Por qué los expertos recomiendan usar luz cálida en la habitación del bebé. Así influye en su sueño

A la hora de preparar y decorar la habitación del bebé, hay diversas cosas que debemos tener en cuenta, desde asegurarnos de que no exista ningún riesgo o peligro para el bebé hasta procurar que sea un entorno acogedor y no muy estimulante.

Sin embargo, hay un detalle que muchas personas pasan por alto y que, sin darse cuenta, podría estar afectando el descanso y el sueño del bebé: la iluminación.

El tipo de iluminación importa

Si bien todos sabemos que es recomendable que la habitación del bebé esté bien iluminada durante el día, especialmente si también hará las funciones de cuarto de juego, por la noche, así como en las horas y momentos previos al descanso, el tipo de iluminación debe elegirse con cuidado.

De acuerdo con una investigación que analizó 25 estudios publicados entre 2012 y 2024, la luz ambiental puede influir en la sincronización del ritmo circadiano de los bebés, lo cual es fundamental para su crecimiento y desarrollo.

Recientemente comentábamos que las paredes de la habitación del bebé no deben ser muy estimulantes y lo mismo sucede con la luz que usemos en los dormitorios, pues la ciencia ha encontrado que hay una mejor que otra para el descanso.

Por qué los dormitorios deben tener luz cálida

De acuerdo con investigaciones que han estudiado el impacto del tipo de luz artificial en el sueño de niños y adultos, la luz en tonalidades cálidas favorece el sueño y el descanso, ayudándonos incluso a dormirnos más rápido, mientras que las luces blancas o azules pueden afectar la producción de melatonina, la hormona del sueño.

Un estudio de 2016 concluyó que la luz con alta temperatura de color en el hogar (es decir, luces con tonos blancos fríos y azulados) podría ser una causa del retraso de la fase circadiana en adultos y niños.

En el caso de los niños, este impacto en los hábitos de descanso es aún mayor pues, de acuerdo con un estudio de 2018, la iluminación con alta temperatura de color tiene un mayor impacto en la supresión de la melatonina en ellos e inhibe el aumento de la somnolencia nocturna.

En conclusión, a la hora de elegir la iluminación de los dormitorios, sean de bebés, niños o adultos, la mejor opción son los colores cálidos, y a la hora de dormir o cuando el bebé se despierte por las noches, cuanto más tenue sea la luz, mejor.

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