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Los primeros meses del bebé: conoce sus necesidades afectivas y sociales

Los primeros meses de vida de nuestro bebé son claves para su futuro desarrollo. Por eso, además de atender a sus necesidades básicas, debemos prestar atención a sus necesidades afectivas, en primer lugar, y más adelante a las sociales.

Dar mucho cariño y atención a nuestro bebé es básico para sentar las bases de su carácter y personalidad futura. Responder a sus lloros o llamadas de atención durante los primeros meses no malcría a nuestro bebé, nuestros brazos le demuestran que no está solo y que sus demandas nos preocupan. Esto le da seguridad y confianza y le hace sentirse protegido.

Los brazos le harán sentir más seguro

Esta es la teoría del apego: el vínculo del bebé con sus padres o cuidadores le da la seguridad emocional indispensable para que se desarrolle su personalidad. De hecho, está comprobado que dejar llorar a los bebés y no cogerlos en brazos sistemáticamente cuando lo piden termina provocando que sean niños más dependientes, con más dificultades de autorregulación, con una menor seguridad en sí mismos y una menor capacidad para afrontar situaciones de estrés.

Acunar a nuestro bebé, hacerle sencillos masajes y cantarle suavemente al oído son formas de estimular sus sentidos y contribuir a su bienestar emocional

Los bebés se relacionan con el mundo a través del olfato, del tacto y del oído. Sentirse abrazado es uno de los estímulos más importantes para su desarrollo, mientras que nuestras caricias ayudan a regular el sistema nervioso del bebé. Por eso, acunar a nuestro bebé, hacerle sencillos masajes y cantarle suavemente al oído son formas de estimular sus sentidos y contribuir a su bienestar emocional y físico.

Sonrisas y miradas para socializar

A partir del primer mes, nuestro bebé comienza a sonreír ante los estímulos. Desde este momento las miradas y las sonrisas son muy importantes para el desarrollo de nuestro pequeño. Por instinto, las sonrisas le hacen sentir bien y aprenderá poco a poco a devolverlas, así que es un buen momento para seguir con las caricias pero también para jugar a sonreír y hacer muecas cariñosas al bebé. Este intercambio de miradas es esencial porque le calma y estimula a la vez su comunicación. A ello puede contribuir toda la familia, puesto que es un signo de que comienza a socializar y a disfrutar de otras experiencias.

El intercambio de miradas con el bebé es esencial porque le calma y estimula a la vez la comunicación

A los tres meses, el bebé empieza a comunicarse con los adultos a través de sonrisas y balbuceos, respondiendo con movimientos de su cuerpo y reaccionando ante nuestra voz o nuestros gestos. También comenzará a imitar gestos o expresiones como sacar la lengua o abrir y cerrar los ojos. Es un diálogo que irá perfeccionando poco a poco y en el que es importante corresponderle.

A esta edad, comienza a tener personas favoritas con las que interactúa más, que suelen ser sus padres. Poco a poco, se irá interesando cada vez más por otros niños, empezando por sus hermanos, sonriendo cada vez que les escuche.

Estimular a través del juego

Pero, ¿cómo estimular el desarrollo de nuestros bebés? La mejor manera de hacerlo día a día es a través del juego. Pasar un rato alegre y agradable con nosotros le aporta confianza y ayuda a estrechar el vínculo. Mecerle con música, balancearle con cuidado, hacerle cosquillas y muecas, jugar a esconder objetos o a mostrarle un espejo para que vea su reflejo, le estimula y entretiene, a la vez que le ayuda a trabajar sus músculos o a interpretar nuestras emociones.

Obviamente no podemos estar todo el tiempo estimulando a nuestro bebé ni jugando con él, pero en muchas ocasiones bastará con que nos sienta cerca y nos tenga a la vista. Si estamos ocupados con alguna tarea es una buena solución tener al bebé en una hamaca, por ejemplo, con algunos muñecos y juguetes cerca.

La hamaca Balloon de Chicco contribuye a que el bebé esté cómodo y entretenido mientras juega en familia de forma segura o realizamos alguna actividad. Esta hamaca, que cuenta con vibración para relajar al bebé, tiene un panel de juegos electrónico con luces y melodías para relajar o entretener al bebé, además de tres colgadores que estimulan los sentidos táctiles y psicológicos del pequeño.

También es recomendable introducir estos juegos y momentos de estimulación durante las rutinas diarias, como chapotear y jugar con las burbujas en el momento del baño, o cantar una nana antes de acostarlo. Podemos aprovechar también los ratos del coche para poner música y estimular su lenguaje y atención en casa mostrándole libros de tela para los primeros meses o contando sencillos cuentos.

En definitiva, no se trata de hacer cosas especiales, sino de aprovechar los momentos diarios para estrechar nuestro vínculo con el bebé, así como demostrarle de forma continua nuestro cariño. No hay mejor estimulación que esta para su desarrollo cognitivo, emocional y social.

En Momentos Chicco

Fotos | iStock: m-imagephotography / Chagin / Antonio_Diaz

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