas que nos soltaban sus consejos imperativos (ya sabéis, esos que te dicen esperando que sigas al instante), algo que puede llegar a ser muy, muy molesto. Bueno, dejemos ya los preámbulos y sigamos con nuestra guía.

El bebé no está obligado a bañarse

Muchos padres me han preguntado en más de una ocasión, en la consulta de enfermería, cuándo es un buen momento para bañar al bebé, es decir, a partir de qué edad se le puede meter en el agua. Mi respuesta siempre es la misma: "cuando no llore si lo metes".

El agua está fría para lo que están acostumbrados, se mueve mucho y hay mucha, mucha agua. El caso es que muchos bebés, cuando intentas meterlos en el agua, lloran. La madre suele tener menos interés en bañarle, pero los padres solemos ser más cazurrillos y tolerantes con el llanto de los niños y nos creemos que es muy gracioso que se bañen y que, en un ratito, cambiarán llanto por risas.

El caso es que después de llorar, si siguen en el agua, lo que pasa es que lloran aún más. Entonces la madre se enfada, saca al bebé del agua y el padre se queda con cara de risa solitaria en plan "pues vaya, con lo divertido que es bañarse", situación que hará que os pillen sí o sí.

Lo dicho, no hace falta que os bañéis todos y no hace falta que el bebé se bañe. Si queréis probarlo hacedlo, pero si llora, pues p'afuera, sin problema. No es necesario que le llevéis una bañerita hinchable para que pueda bañarse con un poco de agua (confieso, nosotros, con el primero, íbamos con la bañerita a todas partes) porque os saltáis el consejo de "poco equipaje" y porque lanzáis el mensaje de que un día de playa sin agua para todos parece no ser un auténtico día de playa.

Olvidaos de periódicos, revistas y libros

Si es vuestro primer verano en la playa quizás queráis hacer alguna de esas cosas que hacíais cuando erais solo dos, como leer el periódico, una revista o incluso un libro. A menos que tengáis un bebé de esos todoterreno, que se duermen intensamente en cualquier sitio, es más que probable que no tengáis tiempo de leer nada e incluso que no seáis capaces de desconectar (ni aunque el bebé esté dormido) como para concentraros en leer algo.

Si alguien os está observando, se dará cuenta enseguida de que sois padres primerizos cuando os vea leyendo y releyendo continuamente la primera página del periódico, o si ve que no hacéis más que coger y dejar el libro, leyéndolo siempre por la misma página, porque cada dos por tres levantáis la mirada para ver que todo sigue en orden.

Alimentad a vuestro hijo a demanda

Es posible que esto ya lo sepáis, pero si sois padres primerizos y, digamos, bastante recientes, es posible que no lo tengáis aún del todo claro: lo más recomendable y lógico es alimentar a los bebés a demanda. Si la mamá da leche materna, se hace a demanda, que significa darle cuando pida y no cada 2 ó 3 horas.

Si el bebé es alimentado con leche artificial, aunque muchos pediatras aún indiquen lo contrario, también se da a demanda.

Si vuestro hijo ya es más mayor y ya come alimentos, repitamos todos: también tienen que comer a demanda. Otra cosa es que, al ser más mayores, puedan esperar un poco para comer a una hora determinada, pero por lógica, se come cuando se tiene hambre.

Comento esto porque no alimentar a demanda es un signo evidente de que sois padres primerizos. Es un "mira a esos" en toda regla. De hecho, la frase completa es "mira a esos, que tienen al niño llorando de hambre y están haciendo tiempo para que pasen las tres horas de rigor". Si falláis en este punto os han pillado.

No miréis con envidia a los niños mayores que el vuestro

Ni preguntéis "qué tiempo tienen". Tienen unos meses más que el tuyo y por eso son capaces de jugar un ratito con los cachibaches playeros, no hay más que verlo, y oye, si tienen la misma edad, pues el tuyo aprenderá a hacer lo mismo pronto. En el momento en que preguntas parece que les envidias, que tienes ganas de que tu hijo sea así, que quieres pasar esta etapa para que tus días de playa sean más parecidos a como eran antes. Es como si no lo tuvieras controlado. Es como si fueras un padre primerizo. Pero no lo eres, recuerda, no lo eres. Repite conmigo "no soy primerizo, no me cazaréis, lo tengo controlado".

Ojo, no es que los padres más experimentados tengamos controlada la situación en plan "podemos hacer lo que queremos", porque no es así. Cuando tienes hijos ya no podrás ir a la playa como antes nunca, ni leer libros, revistas ni periódicos, pero al menos sabes de qué va la cosa, sabes cuándo empiezan a jugar y sabes qué hacer si algo se tuerce en algún momento (se llevan arena a la boca, a los ojos, se caen, tragan agua, etc.).

Si llevas pañales de agua...

Si llevas pañales de agua, ya que los usas, al menos que sepas cómo funcionan, porque aquí un servidor tuvo serios problemas la primera vez que su hijo se cagó en uno de ellos. Son pañales tipo braga, que se meten por las piernas desde abajo y, como no tienen enganches, quise quitárselo por el mismo sitio por el que se lo había puesto, vamos, una guarrada impresionante que pude evitar cuando Miriam me dijo algo así como "what the fuck are you doing?".

Los laterales se rompen muy fácilmente con las manos y así es mucho más fácil e higiénico (y lógico) retirarlos. De todas maneras, si os dais cuenta de que vuestro hijo no quiere bañarse, no los compréis (son típicos de padres primerizos). Seguid usando los de siempre y punto. Nosotros los compramos con el primero y para los bebés siguientes los omitimos, porque o no se bañaban, o les poníamos un bañador para el ratito de bañarse.

Si al final os pillan

De todas maneras, si al final os pillan, estad tranquilos, que en unos años la rueda cambiará y seréis vosotros los experimentados padres que acudiréis a la playa con vuestra prole como quien lo hace cada día, listos para plantar vuestro puesto de vigía y buscar pistas y huellas de auténticos padres primerizos, para poder dirigiros a vuestra pareja y decirle eso de: "Mira a esos...".

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