¿Te gustan los videojuegos? Jugar con tu hijo puede ser beneficioso para él y para vuestra relación

En muchas ocasiones para los padres los videojuegos suponen una fuente de preocupción o de “pelea”, algo que lleva al conflicto con los hijos (el tiempo dedicado, el tipo de juego, etc.). Sin embargo, además de reportar beneficios para los peques, los videojuegos pueden convertirse en nuestros aliados e incluso ayudar a mejorar la relación con nuestros hijos.

Beneficios de los videojuegos

Mucho se ha escrito sobre el uso y abuso de los videojuegos por parte de los niños, así como de los efectos negativos que esto puede acarrear, sin embargo no todo es oscuridad en este tema. Cada vez más estudios corroboran los beneficios de los videojuegos sobre el desarrollo de los niños (siempre y cuando se haga un uso racional y con supervisión, por supuesto). Veamos algunos de ellos:

  • Mejora de las habilidades visoespaciales: mejor capacidad para manejar objetos en tres dimensiones, lo que tiene implicaciones en áreas como las matemáticas, la tecnología, ciencia...
  • Promueven las interacciones sociales, y no exclusivamente en entornos 2.0 como cabría pensar, sino que también en ?directo?: los videojuegos suponen un tema de conversación y por tanto de conexión (compartir estrategias, trucos, etc.), en muchos casos se trata de juegos grupales (más de un jugador) en los que además se potencia el trabajo en equipo, etc.
  • Mayor capacidad de concentración: jugar con videojuegos mejora la atención sostenida, lo que se traduce una mayor concentración sobre la tarea (y durante más tiempo).
  • Los juegos de realidad alternativa (ARGs) potencian el pensamiento crítico, la resiliencia y la creatividad en la solución de problemas (capacidades que redundan en un mejor desarrollo de, entre otras, las habilidades matemáticas).
  • Creatividad: los niños que juegan con videojuegos parecen ser más creativos en áreas como el dibujo o la creación literaria.
  • Los videojuegos son unas herramientas eficaces para reforzar la capacidad de afrontar el fracaso, lo que ayuda a un mejor control de las emociones, una mejor tolerancia a la frustración y una autoestima más sólida.
  • Pueden contribuir a reducir la ansiedad y el estrés, tal y como señala la Asociación Americana de Psicología.
  • Mejora de las habilidades motoras: por ejemplo, un estudio realizado por la Deakin University de Australia señala que los niños que juegan con videojuegos muestran un mayor control en acciones como patear, atrapar y hacer rodar una pelota.
  • Proporcionan un contexto de aprendizaje individualizado y personalizado: es el niño, en el juego, el que va marcando el ritmo en base a su aprendizaje y capacidades, a diferencia de determinadas ?imposiciones? que a veces se producen en otros contextos como el escolar.
  • Existen videojuegos sobre ciencia, historia... El propio formato invita al aprendizaje, favorece que los peques desarrollen curiosidad por estos temas.

Para más información sobre los múltiples beneficios de los videojuegos en los niños puedes consultar la detallada revisión realizada por la Asociación Americana de Psicología.

Los videojuegos como punto de unión, no de conflicto

En contra de lo que pudiera parecer los videojuegos no necesariamente nos alejan de nuestros hijos o les aíslan de nosotros, pero para esto no se produzca es preciso que, como en tantas otras cosas, los padres nos involucremos y participemos de esta realidad.

Compartir aficiones, en este caso los videojuegos, supone una estupenda manera de estrechar lazos con nuestros hijos y de pasar tiempo con ellos. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Arizona indica que compartir esta actividad favorece el vínculo familiar, el aprendizaje y el bienestar.

Participar en estas actividades con nuestros hijos también favorece que tengamos un mayor conocimiento de a qué dedican su tiempo, algo fundamental. No es "Ah, está jugando a la consola", es saber a qué juego, haberlo comprado con él/ella (y por tanto habernos asegurado de que es adecuado)... Todas estas cosas suponen un punto de unión con los hijos.

Por otra parte, en ocasiones a los padres nos resulta complicado comunicarnos con nuestros hijos, cuesta “arrancarles” algo que no sea un monosílabo. Los videojuegos, si les interesan, claro, pueden ser un estupendo tema de conversación del que seguro que tienen algo que decir.

Juega con tu hijo

Más allá del puro ocio, compartir tiempo "jugando a la consola", juntos, puede convertirse en una ventana de “enseñanza-aprendizaje” estupenda que podemos aprovechar para abordar y trabajar ciertos temas:

  • Cooperación: tener una meta común, un objetivo, favorece el trabajo en equipo. Aprovecha para establecer alianzas con tu hijo y transmitirle el sentimiento de equipo (luego podrás extrapolarlo a otros ámbitos).
  • Manejo de la frustración y el valor del esfuerzo: ¿El malo ha acabado con nosotros setenta veces? ¿Esos objetos que necesitamos parecen imposibles de conseguir? A veces cuesta mucho pasar al siguiente nivel o conseguir los objetos que necesitamos para avanzar, este es un escenario ideal para trabajar con el niño la tolerancia a la frustración así como la importancia de la constancia y el esfuerzo para conseguir nuestros objetivos.
  • Emplear el juego como una metáfora: la trama o alguna complicación que haya surgido pueden ser la excusa perfecta para hablar de temas de la vida real a través de la ficción y al revés (explicar determinadas situaciones de la realidad a través de la metáfora del juego): este lenguaje les facilitará la compresión y que interioricen el mensaje.
  • Sentirse un experto: admitamos que no todos estamos familiarizados con las consolas, los mandos, los juegos... Participar con nuestros hijos, pedirles que nos enseñen a jugar, les coloca en "posición de expertos?, les hace ver que ellos también nos pueden enseñar algo a nosotros, lo que potencia su autoestima y su percepción de autovalía.
  • ¿Estás estresado o cansado? ¿Y tu peque? Jugar con determinados videojuegos puede producir un efecto relajante y reducir el estrés, de manera que, si tenéis un día complicado, compartir un ratito de ocio calmado puede ser de utilidad para todos.
  • Un estudio realizado por el Education Development Center de EEUU destaca que la utilización de videojuegos en educación mejora en las habilidades de lecto-escritura en niños en edad preescolar cuando va asociado a una alta implicación y participación de los padres en dichos juegos.
  • Los padres que juegan de manera habitual con videojuegos (con y sin sus hijos) extraen y potencian más los beneficios de éstos sobre el desarrollo de sus hijos.

Como sucediera hace años con la televisión, las recomendaciones para un buen uso de las nuevas tecnologías en general, y los videojuegos en particular, pasa por involucrarse como padres, saber qué consumen nuestros hijos, marcar las pautas y, como hemos visto, participar con ellos de esta actividad. La consola puede ser una nefasta niñera o una estupenda herramienta de aprendizaje. Coge el mando y juega con tu hijo.

Fotos: Pexels.com, uk.playstation.com, JD Hancock (Flickr)

En Bebés y más: Minecraft: Aprender con un videojuego, el sueño de muchos niños cada vez más fácil

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