Alimentación complementaria: la carne

Tras un pequeño paréntesis para hablar del glúten y de las proteínas volvemos a los diferentes grupos de alimentos con la carne en la alimentación complementaria.

La carne supone un aporte importante de proteínas, de hierro y de vitamina B12 y es además una importante fuente de zinc.

A partir de los seis meses los lactantes suelen empezar a necesitar, precisamente, un complemento de zinc y de hierro (aunque hay niños, sobretodo los que vivieron un corte tardío de cordón umbilical, que tienen reservas de hierro hasta los doce meses).

¿Cuándo pueden empezar a comer carne?

La carne se empieza a ofrecer desde el sexto mes y se suele empezar con el pollo por ser de una de las carnes menos alergénica y de las que mejor se maneja a nivel culinario, aunque podría empezarse también con el conejo (algunos nutricionistas dicen que es la mejor carne para los bebés, pues tiene pocas grasas saturadas y es rica en hierro).

Posteriormente se va añadiendo el pavo, la ternera (les suele gustar menos), el cerdo y el cordero.

El pavo y el cordero pueden empezar a tomarlo también con seis meses. La ternera en principio también, aunque al ser un animal más grande, tiene mucho colágeno que es de difícil digestión (a no ser que preguntemos en la carnicería si la ternera era pequeñita, ya que si es grande, sería preferible esperar a los 10-12 meses).

La carne de cerdo también puede darse a los seis meses, aunque si hablamos de jamón dulce o serrano, por su cantidad de sal y por la cantidad de conservantes y colorantes que llevan (básicamente el dulce), yo esperaría a los 12 meses. Sí puede ser una buena elección el solomillo del cerdo, que es una carne más bien jugosa y sin nervios.

Preparación

Puede hacerse hervida, asada, a la plancha, frita, pero no rebozada, por el huevo.
Si la hacemos a la plancha debemos tratar de evitar que se tueste (la típica caramelización de la carne que aparece en algunas zonas), ya que esas zonas más oscuras es la reacción de Maillard, que aporta sabor y aroma a la carne, pero puede ser cancerígena.

La carne tiene una consistencia que la hace difícil de comer para los niños pequeños por lo que se aconseja picada, troceada, en puré, cortando hilillos de carne o ofreciendo de inicio un filetito alargado para que lo chupen y nunca en trocitos pequeños que no podrán masticar hasta más adelante.

Una idea para cuando ya son capaces de masticar un poco, aunque sea con las encías, es hacer carne picada a fuego lento con un poco de aceite hasta conseguir unas bolitas que los niños podrán coger con los dedos (al estar ya picada se evita el riesgo de atragantamiento).

Una vez haya otros alimentos tolerados se aconseja (como ya dijimos en la entrada de la verdura) acompañarla de una pequeña cantidad de verdura o fruta pues se absorben mejor las proteínas y los minerales (es importante hacerlo sobretodo para una mejor absorción del hierro).

¿Cuánta carne deberían comer?

La cantidad debe ser más bien poca, como ya comenté hace un par de días en la actualidad ingerimos demasiadas proteínas y la gran mayoría provienen de los animales. Esto hace que comamos muchas grasas saturadas, poco saludables si las tomamos en exceso. Como contrapartida deberíamos comer más legumbres, con proteínas de valor similar pero sin estas grasas de origen animal.

Lo recomendable a los 6 meses es que tomen un máximo de 20 gramos diarios, que equivale a un trocito de pollo (algo así como la tercera o cuarta parte de un filete) que aporta unos 4 g de proteínas.

Un filete entero (80-100 gramos), contendría unos 16-20 gramos de proteínas. Prácticamente el total de proteínas que un niño necesita a lo largo de un día (recordad que los niños de 6 a 12 meses necesitan unos 20 gramos de proteínas al día y que los niños de 2 a 5 años aún necesitan menos, unos 14-16 gramos).

Es por eso que con esos 20 gramos de pollo (4g de proteínas), los 6-11 gramos que pueda aportar la leche que esté tomando y la cantidad que proviene de los cereales, la verdura y la fruta llegaríamos sin problemas a la cantidad de proteínas recomendable.

¿Pueden comer vísceras?

Está desaconsejado dar a los niños vísceras ya que hay riesgo de transmisión de enfermedades por priones.

Más información | AEPAP
Fotos | Flickr (benklocek), Flickr (deanwissing)
En Bebés y más | Los bebés y los niños toman demasiadas proteínas, Alimentación complementaria: los cereales (II), Alimentación complementaria: la fruta, Alimentación complementaria: las verduras y hortalizas

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