Bebidas (que no leches) vegetales para bebés y niños: todo lo que debes saber

A día de hoy podemos encontrar en casi cualquier supermercado un amplia variedad de bebidas vegetales. Esta "moda" con cierta frecuencia forma parte también de la dieta de los niños. En algunas familias, porque son veganas; en otras, porque refieren que la leche de vaca les sienta mal; y en otras porque ciertos mitos, como que la leche da mocos (y aprovecho para desmentirlo), están aún muy arraigados.

Son muchas las dudas que con frecuencia preguntan los padres en la consulta sobre estas bebidas: ¿Pueden nuestros hijos consumir estas bebidas con tranquilidad? ¿Debemos tener alguna precaución? ¿A partir de qué edad podemos ofrecérsela?

Las bebidas vegetales no son leche

Aunque con mucha frecuencia oímos hablar de ellas como leches y con frecuencia se toman para sustituir a la leche de vaca, debemos denominarlas bebidas vegetales pues la leche es, por definición, un producto de animales mamíferos. Las bebidas vegetales se componen de un pequeño extracto de algún vegetal y agua. Las más conocidas son las de almendra, arroz, avena y soja, pero también se fabrican bebidas a base de chufas (la conocida horchata) o de quinoa.

La leche es, por definición, un producto de los mamíferos. No debemos hablar entonces de leches vegetales, sino de bebidas vegetales.

En Europa, desde un punto de vista legal tampoco pueden llamarse leches. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictó, en su sentencia del 14 de junio de 2017, la prohibición de comercialización de productos puramente vegetales con denominaciones tales como «leche», «nata», «mantequilla», «queso» o «yogur», reservadas por el Derecho de la Unión Europea a la leche de origen animal y sus derivados lácteos.

No contienen los mismos nutrientes que la leche

No sólo es el nombre lo que las diferencia. Además de su distinta procedencia, no contienen los mismos nutrientes que la leche. Recientemente la OCU analizó la diferente composición de las bebidas vegetales.

  • La materia prima (soja, almendras, arroz...) varía entre un 2 y un 16%. El resto es agua y en muchas ocasiones otros aditivos.
  • La leche tiene un contenido en calcio muy superior.
  • La cantidad de azúcares es similar en ambas, pero en las bebidas vegetales encontramos azúcares añadidos con mucha frecuencia (mientras que la leche contiene azúcares naturalmente presentes).
  • Ninguna de las bebidas vegetales contienen lactosa (que sí contiene la leche de vaca)
  • Salvo la leche de soja, la mayoría de bebidas vegetales son pobres en proteínas.

Las bebidas vegetales no deben sustituir a la leche

La leche (y derivados lácteos) son la principal fuente de calcio y fósforo, elementos fundamentales para el correcto crecimiento del niño. Las bebidas vegetales tienen una cantidad mucho menor de estos nutrientes. Por ello, no debemos dar a los niños estas bebidas en sustitución de la leche y derivados. Si eliminamos de su dieta los lácteos, debemos añadir otros alimentos ricos en calcio y fósforo.

La leche es rica en calcio y fósforo, elementos fundamentales para el crecimiento de los niños (intervienen entre otros en la formación de los huesos y los dientes). Si no se consumen lácteos, debemos tomar otros alimentos ricos en calcio y fósforo.

Y, ¿qué otros alimentos son ricos en calcio?

  • Las legumbres, especialmente los garbanzos y las judías
  • Algunas verduras, como las espinacas, las acelgas y el brócoli
  • El tofu
  • Los frutos secos (almendras, avellanas, pistachos). Conviene aquí recordar que los frutos secos no deben ofrecerse enteros (ni en trozos) a menores de 4-5 años por el riesgo de atragantamiento; podremos ofrecerlos triturados formando parte de alguna receta.
  • Pescados. Las sardinillas en aceite, por ejemplo, son algunos de los que más tienen (especialmente si comemos las espinas, cuidado con ellas si los ofrecemos a niños pequeños). Otros como el besugo, la dorada o el gallo también tienen un alto contenido en calcio.

No deben consumirse durante el primer año de vida

La OMS recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y hasta los 2 años o más acompañada de otros alimentos. En caso de no tomar leche materna, emplearíamos fórmulas artificiales, la mayoría obtenidas a partir de leche de vaca. En casos particulares de alergia a las proteínas de leche de vaca, los lactantes deben tomar fórmulas hidrolizadas diseñadas específicamente para ellos.

La leche es el alimento principal durante el primer año de vida, por lo que antes de los 12 meses no deben tomar bebidas vegetales en sustitución de la leche. Además, aunque a partir del año los lácteos no son estrictamente necesarios, aportan nutrientes fundamentales para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños. Por ello, en caso de no consumir lácteos, debemos obtenerlos de otras fuentes.

¿Son saludables?

Si las empleamos antes del año de vida en sustitución de la leche, podemos tener graves problemas de salud, ya que aparecerán importantes carencias nutricionales. Sin embargo, a partir del año, pueden entrar a formar parte de una dieta variada y saludable.

Es importante elegir leches que tengan al menos un 8% de materia prima y evitar aquellas que tengan azúcares añadidos (donde aparezca azúcar entre los ingredientes). Además, como ya hemos mencionado, en el caso de no tomar ningún lácteo, deberemos tomar otros alimentos ricos en calcio, elemento fundamental en el desarrollo de los huesos (entre otras cosas)

Siempre debemos leer con detenimiento las etiquetas. Muchas de las bebidas vegetales tienen azúcares añadidos.

¿Cuáles son los riesgos de emplear exclusivamente bebidas vegetales en lactantes y niños muy pequeños?

Como hemos dicho previamente, en comparación con la leche materna (o la fórmula infantil) las bebidas vegetales tienen un aporte insuficiente de calcio y vitamina D (salvo que estén suplementadas) y carecen de lactosa.

Además, algunas pueden tener un aporte insuficiente de energía (como las de soja y las de almendras) y/o de proteínas (como las bebidas de arroz); y muchas veces tienen un aporte excesivo de azúcares. Por todo ello, el empleo exclusivo de bebidas vegetales puede llevar a graves problemas de salud, que variarán en función de la bebida consumida.

Los lactantes que tomen exclusivamente bebida de soja no suplementada pueden padecer raquitismo y anemia ferropénica. El raquitismo es una enfermedad que se produce por la falta de vitamina D, calcio o fósforo; los huesos en estos niños son blandos y deformados y suelen tener un retraso del desarrollo; las alteraciones en los dientes (y retraso en la dentición), también son frecuentes. La bebida de arroz contiene my pocas proteínas, por ello, los niños que la consuman en exclusiva pueden sufrir una desnutrición tipo Kwashiorkor (generada por la escasa ingesta de proteínas); con fatiga, irritabilidad, fallo de crecimiento y pérdida de masa muscular.

El empleo exclusivo de bebidas vegetales puede llevar a graves problemas de salud, que variarán en función de la bebida consumida.

Evita las bebidas de arroz en niños

Las bebidas de arroz contienen una elevada cantidad de arsénico, por lo que es recomendable evitarlas en bebés y niños pequeños. Pueden tomar arroz desde el inicio de la alimentación complementaria (en torno a los 6 meses) pero se recomienda una dieta variada en cereales (introducir también avena, maíz, trigo y cebada).

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