Verano con niños: protegerles del sol

Muchos de vosotros ya estáis de vacaciones o lo estaréis en los próximos días. Todavía queda mucho verano por delante, así que hablaremos de una de las mayores precuaciones que debemos tener en verano con niños pequeños: protegerles del sol.

La piel de los niños es especialmente sensible, por tanto es muy importante que la protejamos adecuadamente de las radiaciones solares, tanto con cremas solares con factor de protección como con gorros y ropa adecuada, además de proteger los ojos con gafas de sol.

La piel de los niños tiene memoria. Los expertos advierten que según cómo cuidemos la piel de los niños en los primeros años de vida, repercutirá en un mayor o menor riesgo de desarrollar cáncer de piel de adultos.

Es por eso que es tan importante proteger la piel de los niños del sol. Hoy nos centraremos en las cremas solares, cómo debemos aplicarla, qué factor elegir y demás consejos sobre la fotoprotección en los bebés y en los niños pequeños.

¿Qué factor solar utilizar en los niños?

Los niños con piel oscura tienen más melanina para absober los rayos UV y protegerse de sol, por tanto un factor de protección 20 puede ser suficiente, pero para la piel y cabellos claros o para niños pelirrojos con tendencia a tener pecas debemos utilizar un factor de protección 40 o 50.

Bebés de menos de seis meses

Los pediatras no acaban de ponerse de acuerdo acerca de si es conveniente o no aplicarle crema solar a los bebés de menos de seis meses. Por un lado, la delicada piel del bebé es muy sensible y una crema podría causar irritación o intoxicación, mientras que los efectos de la radicación podrían ocasionarle graves quemaduras.

La recomendación generalizada es no exponer a los bebés directamente a los rayos del sol, evitar las horas centrales del día (11-17 hs), protegerlos con sombrillas, gorros y ropa ligera.

Tipos de fotoprotectores

Podemos encontrar en el mercado distintos tipos de fotoprotectores. Son productos compuestos por sustancias denominadas filtros, capaces de frenar la acción de uno u otro tipo de radiación.

Podemos distinguir entre fotoprotectores químicos u orgánicos, que actúan por absorción, y los filtros físicos, inorgánicos o pantalla total, que actúan por reflexión, es decir, que reflejan la luz solar.

Por otra parte, según su consistencia, encontramos diferentes productos en forma de cremas, lociones, geles, mezclas entre gel y crema, barras sólidas o sprays.

  • Las cremas son las más hidratantes, y cubren mejor, por tanto son las mejores para bebés y niños.

  • Las lociones o leches son más ligeras, se extienden muy fácilmente, también hidratan muy bien. Igualmente, son adecuadas para niños.

  • Los geles tienen un pequeños contenido de alcohol, son muy refrescantes pero precisamente por el alcohol pueden irritar la piel o los ojos, no siendo adecuados para niños.

  • La mezcla entre gel y crema es de rápida absorsión y no deja residuo graso. Es una textura que suele presentarse en productos específicos para pieles atópicas y muy sensibles al sol, pero de todas formas es preferible consultarlo antes con el pediatra.

  • Las barras sólidas son muy prácticas para aplicar algún retoque porque se pueden llevar encima, pero no para aplicar en todo el cuerpo. Son muy resistentes al agua.

  • Los sprays son especialmente prácticos para los más pequeños por su cómoda aplicación y su consistencia suele ser más suave de tipo loción. Para mayor seguridad, conviene siempre acabar de repartir el producto con la mano para conseguir una distribución homogénea.

Cómo aplicar la crema solar

  • Antes de aplicar la crema solar por primera vez debes probarla en una parte pequeña para comprobar que ningún componente pudiera causar irritación o reacción alérgica.

  • Aplicar la crema 30 minutos antes de la exposición al sol para que ésta pueda absorberse y repetir después de cada baño. Aunque la mayoría de las cremas que encontramos son resistentes el agua, por si acaso conviene reforzar cada dos horas con la piel seca.

  • Aplicar abundante crema para crear una capa gruesa y uniforme en la piel.

  • Extender por todo el cuerpo, sin dejar partes descubiertas. Solemos olvidar zonas como la nariz, los pabellones auriculares, los hombros, los empeines, el cuero cabelludo y la parte posterior de rodillas y piernas.

Esperamos que estos consejos os vengan muy bien en vacaciones. Tened siempre en cuenta que es muy importante proteger a los niños del sol en verano, tanto si vamos a la playa, a la piscina, a la montaña, como si salimos a dar un paseo.

Foto | Magpie372 y abardwell en Flickr En Bebés y más | El fotoprotector más adecuado para los bebés, Precauciones al ir a la playa: las radiaciones solares

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