Expertos en nutrición alertan de que los padres tardan mucho en ofrecer comida no triturada a los bebés

La Agència de Salut Pública de Cataluña, en España, presentó un documento con las recomendaciones para la alimentación de los niños y niñas de entre cero y tres años. Dicho documento tiene como intención dejar atrás el que se publicara en el año 2009 en dicha comunidad autónoma, introduciendo diversas novedades en base a la nueva evidencia científica relacionada con la nutrición infantil.

De entre todos los cambios sugeridos destaca el tema de la presentación de los alimentos a los bebés, que suele ser en triturado, y cuya recomendación es contraria. De hecho, han decidido informar de que los padres están tardando demasiado en ofrecer comida no triturada a los bebés.

Recomendaciones para niños de 0 a 3

El documento, presentado siete años después del anterior, aporta todas las recomendaciones para la nutrición de los niños catalanes de los 0 a los 3 años. No dicen nada, en realidad, que en Bebés y más no hayamos comentado antes, por ejemplo cuando publicamos la guía completa para la alimentación complementaria hace un año.

Hablan, por ejemplo, de que lo recomendable es que los bebés empiecen la alimentación complementaria a los seis meses, ya sean amamantados, ya tomen leche artificial. De ese modo estarán preparados para empezar a coger los alimentos y llevárselos a la boca (algo difícil a los 4 meses).

Afirman también que el orden de los alimentos es intrascendente: no hay que empezar obligatoriamente por los cereales, pasar luego a la fruta y ofrecer después verdura y carne o pescado. Se puede empezar por el alimento que queramos y seguir con otro que no tenga nada que ver.

Aún así, inciden en la necesidad de limitar la cantidad de carne, pescado y huevo, que son alimentos muy ricos en proteínas, como medida para controlar la obesidad infantil: a más proteínas, más riesgo de obesidad.

También explican que los padres podemos decidir el orden, pero no deberíamos decidir nunca la cantidad, porque pensar que cuanto más mayores son, más comen, es un error que podría llevarles a obligar a sus hijos a comer. Esto lo explican porque hay niños de un año que comen menos que cuando tenían 9 meses, por una razón clara: al año ya no crecen tan rápido y las necesidades calóricas son iguales o menores que meses atrás.

Cuidado con los triturados

Desde la aparición de las batidoras y robots de cocina la comida infantil se tritura, y en ocasiones se tritura demasiado. Conseguimos purés y papillas muy suaves en cuanto a textura, sin ningún tropezón, a veces más cerca de la presentación líquida que de una presentación más densa, cuando lo ideal es que fuera semi-sólida.

Pero esto no es todo, es que por miedo a que el niño o niña se atragante con la comida, se alargan los triturados, a veces hasta edades demasiado avanzadas. Cuando un bebé tiene 6 meses es muy capaz de coger las cosas y llevárselas a la boca, y además tienen completa curiosidad para hacerlo. Una vez pasa del año o año y medio esa curiosidad desaparece en gran medida y entonces puede ser mucho más costoso lograr que prueben alimentos semi-sólidos y sólidos.

Tal y como recomiendan en el documento:

Es aconsejable incorporar preparaciones diferentes a los triturados. Ofrecer los alimentos enteros (o a trocitos, según el tipo de alimento) permite que el bebé pueda comer de manera autónoma y que disfrute con los diferentes gustos, texturas, olores y colores de los alimentos (esta práctica se llama alimentación dirigida por el bebé, alimentación con sólidos o, en inglés, baby-led weaning).

En caso de que no los cojan, en caso de que lo lleven muy mal, debe bastar con aplastar los alimentos con una cuchara o tenedor para que no engullan, sino que se den cuenta de que tienen que "trabajar" un poco los alimentos antes de tragarlos. Vamos, que lo ideal es que vean que tienen que masticar un poco lo que se llevan a la boca antes de tragar, y así tendrán menos problemas para comer de todo cuando ya tengan dientes.

Baby-led Weaning, o dejar que el bebé coma solo

A menudo os hablamos del Baby-Led Weaning, un método de alimentación guiado por el bebé. Mediante este tipo de alimentación el bebé solo tiene que ver los alimentos delante, en presentación blanda, pero semi-sólida o sólida, e ir cogiendo según le llame más o menos la atención para metérselos en la boca.

Así empiezan a comer lo de los adultos mucho antes, a masticar, a conocer texturas, sabores y olores y, en definitiva, son más autónomos antes. ¿Y no es en realidad la educación de los padres todo lo que se hace hasta que los niños logran hacerlo por sí mismos? Pues de este modo acabamos antes.

El único problema es que esta manera de alimentar al bebé, que es la mejor para ellos, es "la peor" para los padres, al menos a corto plazo: la comida vuela, es manipulada, chafada y tirada y cada comida supone un buen rato de recoger y limpiar, cuando con el triturado y la cuchara solo se mancha la cuchara.

Pero ya sabéis: "Si es por mi hijo, lo mejor".

Fotos | Cody, Simon Wheatley, Gall en Flickr
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